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El dueño del Celta plantea construir un estadio fuera de Vigo y no vender

Palco23

2 dic 2016 - 17:34

Carlos Mouriño ha decidido elevar la presión sobre el Ayuntamiento de Vigo. El presidente y máximo accionista del RC Celta ha dado hoy una conferencia ante el Círculo de Empresarios de la ciudad en la que ha expuesto sus condiciones para no aceptar las propuestas de inversores chino que ha recibido para vender. Él sigue reclamando que le vendan la propiedad de Balaídos, aunque hoy ya ha abierto la puerta a construir un nuevo estadio a las afueras.

 

"Yo quiero quedarme en el Celta pero con un proyecto de futuro, y ese proyecto de futuro si no quieren que lo haga en Vigo lo haré en otra parte. Si hay algún ayuntamiento limítrofe a Vigo, llámese Nigrán, Porriño o Mos, que me da garantías de que me puede ceder el terreno, que es lo que pedimos, ya no nos debe asustar", ha enfatizado hoy.

 

El empresario ha ofrecido 30 millones de euros al consistorio por la propiedad de la instalación deportiva, aunque se ha topado con la oposición del alcalde, Abel Caballero. "Me es igual que se pueda decir que por posiciones legales no se puede hacer. Nosotros consideramos que se puede hacer si hay voluntad política, y sino que nos den un simple permiso para hacer un estadio o una ciudad deportiva, que es todo lo que estamos pidiendo", ha vuelto a reiterar.

 

Balaídos Reforma 16-17 650
El Celta ofrece 30 millones por la propiedad, el equivalente a lo invertido en la última remodelación.

 

Uno de los problemas de ocupar el estadio mediante concesión administrativa es la imposibilidad de explotarlo comercialmente más allá de los días de partido. El club quiere aprovechar su bajo nivel de endeudamiento para mejorar la oferta actual, con tiendas y puntos de restauración que hagan más atractiva la asistencia a un encuentro durante el fin de semana. Sin ir más lejos, la dirección encabezada por Antonio Chaves tuvo que rechazar una propuesta para albergar un concierto de U2 ante la oposición municipal.

 

Dentro de esta campaña para desbloquear la situación, se ha creado una página web en la que irán dando pinceladas sobre un proyecto de "futuro, arraigo y estabilidad".  "Tras una década de duro trabajo y sacrificio que iniciamos evitando la desaparición del Celta", advierten, "en pocos años el Celta no podrá competir en ingresos con el resto de clubes y por tanto afrontará la competición en clara inferioridad de condiciones".

 

De hecho, el actual consejo de administración considera que adquirir la propiedad de Balaídos "se reforzará su sólido arraigo con la ciudad, un vínculo inquebrantable", que consideran que ya han fortalecido "apostando por la Cantera en la formación y el desarrollo de las nuevas generaciones, y generando, desde la Fundación, proyectos integradores con los distintos colectivos sociales de Vigo".

 

Además, y para evitar especulaciones, se comprometen a dar "todas las garantías necesarias para que Balaídos nunca deje de ser un estadio de fútbol, con la renuncia expresa a una posible recalificación. Con la recuperación del estadio y el compromiso de nunca modificar su uso, el arraigo del Celta con Vigo será definitivo y la estabilidad y el futuro del Club estarán garantizados. Además, el presidente pondrá sus acciones como garantía del préstamo necesario para recuperar el estadio, por lo que será imposible la venta del club".

 

Está por ver cuál será el devenir de los acontecimientos y si Mouriño encontrará el respaldo de la sociedad viguesa en esta iniciativa, que de hecho supondría devolver la propiedad del estadio a un Celta que se la tuvo que vender al Ayuntamiento hace décadas para paliar su delicada situación económica. "Podéis decir que es una utopía, pero mi obligación como presidente es mirar el futuro y decir qué puede ser una realidad. No tengo ninguna garantía que suceda esto, pero puede suceder", ha concluido.

 

De no poder cumplir su objetivo, el empresario tiene una oferta formal encima de la mesa para vender la mayoría accionarial. Dado el caso, el presidente ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad ante los temores de que puedan llevarse al equipo a otra ciudad. "Nunca pusimos el club en venta, pero hemos recibido una oferta de compra. [...] Estoy poniéndole candados a las personas que hereden el club. Quiero procurar que el club no se mueva de aquí", ha asegurado.

 

El club de Vigo cerró la temporada 2015-2016 con unas ganancias de 9,85 millones de euros, el triple de lo presupuestado después de que los nuevos contratos audiovisuales y las plusvalías generasen más ingresos de lo previsto. En total, la facturación ascendió 54,9 millones, de los que 47 millones corresponden al negocio ordinario y 5 millones a traspasos.