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El Getafe CF, en quiebra técnica tras perder 21 millones en 2014

Marc Menchén

18 may 2015 - 05:00

El Getafe CF selló ayer su permanencia en Primera División sobre el terreno de juego, pero lo cierto es que no lo tendrá tan sencillo para seguir un año más en la élite del fútbol español. La entidad se encuentra en causa de disolución desde junio de 2014, tras cerrar la última temporada con unas pérdidas de 21,78 millones de euros. De hecho, la auditora Salas y Maraver advierte en su informe que esta situación, sumada a un fondo de maniobra negativo de 31,37 millones, “representa una duda sobre la capacidad de la entidad para continuar su actividad”. Es decir, que existe el riesgo latente de un descenso administrativo si ese desfase presupuestario no se subsana con nuevas aportaciones de dinero para pagar las deudas generadas por esos números rojos.

 

La Liga de Fútbol Profesional (LFP) apenas ha actuado ante este escenario, ya que el club controlado por el empresario Ángel Torres ya admitía en sus cuentas de la temporada 2013-2014 que incumplía prácticamente con todos los ratios económicos que exige la patronal para ser inscrito en la competición. Por si fuera poco, anticipaba que en el ejercicio 2014-2015 perdería otros 4,22 millones. Que haya trascendido, sólo se le quiso imponer un tope salarial de 17,8 millones que un juez le acabó permitiendo rebasar para inscribir a Pedro León.

 

Getafe Eibar recurso
Pedro León, ayer en un lance del partido frente al Eibar.

 

Esta situación deja al Getafe CF en causa de disolución, “por pérdidas que dejen reducido el patrimonio neto a una cantidad inferior a la mitad del capital social”, tal y como recoge la Ley de Sociedades de Capital. Los números rojos de los dos últimos ejercicios sitúan el patrimonio neto negativo en 21,1 millones, cuando el capital social apenas supera el millón de euros y una reducción de capital sería insuficiente.

 

La legislación avisa que sólo se esquiva la disolución con un aumento de capital, y las promesas del máximo accionista a los auditores no serían suficientes. El auditor relata que existía el compromiso de convocar una nueva junta para aprobar una inyección de fondos por valor de 9,3 millones de euros “a través de cualquiera de las siguientes operaciones: acuerdos de ampliación de capital, operación acordeón, otorgamiento de préstamos participativos u otros”.

 

Adicionalmente, el equipo de Torres admitía estar “llevando a cabo ciertas y numerosas gestiones de cara a obtener financiación nueva, formalización de nuevos préstamos participativos y búsqueda de inversores”. En este sentido, a mediados de noviembre se especuló con que Hossein Hedayati, un empresario iraní de 51 años, preparaba la compra del 55% del Getafe. Nada más se ha vuelto a saber de ello.

 

Las cuentas se formularon el 5 de noviembre y fueron aprobadas en junta de accionistas el 17 de diciembre. Desde entonces, no han trascendido movimientos accionariales de forma pública ni se ha inscrito ninguna operación en el Registro Mercantil. De hecho, lo único notificado en los últimos meses es el cambio del auditor Salas y Maraver, que advertía de los problemas en su informe, por Grupo P&L Auditores.

 

 

 

Desplome de ingresos y disparo del gasto en personal

 

Uno de los principales motivos que han llevado al club azulón a esta situación es la caída de los ingresos (de 27,57 millones a 23,73 millones), fruto sobre todo del desplome de la recaudación por socios y abonados, que en un año pasó de 1,6 millones a 121.602 euros. En esta línea, los patrocinios y ventas de las tiendas pasaron de 1,47 millones a 726.173 euros. Pese a ello, el gasto en personal deportivo se disparó un 33%, hasta los 38,27 millones. La partida para empleados administrativos más que se duplicó hasta 1,35 millones.

 

Por si fuera poco, el traspaso de jugadores que en la anterior campaña ayudó a aminorar las pérdidas esta vez no funcionó: apenas se lograron 1,78 millones, frente a los 9,49 millones de la temporada 2012-2013. Esta partida mejorará considerablemente en el presente ejercicio, para el que se han presupuestado 7,5 millones por ventas, de los que 5 millones ya se aseguraron en diciembre con los traspasos del entrenador Cosmin Contra y el jugador Míchel al Guangzhou R&F. En los últimos días también habría logrado cobrar por fin otros cinco millones que se le adeudaban aún de la venta de Abdel Barrada al Al-Jazira en 2013.

 

Estos ingresos no afectan a la causa de disolución, ya que es una cuestión de balance, pero sí ha permitido solventar tensiones de tesorería. Cabe recordar que el Getafe CF era uno de los que recibieron denuncias por impagos por parte de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), y es que a junio de 2014 debía 12 millones a los jugadores. Además, mantiene créditos por 13,57 millones con Banco Sabadell, adeuda 3,2 millones a otros equipos y acumula una deuda con la Administración de 23,22 millones de euros.

 

 

 

Frentes judiciales que podrían salir muy caros

 

El club mantiene en su activo cuentas a cobrar por 16 millones, de los que 9 millones corresponderían al Ayuntamiento de Getafe. Ello, pese a que sus recursos contencioso-administrativos han sido rechazados y la cuestión se encuentra en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Muestra del riesgo de que acaben perdiendo es que en la temporada 2013-2014 ya no se incluyó el cobro de la subvención de 3,5 millones de euros.

 

Además, la administración concursal de Madrid Deporte Audiovisual, la gestora de derechos que en su día crearon Bankia y Telemadrid, reclama 9,7 millones en sendas demandas. Ambas reclamaciones han sido atendidas por los abogados del Getafe, pero se desconoce si ha habido avances sobre la resolución de estos litigios.

 

En cualquier caso, Ángel Torres sería uno de los principales perjudicados por el cese del Getafe CF, y no sólo por la vertiente emocional. El empresario tiene avales ante la banca por 9,2 millones y ante otros acreedores por 8 millones que él debería asumir si el club no paga.  Es el titular del 99,14% de las acciones.