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Coosur Betis prevé una caída de un tercio de sus ingresos tras quedar fuera de la fase final de la ACB

El club de la liga española de baloncesto acusará un mayor impacto económico al no poder garantizar la visibilidad para sus patrocinadores en el tramo final de la temporada.

Álvaro Carretero

29 jun 2020 - 05:00

Coorsur Betis prevé una caída de un tercio de sus ingresos tras quedar fuera de la fase final de la ACB

Erik Green anota ante Andorra. ACB Foto / F. Ruso

 

La mayoría de clubes ACB logrará paliar el golpe del Covid-19 tras reanudar la temporada en Valencia, pero la realidad es diferente para los seis equipos que se quedaron fuera. Ese es el caso del Coosur Real Betis, que afronta una contracción de hasta un tercio de su negocio al no poder garantizar la visibilidad de sus patrocinadores y perder los ingresos del ticketing. Se trata de un impacto superior al de otros clubes que sí han estado presentes en Valencia, que preveían una reducción de ingresos de entre un 20% y un 25%. El futuro del club sevillano, aun así, está garantizado gracias a la aportación de la entidad futbolística y su title sponsor.

 

“No poder jugar acarrea muchos perjuicios para patrocinadores y aficionados, porque quedaba un tercio de la liga y veníamos de lograr nuestro récord en taquilla frente a clubes como Real Madrid y FC Barcelona”, asegura Miguel Ángel Jiménez, director general de la división de baloncesto del club. El ejecutivo, aun así, asegura que “no es un reproche, porque se votó de forma unánime, sino una realidad”.

 

La caída en los ingresos también propiciará una reducción del presupuesto para 2020-2021. En el caso del Coosur Betis, este año se situaba por encima de los tres millones de euros, aunque Jiménez considera que aún es pronto para medir cuánto tendrán que contraerlo: “cambiará en función de si hay público en las gradas, de cómo se configure la aportación de los patrocinadores y de los compromisos con terceros”.

 

 

 

 

Aun así, no será “una reducción drástica”, según el director general, sino que se tratará de ajustes que variarán en función del nuevo escenario al que se enfrenten. “Tras ascender configuramos un proyecto a medio plazo para generar un mayor vínculo, contamos con el respaldo del Real Betis de fútbol y no arrastramos deudas”, confirma.

 

El presupuesto también estará condicionado por la composición de la ACB 2020-2021, aún a la espera de las negociaciones por los ascensos entre ACB y Federación Española de Baloncesto (FEB). La asamblea de clubes votó en contra de que hubiera descensos, lo que aboca a una temporada con veinte equipos si Gipuzkoa y Valladolid logran subir. En otras palabras: habría un calendario aún más comprimido, más partidos, pero menos reparto de ingresos.

 

“Somos partidarios de que haya ascensos y descensos porque nosotros mismos venimos de un año en LEB Oro”, asegura Jiménez. “A veces bajar de categoría es el estímulo necesario para volver más fuertes y saneados, como nos ha pasado a nosotros y Bilbao Basket, con un proyecto nuevo y fresco, pero también hay que entender que esta es una situación excepcional y cualquier cambio altera gravemente a una estructura”, sostiene.

 

 

 

 

Renegociación del patrocinio

 

Coosur, patrocinador principal del Betis de baloncesto, ha tenido una visibilidad en algunos tramos de los partidos de la fase final. Los title espónsors de los seis clubes que quedaron fuera figuraron en ocasiones puntuales en los LED de las escaleras y la U televisiva para tratar de paliar, en parte, la caída de ingresos. El club sevillano espera que sea una situación coyuntural, aunque su impacto en las próximas temporadas dependerá, principalmente, de la presencia de aficionados en las gradas.

 

Creemos que para julio, cuando haya acabado la liga, tendremos más información sobre la temporada que viene, porque aún está todo sujeto a un escenario de incertidumbre”, asevera el directivo. A principios de junio el club decidió devolver el 20% del abono (correspondiente a los partidos no jugados) a sus aficionados u ofrecer la posibilidad de canjearlo para la temporada que viene, lo que supondrá una merma importante en los ingresos por taquilla.

 

Otra opción que se ha puesto sobre la mesa es canjear dicho importe en un bono para gastar en productos del club, una alternativa que también han puesto en marcha otros equipos para generar un retorno a las arcas y ganar liquidez. “Ni siquiera sabemos si en 2020-2021 habrá un aforo limitado o si no lo habrá, así que hay que ser imaginativos y flexibles con el aficionado y pensar fórmulas que nos permitan arañar décimas y que esa caída de los ingresos sea menor”.

 

 

 

 

Esta situación será clave en las renegociaciones con los patrocinadores más allá de su aportación para los partidos restantes de 2019-2020. El contrato con Coosur no peligra, ya que está garantizado a medio plazo, aunque al igual que con el resto de espónsors, el Betis aún tiene que sentarse a valorar su aportación económica para esta temporada tras el parón. Se desconoce la aportación de la empresa andaluza de aceites, aunque su anterior patrocinador del equipo de baloncesto, Energía Plus, destinaba 800.000 euros por estar en el frontal de la equipación.

 

“Hemos abierto una ronda de conversaciones para explorar opciones, renegociar los contratos y explorar alternativas, aunque por ahora estamos centrados en renovar los que tenemos”, asegura Jiménez. Al impacto sobre los espónsors actuales se suman otros acuerdos que no han podido materializarse en los últimos meses como consecuencia de la llegada de la pandemia y la incertidumbre sobre si en 2020-2021 se podrá jugar con público en los pabellones.

 

Los acuerdos a los que se lleguen con los patrocinadores serán fundamentales, ya que el reparto de la ACB a los clubes no se verá afectado. De los 32 millones de euros que la liga esperaba ingresar esta temporada, se reparte alrededor de un tercio, en función de los gastos de la asociación.

 

El contrato televisivo se reparte de forma asimétrica, pero tras la llegada de Endesa se igualó y los porcentajes varían en función de los méritos deportivos. El Betis, que finalizó fuera de los puestos de descenso antes del Covid-19, percibiría más de 600.000 euros, siempre y cuando no decaigan los ingresos de la ACB este año. La cantidad no sólo depende de la facturación de la liga, sino también de un porcentaje añadido que se llevarán los equipos que sí han jugado en Valencia como compensación por los gastos en esas semanas.

 

 

 

 

Pese a la caída de los ingresos y la incertidumbre para la próxima temporada, el club decidió no realizar un expediente de regulación temporal de empleo (Erte) y sólo negoció una reducción del 15% del salario de jugadores y entrenadores de la primera plantilla. “No negociamos junto a la sección de fútbol, lo gestionamos de forma independiente, lo que nos permitió agilizar la decisión”, confirma Jiménez.

 

Lo que no cambiará a corto y medio plazo es el objetivo de que la sección de baloncesto sea capaz de generar por sí misma unos ingresos superiores a 2,5 millones de euros. Ese era el reto al que se comprometió la entidad de fútbol tras adquirirla en 2016, sanear todas sus deudas y dotar al básquet con una aportación anual de 1,2 millones de euros, que no se vio reducida ni siquiera cuando descendieron a LEB Oro.

 

De hecho, el Betis contó con un presupuesto de 2,5 millones de euros en 2018-2019, cuando disputó la segunda división del baloncesto nacional. Se trata de una partida a la altura de algunos clubes de ACB, lo que le permitió cerrar su ascenso en la temporada regular y esquivar los play-off y la final four. “Poco a poco abrimos nuevas líneas de negocio, como la cantera y escuelas, cuya aportación no es tan significativa pero nos permitirá crecer a corto plazo y, sobre todo, impulsar el baloncesto en Sevilla”, destaca el director general del club.