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El Barça se alía con el MIT en busca de un tesoro: automatizar el análisis de equipos rivales

Un grupo de trabajo de la universidad, considerada como una de las mejores del mundo, trabaja con el club para analizar distintos métodos de análisis de datos para analizar comportamiento de los equipos a la hora de atacar.

M.Menchén

7 jun 2018 - 05:00

El Barça se alía con el MIT en busca de un tesoro: automatizar el análisis de equipos rivales

 

 

El análisis de los rivales es una parte esencial de cualquier club profesional, y el FC Barcelona quiere optimizar todos los esfuerzos que realizan los técnicos en esta parcela. Para lograrlo, el club ha firmado un acuerdo con el Massachusetts Institute of Technology (MIT), una de las universidades más prestigiosas del mundo y que, durante cuatro meses, tendrá a un grupo de estudiantes centrado al 100% en ayudar a diseñar un sistema de análisis sobre cómo atacan el resto de participantes de LaLiga.

 

Fuentes conocedoras del proyecto señalan a Palco23 que “el gran reto y objetivo es ver si buena parte del trabajo de análisis de vídeo que hacen los técnicos se puede automatizar, de manera que podamos dar valor a su trabajo porque el corte de los vídeos se genera automáticamente”. Para conseguirlo, el grupo de trabajo del MIT está estudiando “si hay opción de que, con inteligencia artificial y computación por visión, se pueda automatizar ese proceso y entender esos patrones de juego, que ahora dependen de una opinión subjetiva”.

 

El Barça asume que el proyecto “no tendrá una aplicación directa inmediata”, puesto que el desarrollo de un sistema informático requerirá de mucho más tiempo y, sobre todo, de muchos más datos que los actuales. De momento, los análisis sobre cómo utilizar el big data para sacar patrones de comportamiento se realizarán a partir de las estadísticas de Opta, uno de los principales proveedores de datos en la industria del deporte y que registra más de 1.500 situaciones por partido. Es decir, que inicialmente se estudiará con la monitorización de lo que sucede cuando un futbolista tiene la pelota.

 

 

 

 

La gran revolución, apuntan fuentes del club, será poder procesar las imágenes para alimentar una hipotética plataforma basada en la inteligencia artificial, pues ahora “nunca tienes datos del jugador que no tiene el balón”. Esta información está en manos de LaLiga, que es la que ha instalado en todos los estadios el sistema Mediacoach, desarrollado junto a Mediapro y que traduce en datos todo lo que sucede en el terreno de juego, aunque no sea la zona donde está rodando el balón.

 

“Ahora no tenemos acceso, pero esperamos que lo abran”, indican. Mientras, las innovaciones mediante la computación por visionado se realiza con las grabaciones que realizan de los partidos de los juveniles en la ciudad deportiva. “El volumen de datos aún es muy pequeño, porque son datos que obtenemos de grabar al juvenil que después se transforma en datos”, añaden.

 

La importancia de poder exportar esa información al proyecto es alta, ya que con las imágenes “puedes registrar 25 veces por segundo la posición de cada jugador”. Ahora bien, aunque en los despachos de la ciudad deportiva Joan Gamper asumen que “el futuro va hacia el tracking data”, el reto para los responsables del Barça Innovation Hub es que se le pueda dar un uso útil y no complique la tarea diaria del personal técnico.

 

Una de las complejidades del fútbol respecto a deportes como el béisbol o el baloncesto es que el número de personas que intervienen en cada acción es mucho mayor, lo que dificulta el análisis a la hora de decidir qué jugadores o qué tácticas utilizar. Es un elemento que los expertos denominan la interdependencia entre atletas durante el juego, que exige un mayor volumen de información para que la inteligencia artificial pueda atinar mejor a la hora de descifrar los patrones de comportamiento. Es decir, que no cuenta con analizar la acción individual de cada persona sobre el terreno de juego, sino los movimientos colectivos que se realizan con y sin balón.

 

 

 

 

La importancia de ser los primeros en contar con este tipo de herramientas ya la expuso hace un año Raúl Peláez, que en un evento sobre tecnología y deporte defendió la mayor relevancia de la previsión respecto al análisis individual del rendimiento, “para intentar poner algoritmos, para decir que hoy hemos jugado al 80% de nuestro modelo, no para fijarnos sólo en el rendimiento de un jugador”.

 

El club ha realizado importantes inversiones en el área informática, además de crear un grupo de empleados del Barça Innovation Hub que coordina la aplicación y el testeo de nuevas herramientas con los técnicos. “La gente está abierta y predispuesta. En equipos de formación no hay tanta presión, y podemos experimentar”, señalan fuentes de la entidad, que confía en los profesionales del área deportiva para realizar mejoras e ir evolucionando en todos los proyectos que se realizan con terceros.

 

En el caso del MIT Sports Lab, el liderazgo del proyecto recae en Christina Chase, del departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática, y Anete Hosoi, decana asociada y profesora de Ingeniería Mecánica de la universidad. Ellas coordinan a estudiantes e investigadores cuyos trabajos, sean trabajos de final de grado o doctorados, tienen aplicación en el deporte, de manera que se pueda estructurar todo ese conocimiento y ver si puede tener una transferencia al mundo de la empresa.

 

Por ejemplo, dos MBA de la prestigiosa universidad de Boston han creado la marca de gafas de sol para esquiadores Shred, cuya principal virtud es que los materiales utilizados han permitido mitigar los efectos de la luz plana para mejorar el rendimiento de los atletas de alta competición en deportes de invierno.

 

 

 

 

No es la primera vez que el Barça busca este tipo de colaboraciones externas, ya que con Gatorade se ha desarrollado un sistema que mediante el uso de Bluetooth y unos botellines especiales se puede personalizar y controlar la hidratación de los jugadores, mientras que con Toshiba se ha colaborado en la mejora de las máquinas de análisis de diagnóstico de lesiones de músculo y tendón.

 

Más estrecha fue la colaboración la empresa española Realtrack Systems, a la que ayudaron a perfeccionar sus dispositivos de monitorización del rendimiento deportivo y después la pusieron en contacto con inversores, que aportaron 1,5 millones de euros. Como ya adelantó Palco23, los fondos fueron aportados por Scranton Enterprises, que pertenece a directivos y miembros de la familia propietaria de la farmacéutica Grifols, e inversores estadounidenses.

 

Esta propuesta por la colaboración con terceros es una de las áreas más importantes del plan estratégico aprobado por la junta de Josep Maria Bartomeu. El Barça Innovation Hub surgió para poner orden a todo lo que ya se estaba haciendo en términos de innovación, pero también para “abrir parte del conocimiento del club porque ayuda a aprender de otros y caminar de forma más rápida y eficiente hacia el futuro”, recuerdan.

 

De ahí, que una de las patas del proyecto sea la organización de congresos temáticos. Los dos con mayor recorrido histórico son el MuscleTech Network (MTN), enfocado al análisis de lesiones musculares y tendinosas, y el Sports Technology Symposium, que analiza el impacto de la tecnología desde diferentes ámbitos del deporte. Además, se han creado distintos cursos formativos, tanto reglados con universidades como Esade o Inefc, y propios que se realizan a través de Internet. 

 

En las oficinas del Camp Nou asumen que este departamento no se puede valorar sólo por los ingresos que pueda generar, dentro de su plan para facturar 1.000 millones de euros antes de 2021. En cambio, sí lo ven determinante para permitir que el club tome la delantera en el uso de determinadas tecnologías a cambio de testarlas y por posicionarlo dentro de círculos empresariales no estrictamente deportivos. Y el objetivo, al final, será adivinar qué hará el rival para poder disponer de más herramientas con las que ganar títulos.