El dueño del Chelsea planea la venta del club por 3.300 millones de euros

Roman Abramovich pone a la venta el Chelsea. El magnate ruso, y propietario del club blue desde que lo adquirió por 140 millones de libras (156,1 millones de euros) en 2003, quiere poner punto y final a su relación con la entidad londinense. El empresario espera ganar 3.000 millones de libras (3.345 millones de euros) con la venta de sus acciones.

Así lo recoge la agencia Bloomberg, que asegura que el propietario ha contratado al banco mercantil Raine Group para que le asesore durante la venta. Por el momento ha rechazado ofertas valoradas en 1.950 millones de euros.

Uno de los motivos por los que el empresario ha puesto a la venta el club es el contexto político y económico que atraviesa el país tras el voto favorable al Brexit. De hecho, este proceso ha aumentado la severidad en materia de inmigración y visas, algo que ha afectado a Abramovich, cuya renovación del visado fue rechazada.

El Chelsea cerró la temporada 2016-2017 con un beneficio de 17 millones de euros

El presidente del Chelsea finalmente acabó renunciando a su permiso de residencia y adoptó la ciudadanía israelí en junio. Todo ello ocurrió después de que Sergei Skripal, ex espía de ese país, falleciera intoxicado, y de que Theresa May, primera ministra, afirmara que era “muy probable” que Rusia fuera la responsable. Además, el empresario optó por frenar la remodelación del Stamford Bridge, alegando al “desfavorable clima de inversión”.

El Chelsea FC planeaba invertir 500 millones de libras (557 millones de euros) en reformar el estadio. El proyecto contemplaba una ampliación del aforo para pasar de 41.600 localidades a 60.000 asientos, y que planeaba inaugurar en la temporada 2021-2020. En la actualidad es el octavo estadio más grande de la Premier League, pero sus vecinos Arsenal FC, West Ham United y Tottenham Hotspur cuentan con recintos más grandes.

El Chelsea cerró la temporada 2016-2017 con un resultado neto de 15,3 millones de libras (17 millones de euros), que contrasta con las pérdidas de más de 80 millones que sufrió en el ejercicio anterior tras acordar la rescisión unilateral de su contrato con Adidas.