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El Rayo provisiona otros 13 millones ante las denuncias de Hacienda

La Agencia Tributaria reclama 39 millones al Rayo Vallecano por irregularidades en el IVA y el IRPF hasta 2011. Pese a ello, el contrato de televisión le permitió esquivar las pérdidas en 2015-2016.

Marc Menchén

8 may 2017 - 05:00

rayo vallecano celebracion gol

 

El nuevo ciclo audiovisual supuso un balón de oxígeno para muchos clubes de La Liga, que necesitaban la entrada de liquidez para cumplir con vencimientos de deuda. Y en el caso del Rayo Vallecano, el fuerte aumento de ingresos por televisión sirvió para regatear las pérdidas en 2015-2016, que se saldaron con un beneficio neto de 146.630 euros pese a tener que provisionar otros 13 millones de euros para hacer frente a diversas reclamaciones iniciadas por Hacienda.

 

En la memoria anual del club, a la que ha accedido Palco23, la dirección explica que “no está de acuerdo con las actuaciones inspectoras llevadas a cabo por la Agencia Tributaria”, que se remonta a expedientes por IVA e IRPF reabiertos en el verano de 2014 y que hacen referencia a la gestión que va de 1996 a 2002. En total, la entidad acumula provisiones por litigios con la Administración que suman 39,55 millones, de los que al menos 31,727 millones de euros están consignados en los juzgados.

 

El revés en las cuentas de 2015-2016 se debe a que hace dos ejercicios se decidió revertir la dotación de 17,275 millones de euros que había realizado anteriormente, después de una sentencia favorable a sus intereses, y que en 2013-2014 le permitieron presentar un beneficio récord de 41,16 millones. Sin embargo, en 2014-2015 ya tuvo que dotar 9,731 millones y ahora se le han sumado otros 12,928 millones. “Hemos incrementado las provisiones en relación a los ejercicios anteriores debido a la incertidumbre y complejidad de los procedimientos, por lo que las provisiones son adecuadas y consecuentes con el devenir de los actos”, argumenta el consejo presidido por Raúl Martín Presa, máximo accionista con el 97,82% del capital.

 

El club tiene un segundo procedimiento penal por presunto fraude en las liquidaciones de IVA e IRPF entre 2005 y 2008, por el que se han dotado 6,03 millones de euros. El tercer y último proceso hace referencia al periodo 2009 y 2011, para el que se han provisionado 10,801 millones. Ambos procedimientos penales están pendientes de juicio, aunque ya “está provisionada la totalidad de la deuda solicitada en el procedimiento concursal, calificada como deuda contingente”.

 

 

De la resolución de estos procesos judiciales, cuya fecha de conclusión no está clara, dependerá en buena parte el futuro del club. La recuperación de parte de ese dinero depositado en los juzgados le permitiría disponer de un importante excedente de tesorería para afrontar su idea de comprar el estadio de Vallecas, cuya concesión administrativa vence en 2019 y cuyo deterioro ha hartado a la afición, también molesta por algunas de las operaciones realizadas en los últimos meses.

 

La más evidente fue la de la creación de una franquicia en la North American Soccer League (NASL) en los meses previos a perder la categoría. En las cuentas de 2015-2016 se confirma que la inversión directa del club español en el Rayo Vallecano de Oklahoma City asciende a unos tres millones de dólares, entre los 2,275 millones de dólares aportados para adquirir el 65% de la filial y un préstamo de otros 825.000 dólares.

 

En la memoria, se confirma la existencia de “problemas con el socio local y administrador de la sociedad” y, de hecho, el club ha dejado de operar. No obstante, como adelantó Palco23, el deterioro de esta operación fallida se incorporará a las cuentas de esta temporada, ya que el cese se produjo a finales de 2016. Lo que no está claro, y es algo que los accionistas minoritarios han exigido conocer, es qué coste habrá tenido y cómo se saldrá del mercado norteamericano, si vendiendo la licencia o retomándola más adelante en otra ciudad.

 

 

Uno de los gastos en nóminas más bajos de Primera en su último año

Tanto los problemas con Hacienda como la reserva de recursos a este proyecto de internacionalización mermaron su capacidad para invertir en el primer equipo durante 2015-2016. Pese a que los ingresos subieron un 35,6% y alcanzaron los 41,477 millones de euros, su volumen de gasto en personal deportivo fue el segundo más bajo de la categoría, con 15,71 millones, y sólo estuvo por encima de la SD Eibar y el Sporting de Gijón, que sí lograron preservar la categoría.

 

Pese a la situación de la entidad y los problemas del estadio, la base de socios y abonados respondió y dejó un 11,3% más por cuotas, con 1,962 millones, mientras que las ventas en taquilla y otros ingresos por competiciones subieron un 26,9%, hasta 1,065 millones. En cambio, los ingresos comerciales retrocedieron un 15%, hasta 2,95 millones de euros, en un ejercicio en el que el cambio más destacado fue el cambio de Erreà por Kelme como patrocinador técnico.

 

Para el ejercicio en curso no está claro aún cuál será el resultado económico, más allá de que sobre el césped se esté peleando por eludir el descenso a Segunda B. El club colgó en su día un presupuesto para 2016-2017 algo incompleto, ya que no se recogía la ayuda al descenso, que se cifra en unos 10 millones de euros, ni las dotaciones por la operación fallida en la NALS y algunos ingresos por traspasos. La situación real se conocerá el próximo 30 de mayo, día para el que se ha fijado la junta de accionistas. Y ahí Presa sabe que tendrá en los minoritarios a un rival duro, y no sólo porque la junta de accionistas se haya retrasado varios meses.