El AC Milan se adjudica los terrenos para construir un nuevo estadio por 350 millones

El AC Milan sigue desencallando sus proyectos a nivel corporativo. Tras culminar la reorganización del accionariado con la entrada de un consorcio de inversores asiáticos, el club ha recibido el visto bueno de la Fair Fondazione Fiera para la adjudicación de los terrenos de la antigua feria de congresos de la ciudad italiana. El proyecto de la entidad se ha impuesto al de un grupo hotelero, ya que proponen una inversión cercana a los 350 millones de euros para construir un nuevo estadio que dinamizará la actividad económica del distrito de Portelo.

 

"Hoy comienza oficialmente el camino que, al menos en nuestra intención, dará lugar a un nuevo estadio", ha comentado Barbara Berlusconi, consejera delegada e hija del máximo accionista del club, Silvio Berlusconi. La directiva recuerda que "es un primer paso", ya que ahora deberán buscar la aprobación de las autoridades municipales y estatales. La intención es que el estadio se inaugure en la temporada 2018-2019.

 

 

El deseo del club es disponer de un estadio integrado dentro de la ciudad de Milán, al estilo de Londres. "Es un desafío cultural de primer orden para el Milan porque ofrecemos un estadio urbano para promover el desarrollo de la zona donde se ubicará, para que sea más seguro", indica Berlusconi.

 

En su opinión, la nueva ubicación ayudaría a fomentar el uso del transporte público, en detrimento del coche privado. Una cuestión relevante si se tiene en cuenta que la capacidad de la nueva instalación deportiva tendrá capacidad para unos 48.000 espectadores. "Para el Milan es esencial para su desarrollo comercial; los usos del nuevo estadio generarán entre 50 millones y 80 millones de euros anuales", reivindica la hija del también ex primer ministro de Italia.

 

Además del campo de fútbol, el proyecto urbanístico que plantea el AC Milan incluye un hotel, una Universidad vinculada al deporte, restaurantes y zonas verdes. El club cuenta con la asesoría de Arup, una firma de diseño e ingeniería que ya ha trabajado con el Bayern de Munich en el Allianz Arena, entre otros.

 

Para reducir el impacto paisajístico del proyecto, la propuesta arquitéctonica plantea construir el terreno de juego a un nivel de diez metros bajo la superficie, de manera que la altura de la infraestructura estaría en torno a los treinta metros, frente a los sesenta metros de San Siro.

 

Además de la dinamización que generará la citada inversión económica, el conjunto de fútbol prevé que las obras de construcción generen un millar de empleos en la región. Una vez todos los equipamientos del nuevo estadio estén a pleno rendimiento, podrían acabar creándose otros quinientos puestos de trabajo.