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Miguel Concepción (CD Tenerife): “El esfuerzo para rebajar la deuda ha sido bestial”

El presidente del club, que cumple doce años en el cargo, considera que este es el primer año en el que pueden articular toda su estrategia sin riesgos sobre el cumplimiento de obligaciones, y apunta a un esfuerzo adicional para poder aprovechar todo el tope salarial de LaLiga.

M.Menchén

15 feb 2018 - 04:59

Concepción (CD Tenerife): “El esfuerzo para rebajar la deuda ha sido bestial”

 

 

Doce años han pasado desde que Miguel Concepción asumió la presidencia de CD Tenerife, un club que en 2006 andaba al borde del precipicio y que, sin grandes traspasos ni ascensos rentables como los de ahora, ha conseguido poner orden a sus finanzas y abandonar el mapa de riesgos de LaLiga. “El esfuerzo para rebajar la deuda ha sido bestial y nos ha limitado a presupuestos bajos”, recuerda el empresario, que en este tiempo ha logrado que los compromisos pasen de 45,99 millones a 13,39 millones en 2016-2017.

 

Concepción, que atiende a Palco23 el mismo día que Joseba Etxeberria era presentado como nuevo entrenador, es consciente de que siempre primará lo que suceda sobre el terreno de juego. No obstante, asegura que “una parte importante de la afición entiende que la gestión económica es importante”. Además, en su caso, enfatiza que “en doce años hemos jugado cuatro promociones de ascenso y en una lo conseguimos; nunca hemos abandonado la parcela deportiva”.

 

Son objetivos que muchos aficionados no celebrarán como un gol, pero el consejo de administración confía en que “dentro de cinco o seis años habremos liquidado toda la deuda si continuamos en Segunda”. Un ascenso permitiría solventar en un solo año todos los pagos pendientes, pero mientras no llega el ansiado regreso a Primera la fórmula continúa siendo la del primer día: “hemos aplicado una economía de mucho rigor entre gasto e ingresos, y vamos a seguir así para destinar más al área deportiva”, asegura.

 

 

 

 

Concepción lamenta que el año pasado se les escapara el ascenso a Primera por un solo gol, que según sus cálculos les ha costado 100 millones de euros en ingresos potenciales, entre televisión, patrocinios y recaudación por socios y abonados. “Hasta ahora todo se ha articulado para rebajar la deuda, pero ha llegado el momento de llevar al club a Primera y nuestra obligación es intentarlo cada temporada”, avanza.

 

La historia no ha sido tan sencilla, y ha estado marcada por el ingenio en más de una ocasión para rescatar a “un club que se quedó en la deriva”. En 2006, y tras varias reuniones entre empresarios locales, se ideó una fórmula que permitía evitar el riesgo de quiebra. La idea consistía en crear la empresa Tenerife Inversiones y Proyectos Deportivos, a través de la que se consiguió un préstamo de 30 millones de euros de Caja Canarias. Esta promotora inmobiliaria permitió asegurar la continuidad con la compra de unos terrenos al club que permitieron financiarle y preservar su trayectoria futbolística.

 

Para desencallar la situación inicial, se propuso crear una promotora que se encargaría de sacar al mercado unos terrenos del club que sólo estaban calificados para acoger un parque empresarial. “Estaban ya hipotecados con unos posibles compradores, pero los recompramos casi al mismo precio más los intereses”, recuerda, sobre un movimiento clave en el plan de saneamiento.

 

Poco después, en 2007, el Cabildo de Tenerife decidió hacerse con una parte de los terrenos de la promotora a cambio de nueve millones de euros. El objetivo era instalar un centro de datos NAP (Neutral Acces Point), que ha permitido hacer llegar la fibra óptica a distintos países de África, aunque finalmente se decidió llevar esta infraestructura al Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), en Granadilla.

 

 

 

 

El proceso de desapalancamiento prosiguió dos años más tarde, con el ascenso a Primera División en 2008-2009. “Conseguimos 14 millones por televisión, de los cuales una parte muy significativa se destinaron a cancelar deuda aplazada con la Agencia Tributaria”, señala Concepción. En paralelo, se obtuvieron otros 8,5 millones con la venta al Cabildo del resto de terrenos que poseía la promotora. Entonces el ascenso no suponía un salto de ingresos tan relevante, y la escasa disponibilidad de recursos les llevó a descender ese mismo año.

 

“La situación se agudizó porque caímos a Segunda División B de forma consecutiva y ahí estuvimos dos años. Mientras, seguimos intentando gestionar los terrenos y se consiguieron nuevos patrocinadores para equilibrar el presupuesto”, apunta. En 2011-2012, aún en la tercera categoría del fútbol español, se enajenaron las parcelas restantes y se decidió culminar la operación rescate con la absorción de la promotora por parte del club. 

“Ganaron dinero y recuperaron su inversión”, recuerda Concepción, sobre un proceso que permitía o ver convertirse en copropietario de la entidad deportiva o canjear sus acciones.

 

El equipo logró regresar a LaLiga en 2012-2013, año en el que volvieron a tirar de ingenio para resolver una situación que era de obligada resolución. “Era un momento crítico porque el patrimonio neto era negativo en una cantidad importante, así que negociamos la cesión gratuita del estadio con el Cabildo para que fuera un activo patrimonial”, señala. Con el tiempo, es la misma fórmula que han seguido otros como el Málaga CF o el Real Sporting.

 

Nuevamente lograron salvar el matchball y han conseguido mantenerse en la élite dentro del nuevo ciclo audiovisual, que incluso en Segunda ha permitido apuntalar la viabilidad de muchos clubes. “Que el nuevo sistema de reparto valore la asistencia y la posición en la tabla ayuda”, admite Concepción, que con agresivas campañas comerciales han logrado estar cada año por encima de la media de espectadores por partidos. “Hemos trabajado el orgullo de pertenencia, pero también ofrecemos de los abonos más baratos de la categoría”, recuerda.