El CF Reus busca tutela judicial para renegociar una deuda de cinco millones

El CF Reus está a punto de convertirse en el primer club de LaLiga que suspende pagos en plena etapa de saneamiento y consolidación de la competición. El consejo de administración desveló ayer a los pequeños accionistas que ha decidido solicitar preconcurso de acreedores, con el objetivo de obtener tutela judicial antes de que un tercero le inste la antigua suspensión de pagos. Ello, tras rondar los seis millones de euros en pérdidas durante el actual mandato.

En paralelo, la entidad controlada en un 90% por Joan Oliver ha puesto en marcha una ampliación de capital por al menos 2,5 millones de euros para restablecer su situación patrimonial y disponer de liquidez, pues acumula una deuda de cinco millones de euros. “Estamos en negociaciones con varias personas que han mostrado interés para invertir en el club. A día de hoy estas conversaciones siguen vivas y con máxima intensidad. Esperemos que den frutos a corto plazo”, ha asegurado.

Con este movimiento, el también ex director general del FC Barcelona conseguirá tres meses para negociar con los acreedores antes de que un juez pueda intervenir sus funciones y sitúe a un administrador concursal a gestionar el club. De esta manera, será Oliver el que pueda buscar una solución con los distintos acreedores, entre los que se encuentra una plantilla que no cobra su nómina desde septiembre. Según ha asegurado hoy, confía en que dentro de un mes podrá cerrar la entrada de un nuevo inversor, con el agente Jorge Mendes como uno de los que podría invertir en el proyecto, según distintas informaciones periodísticas.

El CF Reus busca 2,5 millones entre inversores mientras renegocia una deuda de cinco millones, la mitad con bancos

En caso de que en esos tres meses no haya acuerdo, los afectados podrán instar la entrada en los juzgados para que sea un tercero el que decida cuál debe ser el plan de viabilidad que asegure el futuro de la compañía. El mismo ya estuvo en entredicho este verano, cuando tuvo problemas para disponer de un plantel mínimo tras un mayor gasto en salarios del que tenía autorizado.

“La situación financiera del Reus es delicada y no lo podemos esconder. Somos un club pequeño y nuestro nivel de ingresos es tan pequeño que es muy difícil poder mantenernos en esta categoría”, ha insisitido. En este sentido, se ha quejado del poco apoyo social que reciben, con apenas 2.000 abonados que afectan tanto a la recaudación por taquilla como al porcentaje de ingresos por televisión que reciben.

Oliver ha desvelado que 2017-2018 concluyó finalmente con unas pérdidas de 983.000 euros, por lo que el CF Reus acumula unas pérdidas de 5,6 millones de euros al cierre del último ejercicio. En las cuentas del ejercicio, a las que tuvo acceso Palco23, se refleja que toda la deuda del equipo de fútbol es a corto plazo, con 3,1 millones de euros comprometidos con la banca. Además, hay otros 863.000 en compromisos financieros con terceros, 500.000 euros con Hacienda y 323.000 euros con los propios futbolistas.

En su informe, el auditor del club ya advertía de que la dirección debía tomar medidas para capitalizarse porque el patrimonio neto ya era entonces negativo en 666.523 euros. “La sociedad va a tomar las medidas oportunas para equilibrar su situación patrimonial y asegurar la viabilidad futura de la misma”, añadía. Y en eso ha asegurado estar Oliver, pese a que ha admitido que 2018-2019 preveían volver a registrar números rojos. “Lo consideramos normal para poder competir, pero LaLiga nos lo ha cortado”, ha asumido Oliver.