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El Sporting de Gijón limpia el balance y 'amarra' su viabilidad con la permanencia en Primera

Marc Menchén

28 dic 2016 - 04:58

La euforia con la que el Sporting de Gijón celebró la permanencia en Primera División el pasado verano fue la misma sobre el terreno de juego que en las oficinas de Mareo. Los nuevos contratos audiovisuales, así como determinados cambios en la gestión y el control económico de La Liga, han permitido al club aplicar un fuerte correctivo a las cuentas de 2015-2016 sin provocar la entrada en pérdidas, así como acelerar el proceso de desapalancamiento. Además, sin la necesidad de vender sí o sí a jugadores, como sucedió en años anteriores.

 

El club cerró la última temporada con un beneficio neto de 1,59 millones de euros, siete millones menos de lo presupuestado debido a la contabilización de determinadas contingencias que hasta ahora no se habían introducido, como varios pagos a agentes, la indemnización a Kappa tras romper para irse con Nike (300.000 euros), la indemnización al ex director general, la provisión de 1,5 millones por la sentencia en contra en el litigio que le enfrenta al FC Barcelona por el traspaso de Alberto Botía, o los 3,3 millones que, de forma anticipada, se han pagado a Doyen Group para poner fin a su relación.

 

Sporting Gijón Gol Celebración 16-17 650
El Sporting de Gijón marca el descenso a la Liga 1|2|3, igualado a puntos con el Valencia CF.

 

Fuentes próximas a la entidad explican a Palco23 que "el año anterior ya se deberían haber dado pérdidas de 10 millones", aunque se optó por no hacerlo. Ahora, gracias a la fuerte mejora de los ingresos y tras la asunción del día a día por parte del presidente, Javier Fernández, se han limpiado todos los problemas históricos y se ha ajustado al máximo el equilibro entre ingresos y gastos.

 

La deuda del Sporting se había situado en torno a los 30 millones de euros en los últimos dos ejercicios, pero fuentes del club explican a este diario que se llegará a junio de 2017 con un importante recorte. Este verano se canceló un crédito de 9,95 millones que se había contraído con Bravo Capital en 2015 para pagar a Hacienda tras el ascenso a Primera, aunque se hizo con otro dos créditos. La financiación fue concedida por el banco alemán de inversión IBB, a través de dos líneas de diez millones de euros, necesario porque el préstamo conseguido un año antes debía cancelarse sí o sí, ya fuera con recursos propios o con la ayuda al descenso de La Liga si volvían a perder la categoría. "Ya hemos pagado casi cuatro millones lo acabaremos de cancelar en junio de 2017", comentan.

 

En este sentido, aseguran que el ratio de deuda sobre ingresos bajará de un ratio de 0,6  a 0,27, tanto por la amortización de deuda como por la mejora prevista de la facturación. Una vez concluya esta temporada, tan sólo quedarán por abonar 1,4 millones de deuda concursal ordinaria y 6,7 millones de subordinada, mientras que el Ayuntamiento de Gijón sólo restará por pagarle 1,15 millones por la recompra de varias marcas.

 

Otro de los hitos que se conseguirán este año es la obtención de patrimonio neto positivo, una situación que no se había dado en varios lustros. "Con la aprobación del convenio gratuito por el Ayuntamiento, el Sporting podrá pasar a patrimonio neto positivo, apoyado por los beneficios del año pasado y el actual", comentan sobre un acuerdo a treinta años aprobado ayer mismo. En el acuerdo no se ha incluido ningún mínimo de obras a realizar, aunque la idea es mejorar la megafonía y, si siguen en Primera, también modernizar la iluminación.

 

En el citado convenio también se ha establecido una cláusula para evitar que el club venda los naming rights de El Molinón, una alternativa que Fernández puso sobre la mesa para mejorar el negocio comercial. Tras el ascenso a Primera, esta actividad ha alcanzado los cuatro millones de euros, con el patrocinio del consistorio como principal apoyo; este contrato sigue en vigor, mientras que con Nike se ha firmado por dos años.

 

 

 

Se trata de una partida importante, aunque no tanto como la de socios y abonados, que en los dos años en la élite se habrá situado por encima de los cinco millones gracias a que cuenta con una de las aficiones más movilizadas. El club acumula una media de 23.812 espectadores por encuentro, con un ratio de ocupación del 79,4%. A ello ha ayudado la venta de entradas, que supusieron otros 1,9 millones.

 

Sin embargo, el verdadero balón de oxígeno para la entidad han sido los derechos audiovisuales, que pasaron de 2,8 millones en su último año en Segunda a 28,9 millones en 2015-2016 y una previsión de 40,2 millones de euros para 2016-2017. En total, los ingresos ordinarios subirán un 28,4% este año, hasta 51,6 millones, un ritmo de crecimiento superior al que registrarán los gastos de personal, que son la partida más relevante con 25,1 millones, un 22,7% más y que en parte se explica por la contabilización de 3,68 millones en premios, probablemente por lograr la permanencia el año pasado.

 

Un objetivo por el que siguen luchando en esta campaña, pese a tener el segundo tope salarial más bajo de la Liga Santander. En la actualidad ocupan posiciones de descenso, aunque a un solo punto de la salvación y con muchos partidos por delante. Su ambición y deseo es salvarse, quizás no en la última jornada como ya sucedió el pasado curso, aunque con una novedad: su futuro ya no depende de estar sí o sí en la élite. "El club ahora es sostenible económicamente, ya sea en Primera o en Segunda", enfatizan.