Clubes

Del Real Madrid al Eibar: cuánto ingresan y cómo se gestionan los clubes del fútbol español

Marc Menchén

27 mar 2015 - 05:00

Isco (Real Madrid) y Saúl Berjón (Eibar) pugnan por el balón.
Isco (Real Madrid) y Saúl Berjón (Eibar) pugnan por el balón.

 

La crisis económica en España puso de relieve las connivencias que se produjeron entre la Administración y el sector inmobiliario, pero también cómo el fútbol español se benefició de la bonanza financiera de algunos empresarios locales que envueltos en dinero se dieron un capricho: tener su propio club. La gestión de estas entidades no ha sido la más adecuada en los últimos años, hasta el punto que acumulan una deuda conjunta de casi 2.500 millones de euros. Eso sí, supone un recorte del 3,34% respecto a la temporada 2012-2013 gracias al estricto control que aplican el Gobierno y la Liga de Fútbol Profesional (LFP).

 

Palco23 ha accedido a las cuentas de todos los equipos de Primera División, obligados a hacerlas públicas tras la entrada en vigor de la Ley de Transparencia. Los datos revelan un endeudamiento (incluye compromisos con la banca y otros acreedores, como jugadores y proveedores, pero no periodificaciones e impuestos diferidos) que supera en casi 700 millones a los ingresos de la temporada 2013-2014; es más, multiplica por trece un beneficio de 184 millones poco realista, ya que está fuertemente influenciado por los efectos contables de las quitas que el Rayo Vallecano y el Deportivo de la Coruña lograron para levantar el concurso de acreedores.

 

 

En este análisis no se ha podido incluir la información del Granada CF y el Málaga CF, que aún no han facilitado los datos ni tampoco están depositados en el Registro Mercantil. El Real Madrid y el FC Barcelona lideran la tabla de ingresos adjunta, que revela cómo los dos clubes más grandes de España generan el 53,9% de los facturación. Ambos mejoraron su cifra de negocio (incluye el saldo neto de la venta y compra de jugadores), al igual que un Atlético de Madrid que recogió los frutos de ser campeón de Liga y finalista de la Champions League.

 

En el selecto grupo de equipos con más de cien millones de euros de negocio sólo se añaden el Valencia CF y el Sevilla FC, que superaron ligeramente esa barrera gracias al traspaso de jugadores. En el caso del conjunto ché, el saldo neto entre salidas y entradas fue de 22 millones, con traspasos como el de Roberto Soldado y Gago; en el conjunto hispalense, esta partida generó 30 millones netos con ventas tan relevantes como las de Jesús Navas o Álvaro Negredo. A apenas un millón de este hito se quedaron el Athletic de Bilbao y la Real Sociedad, gracias a los traspasos de jugadores como Fernando Llorente o Asier Illarramendi.

 

A partir de aquí se abre una brecha de ingresos relevante, que viene influenciada tanto por la ausencia de ventas de futbolistas como por su menor presencia en competiciones europeas. En otras palabras, una clase media que a su vez revela la disparidad que genera el actual reparto de los derechos televisivos, y que en todos los clubes genera más del 70% de los ingresos. Villarreal y RCD Espanyol son los únicos en torno a la franja de los 50 millones de euros, ya que los 61,6 millones que se imputa el Rayo Vallecano incluyen 30 millones como consecuencia contable del pacto con los acreedores y que incluía una quita importante.

 

El resto de clubes cerraron la última campaña con unos ingresos superiores a los 20 millones de euros, a excepción de Deportivo de la Coruña, Córdoba y Eibar, que la temporada 2013-2014 aún militaban en Segunda División y fue entonces cuando sellaron su ascenso a la Liga BBVA. Estas cifras sitúan al conjunto armero como el más modesto de la competición, pero eso no quita que también sea uno de los más rentables y solventes, como revelan las tablas sobre resultado neto y endeudamiento que aparecen a continuación.

 

 

Pese a lo ajustado de su presupuesto, el Eibar logró ascender con los ingresos más bajos de Segunda y aún así anotarse unas ganancias que, además, lo sitúan en el selecto club de ser de los pocos que lo hizo sin necesidad de traspasar a nadie. Tanto la LFP, como la Uefa y el Consejo Superior de Deportes (CSD) no consideran la venta de jugadores como una actividad recurrente. Es decir, que son ingresos extraordinarios que permitieron al FC Barcelona, Real Madrid, Athletic, Real Sociedad o Sevilla, por poner un ejemplo, entrar en beneficios. De lo contrario, habrían registrado números rojos, pero aquí se vuelve a abrir el debate. ¿Puede considerarse una actividad no recurrente la venta de jugadores en el caso del Sevilla, acostumbrado a hacer negocio cada año?

 

Elche y Getafe, los clubes con mayores pérdidas el año pasado.
Elche y Getafe, los clubes con mayores pérdidas el año pasado.

 

Prácticamente todos los clubes lograron beneficios, aunque insuficientes como para poder reforzar su balance al tiempo que reducen endeudamiento. De ahí que clubes como el Atlético de Madrid (que sí gana dinero) hayan puesto en marcha ampliaciones de capital para obtener liquidez y mejorar su situación de solvencia. El RCD Espanyol también exploró esta posibilidad hace unos meses hasta que logró liquidez con la venta de Eric Bailly, ya que en la 2013-2014 volvió a las pérdidas ante la caída de un patrocinador importante como TV3. En el caso del Valencia CF, su entrada en números rojos se explica por la drástica caída de ingresos al dejar de participar en competiciones europeas. Por parte del Córdoba, se aprecia un notable incremento del gasto en personal, previsiblemente por la mejora de la plantilla para lograr el ascenso y las primas abonadas por este concepto.

 

Mucho más preocupantes son los casos del Elche  y el Getafe, que no están siendo capaces de redirigir negocio y por segundo año consecutivo cerraron la temporada con números rojos. El caso del conjunto ilicitano está siendo por la LFP ante un posible caso de irregularidades, ya que se presupuesto un beneficio de 7 millones y se acabaron perdiendo más de 8  millones que la junta de José Sepulcre atribuye al pago de primas por la permanencia y desvíos en las obras del estadio. El caso del Getafe es aún más sangrante, con unas pérdidas que se dispararon de 2,9 millones a 21,78 millones a causa de un incremento desmesurado de los costes de plantilla y la caída de los ingresos en todas sus partidas.