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El Club de Campo Villa de Madrid extiende su ‘rally’ de inversiones al golf tras repetir beneficios

El club propiedad del Ayuntamiento de Madrid, que ya había programado inversiones en las áreas de fitness, hípica, patinaje y natación, ha decidido limitar a 35.000 el número de miembros para dar estabilidad a un negocio de 24,3 millones de euros al año.

Álvaro Carretero

18 jun 2019 - 05:00

El club propiedad del Ayuntamiento, que ya había programado inversiones en xx áreas, ha decidido limitar a 35.000 el número de miembros para dar estabilidad a un negocio de xx millones de euros al año0

 

 

El Club de Campo Villa de Madrid (Ccvm) iniciará una nueva etapa en la que espera que tenga tintes continuistas. El cambio de color político en el Ayuntamiento traerá consigo un relevo en la presidencia, cargo que ha ocupado Luis Cueto durante los últimos cuatro años. Antes de iniciar la transición, se han aprobado medidas como la limitación del número de abonados a un máximo de 35.000 personas y ha sacado a concurso la reforma del recorrido amarillo de golf para adaptarlo al nivel de los socios. Un rally de inversiones que se suma a las ya anunciadas en una institución que en 2018 repitió beneficios con 1,2 millones de euros, tras facturar 24,3 millones.

 

“Constatamos que el recorrido era demasiado complejo, por lo que lo abrimos a concurso para hacerlo más accesible” explicaba a Palco23 Luis Cueto, aún presidente de la entidad hasta que se renueven todos los cargos. Actualmente el proceso se encuentra en fase de análisis, en la que se están valorando las diferentes propuestas “presentadas por empresas nacionales e internacionales”. Sin embargo, aún no hay proyección sobre la cantidad de recursos que requerirá la reforma, ya que “dependerá del tipo de proyecto y tendrá que ser validado por el nuevo consejo de administración”, indica.

 

Esta no será la única inversión que se realice en el club en materia de golf, ya que también se ha asegurado la presencia del Open de España los próximos cinco años. El contrato será en formato de 1+4, es decir, que Madrid Trophy Promotions, empresa que también gestiona el Mutua Madrid Open de tenis, podrá decidir al término de la primera edición si ampliar la vinculación, aunque tanto Cueto como el consejo se mostraron “optimistas” con la futura renovación.

 

 

 

 

El objetivo es que el torneo trascienda los límites del green y se convierta en una opción más dentro de la oferta de ocio que ofrece la ciudad. Para ello, se seguirá el modelo del Mutua Madrid Open, que ha conseguido ser un escaparate a escala internacional y convertirse en un producto de entretenimiento para los aficionados. Una de las medidas que se llevará a cabo es instalar una grada en el hoyo 18, mientras que el club garantizará la asistencia gratuita para todos sus socios.

 

Sin embargo, el gran reto no pasa únicamente por los torneos internacionales ni el impacto a nivel internacional que se deriva de los mismos, sino por el retorno socioeconómico que genera a través de ellos. “El objetivo de todas las líneas de actuación es que repercuta en los socios, aunque es evidente que albergar el Open de España o acoger a deportistas de alto rendimiento nos da un prestigio añadido y nos ayuda a generar referentes para impulsar el deporte base”, argumenta Cueto.  

 

Sin embargo, el tránsito para afianzar el nuevo rumbo del club entre sus abonados “no ha sido sencillo”, admite. “Durante los primeros años tuvimos que hacer una labor casi pedagógica porque había miedo al cambio, pero hemos demostrado que el modelo que queríamos construir era sostenible”, afirma Cueto. Aunque la volatilidad política siempre es un riesgo, ya que el Ayuntamiento controla el 51% de la entidad, “la riqueza del club reside en que no es monocolor, sino que todos los responsables políticos y de las áreas del club han estado involucrados en el plan estratégico que impulsamos”, indica.

 

 

 

 

Dentro de ese documento también se detallaban las inversiones para acometer reformas en las infraestructuras del Ccvm. En 2018 se aprobó la construcción de un centro de wellness que contemplaba edificar una zona de fitness de 1.000 metros cuadrados y seis salas para actividades dirigidas. 

 

Hoy, tanto ese proyecto como la pista cubierta de patinaje están aprobados, a la espera de que el Ayuntamiento autorice la licitación de las obras. “La concesión se ha demorado más de lo previsto, pero el trabajo está hecho y en los próximos años continuarán las inversiones”, defiende.

 

A la espera de poder cumplir el resto de proyectos, este año sí que se podrán acometer otras remodelaciones menores como la cubierta de las pistas de pádel, las obras de adecuación de las cuadras o los planes de accesibilidad universal y de transición energética. El recorrido de golf, el gimnasio o la pista de patinaje cubierta son sólo algunos de los proyectos pendientes de la concesión del Ayuntamiento.

 

Otra de las últimas medidas aprobadas por el Club de Campo ha sido fijar el número máximo de abonados en 35.000 personas. Esta cuestión nunca se había llevado a cabo, pese a estar recogida en los estatutos de la entidad, y pretende ser uno de los pilares en los que se asiente el futuro económico de la entidad.

 

 

 

 

Una de las primeras consecuencias de esta medida será que el presupuesto se compacte, a cambio de garantizar la autosuficiencia económica sin necesidad de depender “de la entrada de miles de abonados nuevos para mantenerlo a flote”, indica Cueto. Actualmente, la instalación es autosuficiente y se financia únicamente con los ingresos que proceden de sus socios, que en 2018 crecieron un 1,98%, hasta 18,7 millones de euros. Todo ello sin que la cuantía de las cuotas haya aumentado en los dos últimos años.

 

De hecho, el club madrileño presentó un beneficio antes de impuestos de 1,22 millones de euros en 2018 gracias a la estabilidad del fondo de maniobra, la reducción del pago de impuesto de sociedades y la medida anteriormente mencionada de limitar el presupuesto y las nuevas entradas de abonados. De hecho, los ingresos derivados de altas nuevas de lista de espera han caído un 48,8% y han provocado una reducción del 5,5% del volumen de negocio, hasta 24,3 millones de euros. No obstante, esta era una situación ya prevista.

 

Según el presidente del Ccvm, “el objetivo no es crecer desproporcionadamente, sino dar un servicio de calidad a los socios” y que la aportación del Ayuntamiento “se limite únicamente para acciones específicas o grandes inversiones, como la remodelación de instalaciones, que no queremos cargar a los abonados”.

 

El Club de Campo se encuentra ante un posible punto de inflexión en el que su titularidad pública le hace ser susceptible a los vaivenes políticos. Sin embargo, el plan estratégico es la principal baza de la entidad deportiva y social para garantizar una tendencia continuista. “Creo que el próximo presidente se va a encontrar la mejor situación posible, ya que sólo tendrá que encargarse de ejecutar los proyectos”, afirma. Todo ello por reflotar una entidad que durante años ha sido uno de los pulmones de Madrid y que “después de estos cuatro años, ha encontrado su sitio”.