Clubes

El 'halcón' económico del Barça renuncia tras el descontrol del gasto de Bartomeu en la 14-15

Marc Menchén

24 jul 2015 - 05:00

El FC Barcelona está económicamente mejor que hace cinco años, pero en la última temporada se produjo cierto descontrol del gasto y la deuda y ha empezado a tener consecuencias en el ámbito institucional. Ramon Adell ha decidido renunciar a seguir presidiendo la comisión económica del club después de que todas sus recomendaciones en la última asamblea de compromisarios sobre vigilar estas dos partidas quedaran en saco roto, según ha podido saber Palco23. Su marcha coincide con la de  de Javier Faus, vicepresidente económico en el último mandato y que rechazó ir en la candidatura de Josep Maria Bartomeu.

 

Varias fuentes consultadas por este medio coinciden en que la marcha de ambos, más allá de que pueda haber algún componente profesional, es que "en el último año no se ha hecho caso de nada", en referencia a las recomendaciones que desde la comisión económica se hacían para evitar un aumento desbocado de los costes. "Se han realizado gastos que no son temporales, sino que se quedarán permanentemente", advierten. Y recuerdan: "Adell ya fue muy contundente en la última asamblea de compromisarios, pero no se ha hecho nada y él no quiere ver manchada su reputación".

 

Bartomeu Adell
Ramon Adell, que presidió la junta gestora durante el proceso electoral, en el día del traspaso de poderes con el presidente, Josep Maria Bartomeu.

 

Está por ver si la salida de Adell, que también presidió la comisión gestora y se vio muy presionado para firmar el fichaje de Arda Turan, va acompañada de la de otros miembros de la comisión económica, En ella figuran Jaume Guardiola, consejero delegado de Banco Sabadell; Carlos Tusquets, presidente de Mediolanum España; Antoni Esteve, presidente de la patronal Farmaindustria, y Josep Maria Xercavins, responsable del fondo inmobiliario Tauro Real Estate.

 

Para este equipo de trabajo fue todo un logro que la junta directiva aceptara que en la reforma de los estatutos se establecieran mecanismos para evitar un elevado endeudamiento, con Faus como uno de los principales valedores después de cuatro años de reducir el pasivo. La norma establecía que la deuda neta jamás podría superar en dos veces el ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones), aunque establecía una implantación gradual por la que en la temporada 2014-2015 ese ratio debía ser de 2,75. Sin embargo, ya el primer año de aplicación se incumplió al situarse en un múltiplo de 3,2.

 

Las fuentes consultadas advierten de la complejidad de cumplir el próximo año con este objetivo, con el agravante es que ese ratio deberá ser del 2,5 en la campaña 2015-2016 y del 2,25 en la siguiente. Pero Bartomeu no tiene otro remedio, y no sólo porque su junta deberá cesar si no cumple estos ratios en un plazo de dos años, sino porque también hace peligrar el compromiso de rebajar el endeudamiento neto a 200 millones en el plazo asegurado para poder iniciar el Espai Barça. De ello ya advirtió Palco23 hace una semana y lo vuelven a corroborar ahora personas conocedoras de la proyección de ingresos del club.

 

El ejercicio cerrado el 30 de junio de 2014 revelaba un endeudamiento neto de 328 millones, pero en julio y tras el fichaje de Turan, desde las oficinas del Camp Nou aseguran que la cifra ya alcanza los 370 millones de euros. "Ya veremos si no tendrán que refinanciar otra vez el crédito sindicado", indican sobre una fórmula que ya se siguió el pasado verano para aplazar los 51 millones que restan por pagar de este préstamo y poder afrontar el fichaje de Luis Suárez .

 

 

 

A esta situación se le añade un presupuesto, el de la campaña 2015-2016, en el que la previsión de ingresos será forzosamente inferior porque jamás se presupuesta ganar la Champions League, con toda la facturación asociada que ello implica (unos 50 millones), y no habrán grandes patrocinios que entren en vigor, más allá del de Lassa Tyres (unos cinco millones). Todo podría fiarse al nuevo contrato de patrocinio de la camiseta oficial y la de entrenamiento por separado, pero eso no sucederá hasta la temporada 2016-2017, una vez finalizado el acuerdo con Qatar Airways.

 

En cambio, tal y como recuerdan asesores fiscales de algunos jugadores, parte de las primas que se pagaron a los futbolistas se consolidan en su sueldo, por lo que tampoco se producirá una gran reducción de nóminas. En este punto, otra de las cuestiones que habría enfadado a Adell: por primera vez en cinco años se superó en tres puntos el tope del 70% recomendado por Deloitte para toda la masa salarial, provocado por las primas del triplete, pero también por la renovación al alza de algunos contratos.

 

"Habrá serios problemas para presentar unos presupuestos que no impliquen entrar en pérdidas", advierte un profesional conocedor de los trabajos que se realizan en el club. Otras fuentes ya advertían a este medio que deberá producirse la salida de jugadores, después de que en las dos últimas campañas se haya convertido prácticamente en estructural una partida de 50 millones de euros en traspasos. Por ello sorprende la oposición de Bartomeu a desprenderse de Pedro y Adriano, que en conjunto podrían generar cerca de 40 millones. Además, se dejarían de pagar 12 millones brutos en nóminas.

 

 

 

El difícil equilibrio entre el interés económico y el deportivo

 

El problema de fondo que aparece en la actual situación es la dificultad entre conjugar los intereses económicos del Barça, con los deportivos y sociales. Este es uno de los principales retos de la nueva vicepresidenta económica, Susana Monje, que deberá ser la que planifique junto al tesorero, Enrique Tombas, y el área financiera del club, la estrategia para cumplir con los estatutos sin alterar la actividad del primer equipo.

 

Y la primera prueba de fuego llegará ya en las próximas semanas, con Luis Enrique asegurando que la plantilla está cerrada y no quiere desprenderse de ninguno de sus jugadores, y un presupuesto aún en elaboración que reclama más ingresos para cuadrar las cuentas.

 

Bartomeu jugó la baza del papel de buen gestor en la campaña electoral y su proyecto estrella fue el Espai Barça. Puede parecer que esta iniciativa, con un coste de 600 millones de euros, queda lejos, pero lo cierto es que de las decisiones que se tomen antes de la próxima asamblea de compromisarios dependerá buena parte del futuro del actual presidente y de su programa para este mandato.