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El Dépor se mantiene en la senda del beneficio y cancela deuda con Banco Sabadell

El club gallego encadena cuatro años en beneficios, ha vuelto a invertir en jugadores y la refinanciación con Abanca ha aligerado la amortización de deuda a medio plazo.

Palco23

17 oct 2017 - 19:02

El RC Deportivo coge aire y gana músculo. El club gallego ha experimentado un último año en el que se han producido diversos movimientos, algunos de los cuales pusieron en riesgo su futuro y otros que han servido para amarrar a medio plazo su viabilidad. Tras encadenar su cuarto año consecutivo de rentabilidad y contemplar un 2017-2018 con beneficios, la entidad ha conseguido poner orden a la deuda y liberar recursos para poder fichar a jugadores.

 

La facturación ordinaria se disparó un 48% en 2016-2017, hasta 61,26 millones de euros, un volumen de facturación que esperan mantener para este año. A esta cifra se le suman las plusvalías netas de 13,5 millones que obtuvieron por traspasos como el de Lucas Pérez el verano de 2016, y que sirvió para acelerar la reducción de deuda con Hacienda. Es más, el beneficio neto, que se situó en 5,85 millones, habría sido cuatro veces superior de no anotarse un gasto financiero de 19,7 millones por la sentencia del Tribunal Supremo sobre la deuda con Hacienda y la amortización de la misma.

 

El motor de crecimiento continúa siendo la televisión, que con 44 millones de euros representó el 72% de todos los ingresos recurrentes. En paralelo, se logró mejorar un 2,6% la recaudación por socios y abonados, rentabilizando las obras de adecuación realizadas; la venta de entradas y por competiciones mejoró un 10,5%, hasta 1,83 millones, mientras que el área de publicidad y comercial creció un 25,5%, hasta 6,38 millones, por la entrada en vigor del patrocinio de Luckia en la manga de la camiseta.

 

 

El principal socio comercial continúa siendo Abanca, que lidera una pirámide de la que se cayó Reale Seguros. El banco ya no sólo tiene publicidad en el pantalón como parte del convenio de acreedores, sino que desde este verano es también el dueño de los title rights del estadio Riazor, en el marco de una operación financiera que ha tenido un importante impacto.

 

La entidad financiera firmó un crédito de 45 millones de euros con el Dépor, que podrá amortizar hasta 2032 y que le ha permitido cancelar compromisos que suponían un lastre competitivo a corto y medio plazo. Con ese dinero se han cancelado de forma anticipada 43 millones que se debían a Hacienda en el marco del concurso de acreedores, pero se ha aprovechado la posición de caja para también cancelar los 5,1 millones que mantenían con Banco Sabadell.

 

En la memoria anual, a la que ha accedido Palco23, el club presidido por Tino Fernández explica que, con esta refinanciación “se reduce el importe de servicio anual de deuda, eliminándose los variables que provocaban que unos mayores ingresos de televisión y por venta de jugadores, supusieran un incremento de la cifra a amortizar de deuda”.

 

 

Muestra de ello es que, con esta operación, la deuda del concurso que deberán cancelar cada año baja de más de 8,5 millones a sólo 1,22 millones de euros. Los pagos con Abanca subirán progresivamente, empezando por 1,86 millones en 2017-2018. En resumidas cuentas, bajarán de 10 millones a 4 millones de euros el importe a reservar para satisfacer estos compromisos, liberando recursos para fichajes.

 

Es un cambio de escenario que se refleja claramente en el balance coruñés, en el que los derechos de adquisición de jugadores (inmovilizado intangible) ha pasado de 2 millones a 14,98 millones de euros. De hecho, en el calendario de vencimientos figuran pagos a entidades deportivas por 5,99 millones este ejercicio, otros 5,62 millones en el siguiente y 3,25 millones más en 2019-2020.

 

También lo hará en la partida de nóminas, con un tope salarial (sueldos y amortizaciones) autorizado por La Liga que asciende a 40,74 millones de euros. En el último ejercicio, el club autorizó pagos por 29,85 millones en nóminas, de los que 3 millones corresponden a personal no deportivo, y otros 5,1 millones en amortizaciones por fichajes.

 

El resto de costes subió, en algunos casos influenciados por La Liga. En aprovisionamientos se contabilizan los pagos que los clubes deben realizar a la patronal y a otros organismos como el Consejo Superior de Deportes (CSD), en virtud de lo que se estableció con la centralización de la venta de las retransmisiones. El resto de gastos de explotación subieron un 10%, hasta 10,93 millones de euros.

 

Una política de contención focalizada a optimizar costes y centrar los recursos en el terreno de juego, ya que “siendo una empresa que tiene su actividad económica principal entorno a las competiciones en las que participa su equipo de fútbol profesional, la única incertidumbre representativa es la permanencia del equipo en la Primera categoría nacional de fútbol”, recuerda el consejo de administración.