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El Gipuzkoa Basket fija su hoja de ruta para dejar de ser el ‘farolillo rojo’ de la ACB por ingresos

El club de San Sebastián se ha fijado como objetivo incrementar su facturación, de 2,6 millones de euros, y ha trazado un plan de activaciones de patrocinio con empresas locales para lograrlo. Mantener la categoría y atraer más aficionados al Donostia Arena también será clave.

P. López

16 ene 2019 - 04:57

El Gipuzkoa Basket tiene una media de asistencia a su pabellón de 2.700 personas, una cifra que la dirección quiere aumentar

 

 

El Gipuzkoa Basket vive una dicotomía en cuanto a resultados que no le permiten ni una sola tregua. El equipo regresó a la ACB en abril de 2017 y, tras una temporada en la que garantizó su permanencia en la Liga Endesa, esta campaña marcha último de la clasificación a dos victorias de la permanencia. Los resultados deportivos contrastan con los económicos, ya que la entidad ha logrado rebajar su deuda y finalizar el año en positivo, con un beneficio de 306.613 euros en 2017-2018.

 

“En LEB Oro tuvimos unas pérdidas de 50.000 euros; había cierto equilibrio financiero, aunque la acumulación de esas pequeños números rojos durante las temporadas anteriores generaron graves problemas de tesorería y un gasto financiero elevado”, explica a Palco23 German Cea, director general del Gipuzkoa Basket. Con la pérdida de la categoría en 2015-2016, la entidad recuperó el fondo de descensos y lo destinó a liquidar la deuda con Hacienda Floral y con los jugadores. Ahí empezó una nueva etapa para el club que; tras ascender una temporada más tarde y asegurar la permanencia, logró regresar a beneficios en la campaña pasada. Ahora, el objetivo es la consolidación.

 

Mantener la categoría y, en lo económico, cerrar el año lo más parecido a la temporada anterior”, asegura el directivo. Ello ha obligado al club a aprobar un presupuesto “lo más reducido posible”, admite Cea, sobre una previsión de ingresos de 2,6 millones de euros. Es el presupuesto más bajo de la ACB, y en él se incluyen los 400.000 euros a abonar anualmente y durante cuatro temporadas como valor de participación para poder competir en la Liga Endesa.

 

 

 

 

El directivo asegura que le reto es incrementar los ingresos con el fin de invertir más en la plantilla. Las líneas que prevé explotar el club son las de patrocinio y ticketing, dos partidas que presentan margen de mejora. La venta de entradas y abonos está lejos del que se firmó en la etapa dorada del equipo de baloncesto, en que se conseguía que la afición llenara los 11.000 asientos del Donostia Arena.

 

“Hay mucho deporte en la ciudad, con dos equipos en LaLiga, dos equipos de élite de balonmano femenino y masculino y el Gipuzkoa Basket. La oferta es amplia y las familias no pueden abonarse a todo. Por eso hemos firmado acuerdos para compartir aficiones entre diferentes clubes de la ciudad”, sostiene, sobre una medida que espera generar público cruzado. De este modo, espera aumentar los ingresos en concepto de socios, que esta temporada serán de 180.000 euros.

 

“En 2006-2007 se amplió el pabellón hasta 11.000 localidades y se llenaba. Pero ahora hemos perdido ese efecto de novedad y las cifras de asistencia han bajado notablemente”, valora. De ahí que el Donostia Arena trate de hacer promociones con aficionados, colegios, clubes de baloncesto de la ciudad y los patrocinadores, para mejorar una asistencia media de 2.787 aficionados hasta diciembre.

 

 

 

 

Los ingresos comerciales también son vitales. Por un lado, la Diputación de Gipuzkoa aporta 700.000 euros anuales a cambio de ser patrocinador; por otro lado están las marcas, como Delteco, que da nombre al equipo y tiene visibilidad en el frontal de la camiseta. “Intentamos lanzarles el mensaje de que tendrán presencia no sólo en una valla publicitaria, sino también en todas las actividades sociales que realicemos en la provincia. La idea es confeccionarles una activación a medida que vaya más allá del día de partido”, comenta.

 

El buen rumbo económico que lleva el club le ha permitido reducir la deuda. La más relevante la tiene con Kutxabank y es de 1,6 millones de euros, mientras que debe abonar 325.000 euros a Hacienda y 305.850 euros a varios miembros del consejo de administración. Con todo, Cea asegura que “lo más importante no es el pago de la deuda, sino ir generando ingresos y cerrar el año en positivo para mantener al club sano económicamente y financieramente”.