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El Barça retrasa la inauguración del Camp Nou hasta 2024
23 jul 2019 - 13:44
El FC Barcelona deberá esperar un poco más de lo previsto para la inauguración del renovado Camp Nou. El club ha desvelado hoy que trabaja con el horizonte de 2024 en mente, tres años más del plan inicial y uno más de lo que se esperaba en 2017, cuando se empezó a desbloquear la negociación con el Ayuntamiento de Barcelona. Hoy los permisos avanzan, pero aún no han conseguido la licencia principal que debe expedir el consistorio, a partir de la que empezarán las obras, que durarán cuatro veranos: 2020, 2021, 2022 y 2023.
“Es la fecha en la que estamos trabajando, en función de si tenemos la licencia en los próximos meses”, ha comentado Jordi Moix, directivo y comisionado del Espai Barça, en un acto en Japón sobre el proyecto arquitectónico, en el que participa el despacho nipón Nikken Sekkei. De cumplir los nuevos plazos, el reconstruido Palau Blaugrana se estrenaría en 2022. “Cuando tengamos los permisos podremos ser más concretos”, ha añadido.
La evolución de los plazos también marcará la firma de la financiación del proyecto, para lo que se ha contratado a Goldman Sachs y JB Capital Markets. También afecta a la potencial venta de los title rights del complejo, pues las marcas necesitan un horizonte claro de cuándo podría entrar en vigor el contrato y también requieren de la certeza de que saldrá adelante. De momento, este 27 de agosto ya se inaugurará el Estadio Johan Cruyff, situado junto a la Ciudad Deportiva Joan Gamper de Sant Joan Despí, a las afueras de Barcelona.
El Barça asume que el coste de todos los trabajos, que incluyen Camp Nou y Palau Blaugrana, rondarán los 650 millones de euros
El presupuesto inicial de la propuesta se fijó en un máximo de 600 millones de euros, aunque los compromisos adquiridos con el Ayuntamiento elevaron el coste provisional a unos 650 millones. Aun así, Moix no ha querido dar por cerrado el coste final que tendrán las obras, sobre todo por los retrasos que se están produciendo. ”Hay que tener en cuenta que en cinco años desde que hicimos el referéndum los gastos de construcción han evolucionado”, ha indicado.
El grueso de las obras debía iniciarse en el verano de 2019, como ya adelantó este diario, con la demolición del Miniestadi. Se trataba de una especie de efecto dominó, pues el estreno del nuevo campo del filial (12 millones de euros), debía permitir la construcción del nuevo Palau (90 millones) en paralelo a la modernización del estadio (420 millones). Al mismo tiempo, se debía rehabilitar toda la explanada del Espai Barça, que suponía el resto de costes.
Desencallar el proyecto con el Ayuntamiento de Barcelona no fue sencillo y la entidad deportiva tuvo que realizar nuevas concesiones. En cuanto al impacto económico, el consistorio señaló que los costes urbanísticos ascenderán a 125 millones de euros, tres millones más de lo previsto, que asumirá íntegramente el club blaugrana. La entidad espera que al menos 300 millones del coste puedan sufragarse con el dinero del patrocinio del estadio.
El recinto tendrá capacidad para 105.000 espectadores, pero sobre todo dará un salto de calidad en términos de oferta, con más de un centenar de palcos privados para 6.300 personas, tres restaurantes y varios espacios reservados para la venta de comida rápida durante los días de partido. También se aprovechará para construir una de las mayores tiendas vinculadas al fútbol en España de la mano de Nike.