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El Barça bajará su rentabilidad en 2018-2019, pese a ingresos récord de 960 millones de euros

La junta directiva presupuesta un beneficio antes de impuestos de solo 11 millones de euros y pedirá a los socios elevar el importe de las emisiones de deuda, que los estatutos limitan al 10% del presupuesto.

M.M.A.

27 sep 2018 - 19:45

El Barça bajará su rentabilidad en 2018-2019, pese a ingresos récord de 960 millones de euros

 

 

El FC Barcelona está un paso más cerca de su objetivo de facturar 1.000 millones de euros antes de 2021, pero su rentabilidad está empeorando al mismo tiempo. La junta directiva ha aprobado un presupuesto de 960 millones de euros para la temporada 2018-2019, lo que supone una mejora del 5% interanual. Por el contrario, el beneficio neto será de 11 millones de euros, por debajo de los 13 millones de 2017-2018, que ya fue el más bajo desde 2012.

 

Josep Vives, portavoz de la junta directiva, no ha dado más detalles sobre los motivos que explican esta pérdida de rentabilidad, pues el gasto será de 929 millones de euros, un 5,3% más. Es previsible que se produzca nuevamente un aumento de la masa salarial tras la renovación de varios futbolistas y la fuerte inversión en fichajes; en 2017-2018, el gasto en sueldos y amortizaciones de fichajes fue equivalente al 84% de los ingresos, catorce puntos por encima del máximo recomendado por la Uefa.

 

En cuanto a los ingresos, las menores plusvalías por traspasos como el de Neymar se podrán compensar con la entrada en vigor del nuevo contrato con Nike y el inicio del nuevo ciclo de la Uefa, que asegura una mejora importante de los pagos por la Champions League.

 

 

 

 

En 2017-2018, la partida de traspasos y otros ascendió a 227 millones de euros, muy por encima del presupuesto y casi el triple que en el ejercicio anterior. La partida de socios se estabilizó en 18 millones de euros por la congelación de precios, por el alza del 13% en márketing (299 millones de euros), del 5% en televisión (187 millones) y del 4% en la explotación del estadio (182 millones), si bien aquí no se cumplió el objetivo fijado inicialmente.

 

El presupuesto deberá ser ratificado por la asamblea de compromisarios, al igual que una solicitud de la junta para suprimir un artículo relativo al endeudamiento. En concreto, se quiere eliminar el límite al 10% del presupuesto anual de ingresos el importe que se puede captar mediante “títulos transmisibles de deuda o aceptar dinero en forma de crédito o préstamo”, tal y como establece el artículo 66 de los estatutos.

 

Vives ha defendido que esta solicitud no supone modificar el ratio de endeudamiento sobre ebitda que marcan los estatutos para garantizar que el club no se apalanca en exceso, que sitúa por debajo de dos veces el importe. En opinión de órgano presidido por Josep Maria Bartomeu, este tope del 10% de los ingresos “no es proporcional a la solvencia y la calidad crediticia del club”. Además, impediría por ejemplo solicitar un gran préstamo para financiar el Espai Barça, en el que se está trabajando con Goldman Sachs.

 

 

 

 

La evolución del club respecto al Real Madrid es muy distinta, pues si bien aumenta sus ingresos a un ritmo inferior, su grado de rentabilidad es mucho mayor en un momento clave por las elevadas inversiones que ambos han proyectado. En el caso de los blancos, en 2018-2019 se han presupuestado unos ingresos de 803 millones de euros, con unas ganancias de 43 millones. Además, su presidente, Florentino Pérez, obtuvo el aval de los socios a buscar un crédito de hasta 575 millones para financiar la remodelación del Santiago Bernabéu.

 

Por otro lado, el club también propondrá a los socios una modificación del escudo para adaptarlo a las exigencias de los entornos digitales y se espera que esté totalmente implantado en 2019-2020. “En los últimos meses se ha trabajado en la actualización de su estrategia de marca, la creación de una tipografía propia y el desarrollo de un estilo visual más actual y unificado para todas las áreas del club”, señala la entidad.

 

“Entre sus características, destaca el aumento del equilibrio y la potencia de los colores azul y grana, más presencia del balón, el elemento central e icónico del estilo de juego del Barça, la homogeneización de las formas y colores, y la desaparición del acrónimo FCB”, señala la junta. En este sentido, cabe recordar que “una de las consecuencias de la nueva estrategia de marca fue apostar únicamente por dos expresiones oficiales de marca: FC Barcelona y Barça”.