Clubes

El Barça asegura a la banca el pago de 52 millones tras refinanciar el año pasado

Marc Menchén

29 jul 2015 - 05:00

El FC Barcelona afrontará hoy el pago de la primera de las tres cuotas que le restan por pagar del crédito sindicado de 155 millones de euros que solicitó en 2010. La entidad blaugrana debía amortizar por completo el préstamo este verano, pero la sanción de la Fifa provocó un incremento extraordinario del gasto en fichajes y obligó a refinanciar 51 millones de euros. La banca, liderada por CaixaBank y Banco Santander, aceptó no cobrar más intereses por la demora en estos pagos como alternativa a tener que ampliar el crédito.

 

Para esta temporada, y en dos plazos, el Barça debe cancelar un total de 30,869 millones de euros (unos 15 millones por cuota). En julio del próximo año, y por lo tanto a principios de la temporada 2016-2017, se abonaría un pago final de 20,658 millones, según consta en la memoria económica. Junto a los dos bancos anteriormente citados, en la refinanciación del año pasado también participaron Bankia, BBVA, Santander, Banco Popular, Banco Sabadell y Cajamar.

 

Susana Monje Barça 650
Susana Monje, nueva vicepresidenta económica del Barça, en un momento del debate que Palco23 organizó con motivo de las elecciones.

 

En paralelo, el club acordó a principios de junio renovar dos de sus pólizas de crédito, con un límite total de 55 millones de euros y de las que aún no se había dispuesto ningún importe al cierre del ejercicio 2014-2015. Se trata de 15 millones de euros adicionales al límite de 40 millones de euros que tenía concedido al cierre de la campaña anterior.

 

La devolución del crédito sindicado se considera vital en las oficinas del club, ya que la última temporada se cerró con un incremento del 14% de la deuda neta, hasta los 328 millones de euros. Fuentes conocedoras de la situación actual advierten de que este importe ha escalado hasta cerca de los 370 millones tras el fichaje de Arda Turan por 34 millones. Es decir, que en uno de los escenarios más plausibles sólo podría cerrarse el ejercicio actual con un endeudamiento neto de en torno a los 300 millones.

 

Esta no es una cuestión menor, ya que la junta presidida por Josep Maria Bartomeu dispone de dos años para reducir considerablemente esta cifra si no quiere verse obligado a cesar. Los estatutos del club establecen que la deuda neta jamás podrá superar en dos veces el ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones), aunque establece una implantación gradual por la que en la temporada 2014-2015 ese ratio debía ser de 2,75. Sin embargo, ya el primer año de aplicación se incumplió al situarse en un múltiplo de 3,2.

 

 

 

Este año deberían conseguir situar ese ratio en el 2,5 a junio de 2016 o en el 2,25 en 2017. Además, para iniciar el proyecto Espai Barça, que exigirá una inversión de 600 millones de euros, el importe deberá estar por debajo de los 200 millones. Ello exigirá que el resultado operativo de los próximos años vuelva a estar por encima de los 130 millones de euros, como sucedió entre 2011 y 2014, aunque para ello deberá ponerse control al gasto en salarios, que se ha desbocado en los últimos años y que ha provocado la dimisión de Ramon Adell, presidente de la comisión económica, como ya publicó Palco23.

 

Está por ver si lo conseguirán, ya que la previsión de ingresos para esta temporada será forzosamente inferior porque jamás se presupuesta ganar la Champions League, con toda la facturación asociada que ello implica (unos 50 millones), y no habrán grandes patrocinios que entren en vigor, más allá del de Lassa Tyres (unos cinco millones). Todo podría fiarse al nuevo contrato de Nike, pero también al del patrocinio de la camiseta oficial y la de entrenamiento por separado. En este segundo ámbito, no habrían nuevos ingresos hasta la temporada 2016-2017, una vez finalizado el acuerdo con Qatar Airways.