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Ciudades del fútbol en 2060: a las afueras, con estadios de 800 millones y 200.000 habitantes

Mastercard ha elaborado un estudio en el que analiza cuál es el futuro de los recintos deportivos y su impacto en las economías locales, con un negocio de 585 millones de euros.

M.Menchén

9 may 2019 - 04:58

Ciudades del fútbol en 2060: a las afueras con estadios de 800 millones y 200.000 habitantes

 

 

Algunos de los estadios más singulares de Europa se encuentran encajados dentro de las ciudades, pero el futuro va por otro camino. O no, porque hay quienes intuyen que los recintos deportivos de las próximas décadas pueden convertirse en el centro neurálgico de nuevos núcleos urbanos. En concreto, un estudio de Mastercard y la University Campus of Football Business estima que en 2060 lo habitual serán estadios con un coste de 800 millones de euros que generarán barrios o municipios con al menos 200.000 habitantes.

 

Es un importe similar al que ha destinado el Tottenham Hotspur en su nuevo hogar, y lo mismo sucede con el Everton, cuyo proyecto ha sido acogido por la ciudad de Liverpool como una palanca para desarrollar toda una nueva zona de la ciudad. “Estas infraestructuras serán la clave de la ciudad e impulsará la infraestructura de transporte inteligente, escuelas, hospitales, tiendas, e incluso tendrá su propia fuerza policial”, vaticina el informe. En su día, la nueva academia del City propició la construcción de 6.000 viviendas en Manchester, el Emirates Stadium otras 3.000 y la ciudad deportiva del Barça unas 740 más.

 

De algún modo, Mastercard considera que los futuros recintos para espectáculos deportivos pueden tener el mismo papel de motor de transformación social y urbana que siempre se ha contemplado para unos Juegos Olímpicos. En este sentido, también es vital el giro que se ha dado a la oferta de este tipo de espacios, proyectados ahora como grandes centros de ocio y entretenimiento en los que el terreno de juego convive con tiendas, restaurantes y demás actividades para abarcar al máximo de público posible. 

 

 

 

 

A la espera de que se avance en las remodelaciones del Santiago Bernabéu y el Camp Nou, los Spurs han sido los primeros en mostrar qué supone ese cambio de concepto. Dentro del complejo hay un museo; un market place con cinco locales especializados en distintos tipos de cocina; cinco pubs que Heineken tematizará; la mayor tienda de fútbol de Nike de toda Europa; una galería para que exhiban artistas locales, e incluso un rocódromo. Además, no se podrá pagar en efectivo, sino que todo será mediante pagos con tarjeta.

 

De hecho, el estudio contempla que la próxima generación de estadios ya no se entenderán sin algunos de los servicios que, poco a poco, algunos clubes europeos y franquicias de EEUU ya incluyen: un hotel, una universidad, alojamiento para estudiantes, centro médico privado, lugar de música interior y al aire libre, campo deportivo cubierto con baloncesto, tenis y boxeo. También podría incluir un centro de eSports, sala de exposiciones y conferencias.

 

“El estadio comenzará como un microcosmos de una ciudad”, señalan los autores. Tras una primera fase en la que se instalarían servicios necesarios antes mencionados, los primeros 25 años a partir de la inauguración serían claves para que una parte de la población traslade su residencia a las proximidades del recinto, ya sea por los servicios públicos allí próximos o por estar cerca del club. A partir de ahí, y hasta los cincuenta años, se habilitaría una mayor oferta de ocio fruto del crecimiento demográfico.

 

“Los estadios de fútbol existentes impulsan las economías locales en un promedio de 585 millones de euros en Europa”, señala el informe. Este importe no sólo tiene en cuenta el gasto directo de los aficionados en los días de partido, sino también costes asociados que benefician a otros negocios, como el de la restauración o el turismo. Tan solo el Barça recibe cada año a millones de visitantes extranjeros que acuden a un encuentro o únicamente a visitar el museo.

 

 

 

 

Mastercard, que es patrocinador de la Champions League, asegura que las finales de este torneo “traen mejoras económicas a las ciudades, con el doble de transacciones que tienen lugar cuando el fútbol llega a la ciudad”. Es una estimación realizada a partir de las finales disputadas en los últimos años en Londres, Milán y Kiev, a las que este 2019 sucederá Madrid con el Wanda Metropolitano como escenario.

 

El estadio del Atlético de Madrid está a las afueras de la capital española, aunque los autores del informe van un paso más allá sobre cuál es el futuro de estos equipamientos. “En menos de cincuenta años, la primera ciudad de fútbol se construirá en un área sin desarrollar a 80 minutos en coche del segundo o tercer aeropuerto de una nación europea. La ubicación se seleccionará por su extensión abierta y la neutralidad del equipo de acuerdo con el análisis”, concluye.

 

Esta descripción tiene mucho que ver con el creciente interés de grandes fortunas por hacerse con un equipo de fútbol. “La demanda de poseer un club pronto superará la oferta, y se espera que los futuros Abramovich [dueño del Chelsea FC] se dirijan hacia el establecimiento de nuevos equipos o la resurrección de un club desaparecido”, considera el equipo de investigación de Paul Fletcher. Y en España, muchos se preguntan quién será ese gran afortunado, tras un rally de inversiones que alcanza los 450 millones de euros en cuatro años.