Clubes

El CT Valencia prepara una inversión de 1,2 millones para renovarse

La entidad fundada en 1905 fue una de las impulsoras de la Federación Española de Tenis. Con un presupuesto de 2,5 millones y 5.500 socios, aspira a seguir fomentando el este deporte en la región

Patricia López

10 may 2018 - 04:57

El 70% del presupuesto del Club de Tenis Valencia procede de las cuotas sociales

 

 

En el centro de la capital del Turia se encuentra el cuarto club de tenis más longevo del país: el Club de Tenis Valencia. Fundado en 1905, la instalación hizo de este deporte su latemotiv y su principal palanca de crecimiento, que le llevó a consolidarse como uno de los principales clubes de España. Prueba de ello es que fue uno de las entidades que fundó la Real Federación Española de Tenis (Rfef), y que en sus pistas se han disputado cuatro ediciones de la Copa Davis, una Copa Federación y seis ediciones del Valencia Open 250.

 

Ahora que la ciudad no cuenta con ningún torneo ATP, el club pelea para seguir promocionando la práctica del tenis entre los más jóvenes en una región, la Comunidad Valenciana, considerada una de las cunas del talento tenístico español. “El primer artículo de nuestros estatutos define que el club está constituido para promocionar el tenis. No buscamos lucrarnos, sino desarrollar este deporte”, explica el gerente de la instalación, Alberto Talavera.

 

En ese camino por fomentar la disciplina y proyectar a las tenistas de la región, cada año organiza el BBVA Open Ciudad de Valencia, uno de los mejores ITF 25.000 del circuito femenino con el que “las promesas valencianas puedan competir en casa, con el ahorro de costes que eso conlleva”, justifica.

 

 

 

 

“No cobramos entrada y repartimos los pases entre colegios, asociaciones y colectivos para que vivan la experiencia y así se animen a jugar al tenis”, añade el gerente, que también organiza el Torneo David Ferrer y forman parte del circuito del Valencia Tenis Tour. “Ayuda a que los jóvenes quieren practicar este deporte con continuidad y no de manera esporádica”, aclara. El club cuenta con 250 jugadores federados de entre diez y ochenta años.

 

Esta apuesta obliga al complejo a compaginar el servicio al socio que asiste al centro para socializar con la formación del tenis. “Tenemos 5.500 socios de entre siete y setenta años que vienen para jugar al tenis, el pádel, ir al gimnasio o jugar al bridge. Lo más complicado como gestión es aunar los diferentes intereses de un colectivo tan grande”, asegura el directivo.

 

Contentar a todos los abonados no es una cuestión baladí, ya que el 70% del presupuesto de 2,5 millones de euros procede de los socios, mientras que el 30% restante del alquiler de espacios, el entrenamiento personal y el patrocinio. Entre los sponsors principales están BNP Paribas, Vithas, Aguas de Valencia, la marca deportiva Sergio Tachini y el Ayuntamiento.

 

 

 

 

Para mejorar el servicio al abonado, la instalación ha mejorado su servicio de fitness. De hecho, la llegada de Alberto Talavera hace nueve años buscaba este mismo objetivo, ya que anteriormente fue director de varios gimnasios Virgin Active y Holmes Place. Para apuntalar el futuro del club, invirtió 3,3 millones de euros en la última década para mejorar la piscina, habilitar dos pistas de pádel, mejorar las pistas de tenis para que estuviera certificadas por la federación internacional (ITF) y mejorar el gimnasio.

 

El directivo asegura que el auge que experimentó el pádel hace diez años le recuerda al que ahora vive el fitness. “Incorporamos el pádel como complemento al tenis para fidelizar a más gente, pero ahora las inversiones se están yendo hacia el gimnasio. “Hemos mejorado la instalación para competir con cualquier otra instalación privada. Nos adaptamos a esas tendencias”, comenta. Próximamente, los socios votarán si ratifican o no el proyecto que ha desarrollado la dirección para revitalizar el edificio. A la primera fase de las obras se destinará en torno a 1,2 millones de euros, siempre que los miembros voten a favor.

 

Este proyecto no persigue aumentar el número de asociados, ya que la instalación tiene lista de espera y hace siete años se restringió el acceso a las personas que tenían vínculo familiar con sus miembros. Si bien antes bastaba con abonar una matrícula y contar con el aval de dos socios, ahora sólo pueden acceder los cónyuges y los hijos de los socios aportando una matrícula de 15.000 euros y el importe del título social. “La clave es la adaptación a las nuevas tendencias manteniendo las costumbres existentes. Eso es lo que ha caracterizado al club durante toda su historia”, subraya Talavera.