El Rayo Vallecano entra en pérdidas tras una nueva investigación de Hacienda

La gestión de la familia Ruiz Mateos sigue marcando las cuentas de resultados del Rayo Vallecano. Si en la temporada 2013-2014 se registró un beneficio extraordinario de 41,2 millones por los efectos contables de la quita pactada en el convenio de acreedores y otros ajustes asociados al mismo, en la campaña 2014-2015 sufrió unas pérdidas de 501.986 euros por una provisión de 9,7 millones derivada de las inspecciones de la Agencia Tributaria. De lo contrario, se habría obtenido un beneficio neto de más de 8 millones.

En la memoria anual, aprobada ayer en junta de accionistas y a la que ha tenido acceso Palco23, se explica que Hacienda ha reabierto "el procedimiento administrativo" de los ejercicios comprendidos entre 1996 y 2002, principalmente por deudas asociadas al IRPF e IVA. Pese a la fuerte provisión realizada, el club controlado en un 87,8% por Raúl Martín Presa asegura que "las expectativas de éxito en dichos procedimientos son altas".

Está por ver cómo se resolverá este caso, aunque no es el único vinculado a los Ruiz Mateos que les ha obligado a realizar dotaciones por si se producen sentencias desfavorables. Desde la temporada anterior ya hay 16,89 millones de euros provisionados y se trata de deuda contingente vinculada al concurso de acreedores a la que el Rayo podría verse obligado a responder en función de cómo se desarrollen los acontecimientos. Estos importes no sólo están dotados contablemente, sino que también están consignados en los Juzgados 27,14 millones por si se diera el caso de tener que responder a "la posible e hipotética responsabilidad civil subsidiaria en los diferentes procedimientos".

De no ser por todas estas cuestiones, el Rayo Vallecano sería probablemente uno de los equipos de Primera División con una cuenta de resultados más equilibrada. El conjunto madrileño cerró la última campaña con una cifra de negocio de 27,71 millones de euros, un 39,6% más que en la 2013-2014. Estas cifras le situaron a la cola de equipos de la élite por ingresos ordinarios el último año, sólo por encima del Getafe CF y la SD Eibar.

La fuerte mejora de la facturación radica en un aumento de los cobros percibidos por sus derechos audiovisuales, que pasaron de 15,9 millones a 21,6 millones (+35,6%) y suponen tres cuartas partes del negocio. Sin embargo, el mayor incremento (+183%) se produjo en la partida de publicidad y comercialización. Ello se debe a la firma del acuerdo de patrocinio con la empresa china Qbao, cuyo logo luce en la camiseta y, además, le permitió jugar un amistoso en China. Por si fuera poco, según explicó ayer Martín Presas, fue la firma la que pagó un millón por el traspaso de Zhang a Vallecas.

La última línea de negocio es precisamente el estadio, es decir, la recaudación por socios y abonados, que subió un 4,3%, hasta los 1,76 millones, y la taquilla por competiciones, que cayó 14,5% y se situó en unos 839.000 euros. La partida de otros ingresos, que alude normalmente a otras actividades ajenas al fútbol en sí, cayó un 27% hasta los 2,87 millones.

Pese a la impresionante mejora de los ingresos, el Rayo Vallecano logró contener el gasto de personal, que apenas subió un 4,7%, hasta los 13,96 millones. De hecho, subieron aún más los gastos de explotación y las amortizaciones, que en conjunto ni siquiera llegaron a los 8 millones de euros.

Esta precaución en el gasto es la que ha permitido a la entidad acometer dos proyectos que deben ayudar a mejorar la marca de la entidad. Por un lado, y a efectos de mejorar la experiencia de los aficionados, se ha decidido constituir una sociedad expresamente para asumir la gestión del punto de restauración que se encuentra en los bajos del estadio y que se conoce como La Franja. Por el otro, y como ya se había dicho, se ha adquirido el 65% del Rayo Oklahoma que juega en la North American Soccer League (NASL) y que debe ayudar a internacionalizar la marca. La inversión, que según la web del club americano es a título personal del presidente, sería de algo más de un millón y, según matizó Martín Presa, corresponde al club y no a él.

La situación del club, con una deuda de apenas 15 millones de euros si se descuentan las provisiones gracias a las quitas que pactó en 2013 para salir del concurso, no ha pasado desapercibida para los inversores. Martín Presa aseguró que han llegado propuestas "mareantes" para hacerse con la propiedad del Rayo Vallecano, uno de los pocos en Primera División cuya propiedad no está atomizada entre varios accionistas. Uno de sus puntos débiles es que no es el propietario del estadio de Vallecas y, aunque en los pequeños socios tenían previsto preguntar sobre una posible compra en la junta, no ha trascendido negociación alguna.

El club también revela en sus cuentas que es uno de los que en su momento optó por la venta de los derechos económicos de algunos de sus jugadores. En la memoria se detalla que tiene cedidos estos derechos sobre cuatro futbolistas inscribibles en La Liga y otros 18 que forman parte de la entidad pero no cumplen los requisitos para jugar en Primera. Además, admite tener cláusulas obligatorias sobre dos de ellos en futuros traspasos. El negocio de la compraventa, en el ejercicio finalizado a 30 de junio de 2014, generó 7 millones gracias a la salida de Leo Baptistao, mientras que en el último ejercicio no hubo ninguna operación de este tipo.

El presupuesto del curso actual, para una nueva junta por errores

El único borrón de la junta de accionistas de ayer fue un error contable a la hora de presentar el presupuesto de la campaña 2015-2016, que sólo presentaba un beneficio de 28.000 euros cuando en realidad debería ser de 6,25 millones. Un grupo de socios minoritarios detectó el error y ayer solicitó al consejo de administración que lo subsane y vuelva a presentarlo de nuevo, para que se someta a votación en una junta extraordinaria que podría celebrarse casi con el ejercicio ya cerrado, después de que la junta ordinaria ya se haya celebrado fuera de los plazos legales.

Y todo apunta a que, en realidad, el beneficio podría acabar siendo mucho más superior, ya que en la previsión no se ha tenido en cuenta el incremento que La Liga ya ha asegurado a todos los clubes por los derechos audiovisuales; es más, la entidad se ha apuntado 18,5 millones por este concepto, incluso menos que lo percibido en la 2014-2015. Pese a que no se ha rescindido ningún patrocinio, la entidad prevé una fuerte caída por publicidad y comercialización, que bajarán a 2,1 millones. Por abonados y socios se confía en mantener el nivel de facturación, mientras que en taquilla se prevé un leve repunte hasta los 917.000 euros.

La contención por la parte de los ingresos contrasta con el aumento previsto en los gastos de personal, que después de tres años de ligeros incrementos o casi contención sufrirán un fuerte alza, al pasar de 13,97 millones a 18,18 millones de euros. En cambio, se recortarán los gastos de explotación hasta los 4,86 millones de euros.