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El director financiero del Barça 'salta' tras la reorganización ejecutiva

M.Menchén

18 sep 2015 - 04:58

La última remodelación de la estructura organizativa del FC Barcelona se ha saldado con varias recolocaciones de ejecutivos, pero también ha provocado salidas en la primera línea de mando. Néstor Amela, director del área económica del club durante los últimos cuatro años y medio, abandona las oficinas del Camp Nou y sus funciones serán asumidas directamente por Pancho Schröder, nuevo director corporativo y quien asumirá estas funciones entre muchas otras.

 

A diferencia de Laurent Colette, que también se queda fuera del comité de dirección pero seguirá en el club gestionando patrocinios, Amela abandona tras varios meses de ver cómo perdía relevancia en la gestión del club tras la salida de Antoni Rossich como director general a mediados de la temporada 2014-2015. Él fue quien lo fichó para el Barça en febrero de 2011, tras aceptar la oferta del entonces presidente, Sandro Rosell, avalado por su trayectoria en el grupo editorial Planeta. Ése habría sido el principal motivo de su salida.

 

Por ahora se desconocen cuáles serán los planes inmediatos de Amela. Sus casi cinco años en las oficinas del Camp Nou le avalan para seguir vinculado a la industria del deporte, aunque toda su carrera previa se desarrolló en el sector del libro y los medios de comunicación.

 

Entró en Planeta DeAgostini en julio de 2001 como controller financiero internacional; en septiembre de 2004 asumió el mismo cargo en Planeta Corporación; entre 2006 y 2007 fue el director financiero de Editorial Espasa-Casa del Libro, y, hasta enero de 2011, fue vicepresidente financiero y de servicios compartidos en Casa Editorial El Tiempo, la rama de Planeta en Colombia.

 

Amela ha sido un hombre clave en el proceso de saneamiento que inició el club en 2010, de la mano del entonces vicepresidente económico Javier Faus y Antoni Rossich. Quienes han trabajado con él aseguran que ha sido un “buen profesional” y “honesto”, con un “carácter quizás demasiado fuerte” pero que fue necesario para asegurar que las necesidades deportivas no acababan suponiendo un desbarajuste en el ámbito económico.

 

En el entorno del club argumentan que el gran pecado de Amela sería el haber sido un hombre fichado por Rossich. En el momento en el que él salió y se situó a Nacho Mestre como director general, su figura perdió peso y ha acabado saliendo del club en la reorganización definitiva del comité de dirección con el que el nuevo primer ejecutivo ha creado un equipo a su medida.