El 'adiós' de TV3 arrastra al Espanyol a las pérdidas

Año de transición y mucha, mucha tensión en el RCD Espanyol. El conjunto blanquiazul, que se encuentra renegociando el calendario para pagar 43 millones de euros a Hacienda sin que aún haya acuerdo, cerró la temporada 2013-2014 en pérdidas. La dirección, encabezada por el presidente Joan Collet, atribuye unos números rojos de 111.306 euros a la pérdida del patrocinio de TV3, que hundió los ingresos por televisión un 18,6%, hasta los 22,6 millones de euros. Esta situación, que rompe con dos años consecutivos de beneficios, podrá ser revertida esta campaña gracias al recorte del gasto en personal deportivo y el patrocinio de Power8.

Ante lo que supondrá un nuevo año de transición a nivel comercial (los acuerdos firmados aún no están operativos al 100%), una de las claves del Espanyol para volver a beneficios es la reducción de costes. El gasto en salarios deportivos se recortó un 9,9% el año pasado, hasta los 19,4 millones. Esta temporada se volverá a reducir el coste de la plantilla que ahora dirige Sergio González, hasta 18,08 millones de euros (-6,8%). Estas cifras sitúan al club perico muy por debajo del tope salarial de 32,2 millones que le permite la Liga de Fútbol Profesional (LFP).

El coste del personal administrativo se mantendrá estable este año, después de reducirse un 21%, hasta los tres millones, a través de un expediente de regulación de empleo (ERE) temporal. Éste afecta durante 96 días laborales a la mayoría de trabajadores de las oficinas, desde julio de 2013 y hasta diciembre de 2015, según consta en la memoria económica que el consejo de administración ya ha puesto a disposición de los accionistas.

Una de las claves para que el plan de negocio del Espanyol se cumpla, y en la próxima temporada pueda volver a destinarse más dinero a la plantilla, es el patrocinio de Power8. El acuerdo firmado con este proveedor de tecnología para casas de apuestas pagará 4,5 millones de euros por temporada a partir de la 2015-2016. La compañía, que a cambio pone su nombre al estadio y estampa su logo en la camiseta, abonó la pasada campaña la mitad de una anualidad en concepto de prima de inicio de contrato, lo que permitió evitar unas pérdidas aún mayores, y la otra mitad se cobrará durante este ejercicio.

El acuerdo supuso una mejora del 10% de los ingresos comerciales (12,9 millones), pero este año se prevé un ligero retroceso del 4,8%. El motivo es simple: el acuerdo de naming rigths con Power8 obligaba a renegociar el patrocinio con el estado mejicano de Quintana Roo, que hasta el año pasado pagaba 1,5 millones por promocionar sus destinos turísticos en el pecho de los jugadores del Espanyol. Ahora se ha renegociado ese patrocinio, por el que Riviera Maya ahora aparecerá en una de las mangas de la camiseta y en el pantalón, a cambio de rebajar a casi la mitad el precio que paga.

Es decir, que los ingresos comerciales no notarán la mejora hasta la temporada 2015-2016, con el contrato de Power8 ya normalizado, estabilizados los ingresos de Quintana Roo y la puesta en marcha de un Túnel del Viento. Las obras han empezado y no estará listo hasta finales de temporada o inicio de la siguiente, momento a partir del cual Windoor pagará 300.000 euros anuales en concepto de alquiler del espacio, situado en una de las esquinas del estadio.

El peso de la deuda

Se trata de un futuro optimista para el Espanyol, necesitado de generar tesorería para hacer frente a una abultada deuda. Además de los 43 millones que debe renegociar con Hacienda (se especula con un crédito puente para pagar esos compromisos), la entidad aún tiene que pagar otros 43 millones del crédito sindicado que pidió para construir el estadio. También existen créditos por 21,9 millones con algunos accionistas, saldos pendientes por 20 millones con Copisa y FCC (constructoras del Power8 Stadium) y otros 9 millones por la compra de jugadores. Un volumen de deuda muy alto, pero que en la última temporada se logró reducir un 6,7%, hasta los 123,2 millones de euros.