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Los inversores extranjeros aceleran la capitalización de LaLiga: 1.000 millones más en cinco años

La entrada de Turki Al-Sheikh en la UD Almería, con una inyección de 31 millones, culmina un ciclo de año y medio en el que inversores americanos, árabes y asiáticos han apostado por invertir en la competición, con una decena de cambios de propiedad.

Marc Menchén

18 sep 2019 - 05:00

LaLiga ha incrementado su exposición internacional, y eso ha provocado que los clubes reciban el apoyo de nuevos inversores

 

 

Estabilidad y rentabilidad. LaLiga ha conseguido dar la vuelta a su imagen exterior en sólo cinco años gracias a la sostenibilidad que ha dado la televisión a la inmensa mayoría de clubes y que ha fomentado la entrada de nuevos inversores. El último en llegar ha sido Turki Al-Sheikh, alto cargo del Gobierno de Arabia Saudí, que se ha hecho con el 96% de la UD Almería. Ahora bien, no ha sido el único, pues en año y medio se han producido movimientos accionariales en una decena de equipos del fútbol profesional español. Y el acento extranjero cada vez es mayor, aunque aún no tan intenso como lo es en la Premier League.

 

Una de las claves del efecto llamada es la mayor exposición mundial del torneo, pero otro menos visible es el del potencial retorno a medio plazo que ofrecen estas inversiones. El sistema de control económico prácticamente disipa cualquier riesgo de números rojos, y la previsión de la patronal es que los clubes también pulvericen los índices de rentabilidad con un beneficio netode más de 225 millones de euros en 2018-2019, frente a los 189 millones del último ejercicio (+6,7%). De hecho, esa rentabilidad y las numerosas ampliaciones de capital han hecho que el patrimonio neto de los clubes se haya aumentado en 955,4 millones de euros desde 2013-2014, hasta 1.496,4 millones de euros, según datos de la competición.

 

“Sin tener en cuenta el resultado del FC Barcelona y el Real Madrid, las ganancias son de 137 millones de euros; en la temporada 2011-2012 estos clubes perdían 216 millones de euros”, comentaba meses atrás Javier Gómez, director general corporativo de LaLiga, en la presentación del informe económico-financiero de la competición, cuyo negocio procede en un 85% de LaLiga Santander y en un 15% de LaLiga SmartBank. Y aun así, es en la segunda categoría del fútbol español donde más agitado está el mercado.

 

 

 

 

¿La razón? Un asesor en este tipo de transacciones explica a Palco23 que “el motivo es que ven un mayor potencial de revalorización ahí; puedes comprar mucho más barato que en Primera e, inyectando un extra adicional, elevar las posibilidades de ascenso”. Las valoraciones no han cambiado mucho, y los expertos mantienen que un club de Segunda difícilmente pasará de 20 millones de euros por el 100%, en función de su pasivo e implantación social, mientras que un equipo estabilizado en Primera puede estar ya por encima de 50 millones de euros.

 

Y ahí un ejemplo de cómo puede variar el precio en función de la tabla es el Real Valladolid, que finalmente logró una valoración contable de 50 millones de euros cuando Carlos Suárez traspasó el 51% del club a Ronaldo Luiz Nazariopor unos 25 millones. El ejecutivo español aguantó en las negociaciones y, una vez logrado el ascenso, vendió con la seguridad para el exfutbolista brasileño de que la deuda que arrastraba la entidad se podría dejar prácticamente a cero con los derechos de televisión.

 

Es el mismo sueño que tiene Al-Sheikh, que inyectará 31 millones en el Almería para aumentar sus opciones de ascenso, pero también lo es del hólding inversor liderado por David Blitzer, copropietario del Crystal Palace de la Premier League y los Philadelphia 76ers de la NBA. Él junto a un grupo de socios que encabeza Iván Bravo, director general de la Academia Aspire y ex director de estrategia del Real Madrid.

 

 

 

 

Ambos se han hecho con el 98,18% de la AD Alcorcón este mismo verano, en una operación valorada en 12 millones de euros y que ha reportado plusvalías al belga Robert Duchatelet. Este empresario, asesorado por BDO desde su llegada en 2014, había invertido en torno a diez millones desde su llegada entre la compra de acciones y aportaciones anuales para mantener la competitividad.

 

El caso del conjunto alfarero es similar al del CD Numancia, un club sin deudas, asentado en la categoría y con el hándicap de tener una de las masas sociales más pequeñas de LaLiga. Francisco Rubio Garcés puso fin a una etapa de 25 años en las que invirtió 20 millones y traspasó el 95,7% de la propiedad a un Moisés Israel Garzón, fundador de la agencia de márketing deportivo Chapman y que controla el portal SportYou, y Francisco Velázquez, presidente de la firma de inversión Axon Partners Group.

 

Ambos pagaron algo más de 10 millones de euros por las acciones, aunque han empezado a recuperar rápidamente su apuesta con el reparto de dividendos. En concreto, una de sus primeras decisiones fue retribuirse a sí mismos con 5,1 millones de euros.“Sigue siendo uno de los clubes más solventes”, defendió el consejo de administración.

 

 

 

 

Es un escenario más difícil de plantear en el Real Zaragoza, donde el expresidente de Telefónica César Alierta se ha hecho con el 49% del club. En su caso, lo ha hecho mediante la compensación de créditos por 1,86 millones de euros. Es la misma fórmula utilizada por José Sepulcre para recuperar el control del Elche CF, del que se ha hecho con un 66% tras una operación que ha reducido la deuda de la entidad en más de quince millones de euros.

 

Estas dos operaciones no son una excepción, pues en este último ciclo han sido habituales las compraventas con ampliación de capital asociada para rebajar la deuda. Fueron los casos de Valencia CF o RCD Espanyol, dos de los primeros que abrieron las puertas al capital asiático. En total, estas inyecciones alcanzaron 226,7 millones de euros entre 2013 y 2018. Turki Al-Sheikh ha añadido otros 31 millones a esta cifra con el Almería, y la pregunta es quién será el siguiente. Ahí podría estar el próximo candidato al ascenso o un título.