El Parma FC tropieza nuevamente en los juzgados: vuelve a suspender pagos con una deuda de 218 millones de euros

La historia del Parma FC vuelve a pasar por los juzgados. El conjunto italiano, que en 2004 ya se vio arrastrado a la insolvencia por la crisis financiera del gigante lácteo Parmalat, ha suspendido pagos formalmente hoy con una deuda que asciende a 218,45 millones de euros. La entidad, que lleva semanas buscando un inversor, tiene un patrimonio neto negativo de 46,69 millones, es decir, que ni siquiera tiene activos suficientes para vender y saldar sus compromisos.

El anuncio oficial de una situación que todo el mundo preveía que sucedería llega un día después de la detención del máximo accionista y presidente del club, Giampietro Manenti, y otras 21 personas por blanqueo de capitales. Este empresario compró el club en febrero por un euro a cambio de hacerse cargo de las deudas, promesa que no ha cumplido. Manenti relevó en el cargo al empresario albanés Rezart Taci, que había adquirido el Parma hacía apenas dos meses, cuando Tommaso Ghirardi decidió deshacerse de la entidad en diciembre ante el veto de la Uefa a que disputara competiciones oficiales por impago de impuestos, nóminas y otras facturas.

El club se enfrenta ahora a la liquidación y a tener que empezar como una nueva entidad desde las categorías de aficionados. Para que esto no suceda, debería aparecer un inversor dispuesto a inyectar en torno a 40 millones de euros para hacer frente a los pagos más inmediatos, aunque aún así correría el riesgo de ser descendido a la Serie B (equivalente a Segunda División) ante los reiterados impagos y el hecho de haber tenido que suspender ya dos partidos por la imposibilidad de abrir las puertas de su estadio e incluso de desplazarse al terreno de juego rival.