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El alza de la deuda amenaza con retrasar el Espai Barça

Marc Menchén

17 jul 2015 - 05:00

Nadie duda hoy de que el FC Barcelona se encuentra mejor que nunca a nivel económico. Sin embargo, las cuentas anuales de la temporada 2014-2015 han puesto en alerta a una parte del entorno culé, e incluso profesionales del más alto nivel de la entidad ponen en duda que pueda cumplirse el calendario del Espai Barça, un proyecto de 600 millones de euros cuyas obras deberían empezar en 2017. ¿Por qué? Principalmente por la dificultad de mantener la reducción de deuda que se ha interrumpido en el último ejercicio y los escasos visos de atajar el incremento de la masa salarial en el medio plazo.

 

Profesionales del club indican a Palco23 que el compromiso adquirido en el referéndum que dio luz verde al proyecto urbanístico se estableció que no arrancaría hasta que el endeudamiento neto no estuviera por debajo de los 200 millones de euros. En la temporada 2014-2015, éste escaló un 14% hasta los 328 millones, y el incremento de las amortizaciones por fichajes y el aumento de gastos salariales tras las mejoras contractuales de jugadores del primer equipo dificultarán que pueda rebajarse este importe.

 

Además, se incumplieron los estatutos, al situar la deuda neta en niveles equivalentes a 3,2 veces el ebitda, cuando este año debía situarse en un múltiplo de 2,75; para la próxima campaña debe situarse en 2,5 veces y se da por hecho que será imposible cumplir. Primero, porque el ebitda está en 105 millones y no se vislumbra la opción de mejorarlo en el ejercicio siguiente, ya que la previsión es que el año que viene la estructura de costes no varíe demasiado a la baja y, en cambio, difícilmente puedan subir los ingresos desde los 608 millones de este último año, récord absoluto a nivel mundial.

 

El Espai Barça tiene un presupuesto de hasta 600 millones de euros.
El Espai Barça tiene un presupuesto de hasta 600 millones de euros.

 

En un año, los costes salariales del club (nóminas y amortizaciones) se han incrementado en cien millones, hasta los 419 millones de euros, y no todo se debe al pago de primas por la consecución del triplete. El frenazo a la llegada de jugadores de la cantera a puestos clave en el equipo y la sanción de la Fifa obligaron el año pasado a incrementar la inversión asegurando que sería puntual, pero este año ya se han gastado 51 millones. Es decir, que las amortizaciones el próximo año pasarán de unos 67 millones a 77 millones. El gasto salarial, entre salidas, entradas y renovaciones, estará en torno a los 300 millones.

 

En cuanto a los ingresos, es cierto que a nivel ordinario (sin contar los 53 millones de traspasos) este año subieron un 16% hasta los 555 millones. La entrada en vigor de los patrocinios con Beko (7,5 millones) y Telefónica (13,4 millones), ha ayudado, pero aquí también entran los premios de Nike y Qatar Airways por el triplete (11 millones en conjunto) y los ingresos derivados del triplete en recaudación de taquilla y participación en competiciones (más de diez millones).

 

Y, en un escenario previsor que sólo contemple la Liga, como acostumbra a hacerse en los presupuestos cada año, personas del club creen que la cifra de negocio recurrente podría quedar en una horquilla de entre 530 millones y 550 millones de euros. Y es que la renovación de los grandes patrocinios, como el de la equipación o la publicidad en la camiseta, no entrarán en vigor hasta 2017. En ese momento es cuando empezaría a despejarse la incógnita sobre la viabilidad de este proyecto urbanístico, siempre sujeto a que el gasto por fin se ataje.

 

 

 

Rebajar la deuda o dimisión por estatutos

 

En este sentido, y para poder hacer frente a la reducción de deuda, muchos ven necesaria la salida de jugadores. Los traspasos han generado unos ingresos de 50 millones en las últimas dos temporadas, pero este año aún no se ha concretado ninguna venta. Por ello, en el entorno del club se asume que la salida de Pedro es necesaria por más que el técnico Luis Enrique lo quiera en su plantilla. "Serían 30 millones de ingresos netos que ayudarían a reducir también la deuda; de lo contrario, incluso sería difícil que el ejercicio se cierre en positivo", indican.

 

El 29 de julio en principio hay que hacer frente a una de las tres cuotas del crédito sindicado que, en principio, debía haberse cancelado este año. Sin embargo, la sanción de la Fifa y la fuerte inversión en fichajes que exigió, obligó al club a negociar la refinanciación de 51,67 millones con las entidades financieras. En el club ven factible volver a renegociar esos pagos, ya que la situación económica y patrimonial es de solvencia, pero tras este incumplimiento los estatutos obligan a la próxima junta directiva a situar la deuda neta en el equivalente a 2,25 veces el ebitda si no quiere verse forzada a dimitir.

 

Todos estos elementos internos también irán acompañados de uno externo: la celeridad y predisposición que pueda tener la nueva alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a aceptar el proyecto urbanístico que el club trabajó con el anterior consistorio. En el equipo de Josep Maria Bartomeu son optimistas porque aseguran que han hablado con todos los partidos, mientras que el resto de candidatos ven más dudas y advierten de que los cambios que imponga el Ayuntamiento podrían afectar a la generación de ingresos que se espera del Espai Barça: 50 millones por temporada.