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El rugby mira a ACB y Asobal: la Santboiana busca ganar atractivo para ‘atar’ más patrocinio

El club decano del rugby en España se prepara para celebrar su centenario en 2021 con el reto de diversificar su tipología de patrocinadores para poder mantener los costes de estructura, que crecen al calor del desarrollo de este deporte en el país.

Miquel Lopez-Egea

22 dic 2020 - 04:51

El rugby mira a ACB y Asobal: la Santboiana busca ganar atractivo para ‘atar’ más patrocinio

 

 

“Tenemos que conseguir elaborar un producto que sea atractivo para las empresas, como en su día hicieron la ACB o la Asobal”. Este es, a juicio de Miquel Martínez, presidente de la Unió Esportiva Santboiana (el decano del rugby en España), el principal reto que tiene por delante este deporte. El objetivo que persigue Martínez no es otro que tener acceso a nuevos y mayores patrocinadores, que permitirían a un club como el suyo mitigar el golpe del Covid-19 en la línea de ingresos.

 

La UE Santboiana está a las puertas de celebrar su centenario. Los orígenes de la entidad hay que buscarlos en 1921, cuando Baldiri Aleu, que había entrado en contacto con el rugby mientras estudiaba veterinaria en Francia, fundó el primer club oficial de España de este deporte.

 

Pese a su arraigo social, la entidad ha sufrido, como el conjunto del deporte, el impacto de la pandemia en su cuenta de resultados. Tal y como explica Martínez, en la temporada 2019-2020 la Santboaina se vio afectada por que “los patrocinadores no pudieron cumplir y hubo más gastos, por lo que se produjo un desequilibrio”.

 

El club de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) preveía finalizar la temporada 2019-2020 con unos ingresos de 903.791 euros, mientras los gastos debían situarse en 901.072 euros. El tamaño de los patrocinadores de un club como la Santboiana hace que, principalmente, sean empresas débiles en momentos complejos económicamente.

 

 

 

 

“Estamos en un proceso de cambio: hasta ahora el rugby ha tirado mucho de patrocinio tradicional, gente vinculada o empresas locales que nos apoyaban -sostiene Martínez-; hemos llegado a un punto, con este crecimiento que estamos teniendo, que los recursos no alcanzan y tenemos que ir a buscar patrocinios más relevantes en términos económicos”.

 

Para atraer a nuevos patrocinadores, la Santboiana quiere apoyarse en su próximo centenario. La entidad ha solicitado al Gobierno que su centenario (que coincide con el de la Federación Catalana de Rugby y la Federación Española de Rugby) sea declarado de interés nacional, lo que conllevaría beneficios fiscales.

 

Tal y como explica el directivo, el rugby ha experimentado un gran desarrollo durante los últimos años tanto en fichas como en aficionados. “Hemos demostrado que podemos tener público, ahora tenemos que canalizarlo más allá de unas finales y crear contenidos que sean atractivos para los patrocinadores”, exclama.

 

Del total de ingresos de la Santboiana, en una temporada normal alrededor del 20% procede de inyecciones de las administraciones públicas y un 20% corresponde a recursos propios, donde el club incluye, por ejemplo, los socios. El 60% de los ingresos de la entidad proceden de patrocinadores.

 

El presidente de la Santboiana admite que el club todavía no ha podido cerrar el presupuesto para la temporada en curso porque “entre otras razones, los acuerdos con los patrocinadores se han retrasado y porque acciones propias que sirven para recaudar no está claro si se harán”. De todos modos, las previsiones del directivo pasan por que los ingresos de 2020-2021 se sitúen entre un 30% y un 35% por debajo de los de la temporada pasada.

 

La principal partida de gastos del club es el área deportiva, con un total de 648.872 euros en la pasada temporada. De esta cifra, 293.300 euros corresponden a los salarios y primas de jugadores, equipo técnico y fisioterapeutas. El área de administración del club, por su parte, copó 173.150 euros de gasto.

 

 

 

 

Gigante con pies de barro

El rugby se encuentra, a juicio del presidente de la Santboiana, en un momento de transformación. “Era un deporte básicamente amateur y llevamos unos diez años, más o menos, que hemos tenido una transición hacia la semiprofesionalización”, dice el presidente de la entidad. Pero, en su opinión, “esta transformación no debe afectar sólo a los jugadores, sino también a las estructuras, porque de lo contrario tendremos un gigante con pies de barro”.

 

“En esta fase de la transformación, que se produce en la mayoría de equipos, tenemos jugadores profesionales o semiprofesionales que deben tener remuneración -explica Martínez-; por esto tenemos que replantearnos nuestra competición y estructura”.

 

El ejecutivo hace referencia a un caso reciente: “hemos visto un ejemplo muy claro, el Santander, que cuando ha perdido una parte del patrocinio no ha podido continuar”. El pasado octubre, el Club de Rugby Santander renunció a competir en División de Honor al no llegar a un acuerdo económico con su patrocinador principal, Bathco.

 

“Esto es un caso que puede llegar a pasar si no corregimos la tendencia de crecer a base de jugadores profesionales”, señala Martínez, que agrega que “si queremos que todo el rugby tenga una estructura sólida primeo los clubes deben una base y que los jugadores vayan creciendo”.

 

“Debemos tener una estructura profesional que permita tener entrenadores, planificadores, preparadores y preparar la base e ir creciendo en función de ello -señala-; si lo apostamos todo a los profesionales, el día que falta un patrocinador te quedas sin nadie que te apoye”.