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Caso Negreira: escenarios legales y económicos para el Barça

La vuelta al equilibrio de las cuentas de la entidad prevista para 2024-2025 está en jaque por el Caso Negreria. Real Mallorca, Juventus FC o Fenerbahce son algunos de los precedentes que pueden marcar el futuro del club.

Caso Negreira: escenarios legales y económicos para el Barça
Caso Negreira: escenarios legales y económicos para el Barça
Siguero opina que la Uefa no va a invitar al club a competir, aunque gane la liga.

Miquel López-Egea

31 mar 2023 - 05:00

Legal, reputacional, económico y deportivo. Estos son los distintos impactos a los que se enfrenta el FC Barcelona por el Caso Negreira, que ya le ha costado cambios en las condiciones de su acuerdo con Goldman Sachs.

 

La investigación por el presunto pago de 7,3 millones de euros al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira por parte del club y sus exdirectivos podría derivar en la renegociación o incluso suspensión de los patrocinios y en la pérdida de ingresos de las competiciones tras una posible expulsión de la Uefa. Casos como los de la Juventus FC en 2006-2007, las sanciones contra los turcos Fenerbahce y Besiktas o la expulsión del Real Mallorca de la Europa League son algunos de los precedentes en el fútbol europeo.

 

Uno de los escenarios posibles es que el escándalo tenga un impacto en los contratos de patrocinio. “Las marcas suelen imponer cláusulas si el patrocinado se ve envuelto en situaciones reputacionales que no sean conformes con la política o filosofía del patrocinador, como pasa con casos de dopaje o con polémicas por cuestiones sexuales o drogas”, explica el abogado Toni Roca, fundador y consejero delegado de Sports Law Institute, a Palco23.

 

Estos fueron las cláusulas que se activaron en 2009 cuando el golfista Tiger Woods se vio envuelto en un escándalo sexual y perdió los acuerdos de patrocinio con Gatorade, Gillete y AT&T. Roca asegura que depende de cómo estén redactados los contratos, ya que se tendría que ver si se pueden romper tan sólo con una acusación o una sentencia firme, aunque siempre suelen ser cláusulas complejas.

 

 

 

 

Gerardo Siguero, abogado especialista de Zurbarán Abogados, asegura que “suelen ser contratos sujetos al derecho estadounidense, por lo que los pasos serán muy amplios para permitir la salida de este tipo”. En Estados Unidos, “el deporte es entretenimiento y el derecho es más flexible: cuando una franquicia tiene un problema con la justicia o bien hay una penalización o bien se rompe el contrato”, por lo que se podría rescindir sin una condena en firme.   

 

Sin embargo, hay varias cuestiones sobre la mesa: si le conviene y si le interesa económicamente al patrocinador. En este caso, el abogado recuerda que, con la presunta violación por parte del futbolista Dani Alves, que se encuentra en prisión preventiva, éste ha perdido los acuerdos de 1xPartner, Hygia Saúde, y Ethika.

 

 

 

 

“El club tiene un procedimiento público que daña su imagen y la de los patrocinadores y entramos en cuestiones de derecho mercantil y derecho privado, por lo que es complejo”, afirma por su parte Carlos de Pablo, abogado del Colegio de Abogados de Barcelona. Además, asegura que, si el patrocinador considera que es mediático, puede romperlo por un perjuicio, pero a la vez, si el Barça queda absuelto, este podría emprender acciones legales a causa del perjuicio causado.

 

Además de la pérdida de patrocinio, el club se puede ver inmerso en sanciones deportivas. La Uefa puede sancionar al club con la no participación en competiciones europeas, algo que ya podría ser efectivo en la siguiente temporada, e implicaría dejar de ingresar cien millones de euros, según los especialistas.  

 

Sin embargo, el descenso a Segunda División o a categorías regionales está descartado por parte de los especialistas, así como la retirada de puntos a escala nacional. Sin embargo, después de que la Uefa haya iniciado una investigación podría haber una sanción al margen de lo que suceda a escala nacional.

 

 

 

 

Roca señala que, si los inspectores del organismo encuentran indicios, puedan abrir un expediente disciplinario e imponer una sanción “independiente de lo que pase a escala nacional o penal” y que se aplicaría en 2023-2024.  Un ejemplo de ello es el caso del Fenerbahçe turco, que fue expulsado de la Champions League 2011-2012 por amaños de partidos, pero, posteriormente, la justicia turca determinó que no era culpable.

 

“Para que la Uefa sancione hace falta que tenga la satisfacción confortable”, explica. Es decir “si el organismo está convencido de que ha pasado en un 70%, si se siente cómoda en la conclusión, pero no tiene la certeza absoluta, puede sancionar”, mientras que, en el ámbito penal “la certeza debe ser del 100%”. Sin embargo, el Barça podría demandar a la Uefa, posteriormente, por daños y perjuicios.

 

 

 

 

Por su parte, Siguero opina que la Uefa no va a invitar al club a competir, aunque gane la liga. “En el 90% de los casos, la Uefa no pone problemas a los equipos que mandan una documentación en un plazo determinado pidiendo que se les invite a competir, pero hay situaciones en que, pese a ganarlo deportivamente, se ha infligido una norma”, explica.

 

En este caso, el abogado recuerda el caso de la expulsión del Real Mallorca de la Uefa Europa League en 2010 por entrar en concurso de acreedores o la negación de la licencia Uefa al Rayo Vallecano en 2013 por la misma situación. “Pero el Barça intentará decir que es una sanción y lo peleará, hará todo lo posible por competir y los patrocinios tienen mucho a ver porque hay una parte de los acuerdos que se firman en base a los resultados deportivos”, recuerda.

 

Además, también cree que, además de no ser invitado a jugar, cuando termine la instrucción recibirá una sanción de dos años, “aunque es difícil de prever con el nuevo código ético de la entidad: dependerá de lo que encuentre, pero se pagó un dineral por unos informes que no existen a un árbitro muy importante que influía en designaciones, pero no hay una prueba directa”, sentencia.

 

 

 

 

En cambio, De Pablo cree que“una medida de la Uefa, la Real Federación Española de Fútbol o LaLiga puede ser arriesgado, porque sancionaría antes de demostrarse los hechos, con una actuación ilegítima”.  

 

El club también se enfrenta a una multa por la vía penal. La investigación que se encuentra en fase de instrucción puede durar de dos a cinco años. Con la legislación actual, la consecuencia económica es una multa del 300% del importe pagado y no justificado, siempre que sea posterior al 23 de diciembre de 2010, cuando cambió el código penal. “Para las personas involucradas podría haber cárcel de cuatro a seis años”, sentencia Siguero. De hecho, asegura que el Barça, técnicamente, podría ser condenado a disolución, “algo que se podría aplicar, pero que parece desproporcionado”.  

 

 

 

 

Una vez acabada la instrucción, habrá el proceso abierto del juicio y la vista y posteriormente, la sentencia, que no será firme, por lo que se podrá recurrir. A su parecer, el juicio no se tendría que producir hasta final de año, porque “hay elementos colaterales que hacen que se acelere, argumentando alarma social”. “Pero la investigación es un ser vivo y pueden aparecer más indicios”, insiste.

 

“La normativa de derecho penal prevé responsabilidad de los gestores por encima de la entidad”, señala, recordando que “el objetivo es preservar la entidad”. En este sentido, el abogado opina que la justicia puede imponer sanciones para que el club se estructure y se comporte de manera distinta, “erradicando el comportamiento y haciendo cosas que no vuelvan a pasar”.

 

 

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El precedente de la Juventus

En 2006, la Juventus FC descendió a la Serie B por el caso Calciopoli, un escándalo deportivo de influencia arbitral. En este caso, en la temporada 2006-2007, jugando en la división de plata, el club vio reducidos sus ingresos un 17,4%, hasta 186,7 millones de euros, aunque consiguió cerrar el ejercicio con unas pérdidas de un millón de euros después de reducir el coste de la plantilla un 32,2%.

 

En este caso, las ventas de entradas cayeron un 9,8%; los ingresos por derechos audiovisuales se hundieron un 34,5% y el patrocinio cayó un 20,9%, aunque palió el golpe con los ingresos derivados de los derechos de traspasos, que se incrementaron un 35,8%, hasta 41,5 millones de euros.

 

En la temporada el club se vio obligado a bajar el precio de los abonos, abonar más de 300.000 euros en multas y renegociar contratos. Con Sky Italia, alcanzó un acuerdo para reducir el contrato y pasar de 94,5 millones en 2006-2007 a 80,2 millones de euros. Por otro lado, Tamoil, main sponsor, pidió romper con el club, pero al final renovaron, con una reducción de ocho millones de euros.

 

Por otro lado, el club renegoció las cláusulas del contrato con Nike con una rebaja de 4,5 millones de euros en 2006-2007 así como una reducción de otros 4,5 millones de euros en los ocho años de contrato. Por otro lado, con H3G, la reducción fue de dos millones de euros.