El CD Tenerife convoca a sus accionistas entre tambores de relevo presidencial

El CD Tenerife regresó a Segunda División A la pasada temporada y eso debería ayudar a pensar en que la calma reina en las oficinas del Heliodoro Rodríguez López. Sin embargo, la junta de accionistas convocada para el próximo 29 de diciembre estará marcada por los rumores sobre un posible relevo presidencial. Desde hace meses, los exjugadores Pier Luigi Cherubino y César Gómez promulgan públicamente su intención de acceder al cargo, aunque sin concretar sus planes de futuro ni de si disponen el apoyo accionarial necesario.

Miguel Concepción, actual presidente, es el titular del 10,84% del Tenerife y es uno de los pocos accionistas significativos del club,  que cuenta con más de 30.000 accionistas, según reveló hace unos días el propio Concepción. La fuerte atomización del accionariado es uno de los motivos por los que la junta obliga a disponer de un mínimo de 115 acciones para acudir a la junta, lo que dificulta el acceso de algunos minoritarios ante la falta de una asociación que los aglutine, como sucede con otros clubs.

A la espera de conocerse los detalles de las cuentas de la temporada 2013-2014, que son las que se someterán a votación, todo apunta a que el club podría haber dejado atrás las pérdidas gracias a los derechos de televisión. Tras lograr el ascenso a Segunda División A, el Tenerife acordó con Mediapro el cobro de 2,5 millones de euros por temporada si logra la permanencia en esta categoría. Esta cifra contrasta con los 70.000 euros que percibió por este concepto en la campaña 2012-2013, según el Registro Mercantil.

Pese a la situación de mejora que supone el ascenso, lo cierto es que el club ha acumulado unas pérdidas de 26 millones de euros en su historia reciente que han provocado un "elevado endeudamiento", según la memoria económica. Con unos ingresos que rondan los siete millones de euros, el club acumula una deuda total de 31,7 millones de euros, en buena parte con los bancos. A efectos de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), el conjunto chicharrero rebaja sus compromisos a 18,9 millones.

En los últimos dos años el club ha bordeado el concurso de acreedores, aunque al final ha logrado pactar con Hacienda, La Caixa y Bankia (sus principales acreedores) para negociar sus vencimientos. El Tenerife, que cuenta con un importante respaldo institucional por el que hace uso gratuito del estadio Heliodoro Rodríguez López, asume sin embargo la necesidad de buscar un inversor que aporte capital.

Para mejorar su situación de tesorería, la junta ha procedido a la venta de algunos inmuebles que tenía en su propiedad, como el edificio donde están las oficinas del club o una parcela situada junto a la Ciudad Deportiva y que en el fondo ha sido adquirida por los propios miembros de la junta, que en conjunto han supuesto más de diez millones de euros para cuadrar las cuentas.

Insuficiente, ya que a principios de año se tuvo que proceder a una importante reducción de capital, al pasar de 10,55 millones a sólo 1,75 millones de euros "para aplicarlo a pérdidas" y evitar que la sociedad esté en causa de disolución. Todo ello se produce mientras el equipo bordea los puestos de descenso y la afición cuestiona abiertamente a su entrenador.