El fútbol vuelve a pulverizar registros: gastó 6.370 millones de dólares en fichajes en 2017

El Paris Saint-Germain (PSG) pagó 222 millones de euros por Neymar al FC Barcelona, que rápidamente los reinvirtió en los fichajes de Ousama Demebelé (105 millones) y Paulinho (40 millones). Este movimiento de piezas explica, en parte, por qué la industria del fútbol volvió a pulverizar todos sus registros en 2017, con el gasto de 6.370 millones de dólares en la compraventa de jugadores a nivel internacional. Se trata de un importe que más que dobla la inversión que se realizaba hace sólo cinco años.

Pese a que la industria del fútbol cada vez está más globalizada, la última edición del Global Transfer Market Report de la Fifa señala que “la mayor parte del aumento en el gasto mundial se debe a los pocos equipos de la cima”. En concreto, apunta a que el 67,4% del gasto fue realizado por cincuenta clubes de trece países y prácticamente todos en Europa.

Según el estudio del regulador del fútbol a nivel mundial, un total de 15.624 jugadores cambiaron de equipo, un 6,8% más que en 2016. Las semanas de mayor intensidad coinciden con los periodos en los que las grandes ligas acostumbran a reforzar sus plantillas: enero, julio y agosto, con más de 3.000 movimientos en cada uno de estos meses.

LaLiga obtuvo un superávit de 110,1 millones de dólares en 2017, mientras que la Premier gastó 988 millones más de los que ingresó

Brasil continúa erigiéndose como una de las principales canteras del fútbol mundial, con 254 equipos participando en alguna transacción, la mayoría de ellas de venta. Le siguieron Alemania, con 143 equipos, Inglaterra (132), Argentina (111) y España (98). En total fueron 3.831 entidades deportivas que participaron de una forma u otra, pues sólo un 5,1% ejerció únicamente el papel de vendedor.

De hecho, el país latinoamericano obtuvo un superávit comercial de 226,9 millones de dólares en 2017, tras ingresar 298,8 millones y sólo haber gastado 71,9 millones de dólares. Sólo le supera Portugal, cuyos equipos acostumbran a captar muy pronto el talento de este mercado para después venderlo al resto de ligas europeas a precios muy superiores. Su saldo neto fue positivo en 707,5 millones, todo un récord gracias a que contrajo su gasto en un 46,2%.

LaLiga, pese a ser considerada una de las mejores del mundo, también ha controlado su gasto y es la única de las cinco grandes ligas que obtuvo un superávit comercial, con 110 millones de dólares y muy influenciado por el traspaso de Neymar. En total, el fútbol español invirtió un 43,2% en fichajes durante 2017, con 730,3 millones de dólares, mientras que la recaudación por traspasos subió un 51,6%, hasta 840,4 millones.

Ahora bien, si hay una competición que ha acelerado el saneamiento de otros equipos esa es la Premier League, con un gasto neto de 988,1 millones de dólares. Esta necesidad de captar talento benefició a todos los países, aunque especialmente a Francia, donde compró futbolistas por 336,7 millones de dólares, Portugal (324,1 millones), Italia (216,4 millones), España (194,5 millones) y Holanda (130,4 millones de dólares). En cuanto a LaLiga, Francia fue su principal país importador con 324,1 millones por el citado efecto del traspaso del delantero brasileño.

Con el paso de los años, la sofisticación de los contratos ha ido al alza, con la inclusión de pagos variables por cuestiones muy variopintas que van desde minutos jugados, a goles marcados o trofeos conseguidos. En 2017, si bien el 76,7% del dinero invertido fue para precios fijos de traspaso, un 16,3% correspondió a pagos condicionados y un 6,7% al abono de cláusulas de rescisión. Sólo el 1,3% fue para asumir costes de formación y similares.

En total, la Fifa asegura que el 15,8% de todas las operaciones incluyeron algún tipo de contraprestación económica. Y de esos 2.469 casos, sólo en 773 se excedió el millón de dólares. El precio medio de los traspasos de jugadores ha pasado de 1,7 millones a 2,6 millones de dólares entre 2011 y 2017, aunque el informe advierte que la inflación es mayor si sólo se analizan las cincuenta operaciones más costosas. Entonces, la media se dobla y pasa de 24 millones en 2011 a 48,4 millones de dólares el último año.

El informe también detalla el papel de los intermediarios, una figura que la Fifa ha querido modular con el tiempo y que el fútbol europeo ha decidido acotar para dejar de pagar comisiones excesivas. Como ya publicó Palco23, el gasto en intermediarios se situó en 447 millones de dólares el año pasado, con Inglaterra asumiendo buena parte de estos pagos (125,7 millones).