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El Sevilla FC rompe el techo de los 200 millones en ingresos y repite dividendos

El club hispalense cerró 2017-2018 con unas ganancias de 25,73 millones de euros, tras facturar un 18,5% más por su negocio ordinario, hasta 163,1 millones, y obtener otros 61,3 millones con traspasos.

Marc Menchén

25 oct 2018 - 05:00

El Sevilla FC rompe el techo de los 200 millones en ingresos y repite dividendos

 

 

El Sevilla FC vuelve a superar un obstáculo en su carrera por consolidarse en la élite del fútbol europeo. El club ha superado por primera vez la barrera de los 200 millones de euros de facturación, después de hacer crecer todas sus líneas de ingresos. El negocio ordinario avanzó un 18,5% en 2017-2018, hasta 163,1 millones de euros, mientras que las plusvalías por traspasos subieron un 8,2%, hasta 61,3 millones de euros. Un mix de ingresos que le permitió obtener el beneficio más alto de su historia, con 25,73 millones de euros y el renovado compromiso de repartir 1,55 millones de euros en dividendos como el año anterior.

 

El mejor indicador de que el conjunto hispalense ha sabido consolidar su particular modelo de negocio es que las plusvalías por traspasos han oscilado entre el 25% y el 30% de todos los ingresos durante las últimas cinco temporadas. Además, siempre han sido ingresos por traspasos ya firmados antes de elaborar el presupuesto, por lo que su inversión en fichajes y salarios siempre se han fijado preservando la rentabilidad de la institución.

 

“La evolución económica, financiera y patrimonial […] posibilitan al club efectuar inversiones (en fichajes e instalaciones) y, sobre todo, configurar plantillas con las que optar a mejores resultados deportivos”, según las cuentas anuales a las que ha accedido Palco23. En las mismas, se indica que son las plusvalías previamente generadas las que permiten “la conformación de una plantilla de mayor nivel”; un modelo que difiere del instaurado por el FC Barcelona, que en dos años le ha exigido dar salida a futbolistas para poder mantener su masa salarial.

 

 

 

 

Ahora bien, el esfuerzo para mantener esa competitividad en 2018-2019 hará que el beneficio neto sea el más bajo desde 2012-2013, con una previsión de apenas 900.000 euros. ¿El motivo? Se ha decidido mantener los actuales costes de plantilla pese a que no contarán con los ingresos que genera la Champions League, lo que provocará que los ingresos ordinarios caigan un 22%, hasta 127 millones a la espera de saber su evolución en Europa League. En un intento de retener el talento y mantener la cuarta plantilla más cara de LaLiga Santander, las plusvalías por traspasos caerán a 37 millones de euros.

 

Este escenario supondrá un freno al crecimiento experimentado en los últimos años. La entidad presidida por Pepe Castro también ha logrado una continua mejora de los ingresos por la salida de futbolistas, que en cinco años se ha duplicado. Más rápido ha crecido el negocio ordinario, que solo ha necesitado cuatro años para multiplicarse por dos gracias al avance de los derechos de televisión. Esta partida generó un 11,8% más en 2017-2018, hasta 79,45 millones de euros, por lo que casi representa la mitad de la facturación recurrente.

 

La segunda partida más relevante es la de competiciones, con 58,2 millones de euros gracias a su participación en la última edición de la Champions League (48,48 millones). En su memoria, el club ya avanza que este epígrafe no mejorará en exceso en 2018-2019 al no haber obtenido plaza para la máxima competición continental. Ello también repercutirá en la recaudación por socios y abonados, que subió un 5,6% en el último ejercicio y se situó en 14,75 millones, pese a que este año se ha batido un nuevo récord de personas con pase de temporada.

 

 

 

 

Por último, el área comercial ha continuado recogiendo los frutos de la mayor visibilidad internacional del primer equipo, con un alza del 18,1% y 16,1 millones de euros en 2017-2018. En este caso ha tenido un papel muy importante la llegada de Playtika como patrocinador principal para la camiseta, pues el gran cambio se ha producido este año con la entrada de Nike como proveedor técnico y la casa de apuestas Betfair para la manga de la camiseta.

 

Muestra del control económico es que el gasto en personal, que es el más relevante, subió a un ritmo algo inferior que los ingresos ordinarios. En total, la dirección destinó 117,6 millones al pago de nóminas, un 18,1% más respecto a 2016-2017; de este importe, 105,67 millones correspondieron a personal deportivo y 11,96 millones al resto de trabajadores del área corporativa, que han pasado de 117 a 134.

 

Por otro lado, las amortizaciones de inmovilizado, que esencialmente corresponde a derechos federativos, subieron un 40,2%, hasta 37,86 millones de euros. “Ha supuesto el mayor esfuerzo histórico de inversión en plantilla acometido por la sociedad”, recuerda el consejo de administración sobre los más de 150 millones de euros que ha invertido en las últimas dos campañas para mejorar la plantilla.

 

Estos datos indican que la masa salarial del Sevilla FC ascendió al 87% de los ingresos ordinarios, por lo que estaría 17 puntos por encima del máximo que recomiendan Uefa y la Asociación de Clubes Europeos (ECA); si se asume el discurso que cada vez defienden más equipos, este ratio bajaría al 63% de toda su facturación, considerando que las plusvalías por traspasos son una actividad ordinaria.

 

 

 

 

El mayor aumento de las amortizaciones se pudo compensar con un recorte del 7,4% en los gastos de explotación, gracias a los que gastos asociados a la adquisición de futbolistas se redujeron a casi un tercio, con 2,5 millones de euros. El consumo de materias primas subió un 13,3%, mientras que los costes atípicos se contrajeron un 37%, hasta 3,5 millones de euros.

 

El margen de maniobra con el que trabaja el club hispalense le ha permitido incluso ir aumentando las provisiones para afrontar las posibles sanciones que se deriven de las inspecciones que la Agencia Tributaria ha abierto a la mayoría de equipos de fútbol por los pagos a los agentes. En su caso, estas dotaciones han pasado de 15 millones a  17 millones de euros.

 

La solvencia patrimonial de club también queda reflejada en su posición de tesorería, que prácticamente se ha doblado y ya alcanza los 66,38 millones de euros. La deuda neta también mejoró, pues ha pasado de 40,45 millones negativos a 48,46 millones de euros negativos entre 2017 y 2018, según el sistema de cálculo de LaLiga. Dicho de otra manera, al Sevilla FC le deben más dinero del que adeuda. De hecho, su deuda con bancos es de apenas 2,3 millones de euros y los algo más de 45 millones que tiene comprometidos con otros clubes (31 millones debe pagarlos este año) quedan en parte neutralizados por los más de 30 millones que tiene por cobrar.