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Canal (CA Osasuna): “Tenemos ofertas de los bancos por el doble de lo que necesitamos para El Sadar”

Fran Canal, director general del club, confía en que la renovación del estadio, enmarcada en una operación de 23 millones de euros de financiación, supondrá un nuevo punto de inflexión, pues aspiran a alcanzar 18.000 socios con abono y dar un impulso al negocio de patrocinios.

M.Menchén

20 mar 2019 - 05:00

Canal (CA Osasuna): “Tenemos ofertas de los bancos por el doble de lo que necesitamos para El Sadar"

 

 

De bordear la quiebra a ser uno de los clubes con uno de los proyectos patrimoniales más importantes del fútbol español. CA Osasuna ha conseguido dejar atrás todos los problemas que acumuló hasta 2014, y hoy se encuentra con una posición de balance cómoda y la rentabilidad del proyecto asegurada. Tanto, que hoy “tenemos ofertas de los bancos por casi el doble de lo que necesitamos”, desvela a Palco23 el director general del club, Fran Canal.

 

La entidad ha logrado que las entidades financieras no sólo tengan como garantías los ingresos de televisión o la sostenibilidad que ha demostrado en los últimos años. El Parlamento de Navarra ha aceptado garantizar la operación de crédito, que ascenderá a 23 millones de euros en total. De este importe, la reforma del estadio absorberá 16 millones, mientras que los siete millones de euros restantes se destinarán a cancelar deuda existente.

 

La dirección espera cerrar la financiación definitiva en las próximas semanas, en las que se espera que CaixaBank tenga un papel importante en tanto que patrocinador y dueño de la antigua Caja Navarra. En paralelo, se está acabando de definir con la constructora y los arquitectos el plan de ejecución definitivo, que permitirá ofrecer una fotografía más clara sobre las futuras oportunidades comerciales del recinto.

 

 

 

 

El plan contempla ampliar el aforo del recinto hasta 24.482 espectadores, frente a las 18.375 butacas que tiene actualmente. “Va a dar una mayor comodidad y confort a los aficionados, porque hoy existen asientos en los que no siempre se ve todo el campo; además, vamos a modernizar aseos y bares”, apunta Canal, sobre los 23 puntos de restauración que habrá. 

 

De esta manera, ya no sólo es que vayan a cumplir con todas las normas de seguridad que hoy en según qué casos no cumplían, sino que también podrán aumentar los ingresos por ticketing. La entidad se ha fijado el reto de alcanzar 18.000 socios abonados tras la reforma, frente a los 16.000 miembros con los que trabaja ahora como máximo ante la necesidad de reservarse parte del aforo para su comercialización por otros canales. 

 

“Prácticamente no podíamos ni vender entradas en muchos de los sectores del estadio, lo que frenaba que puntualmente vinieran familias”, argumenta Canal. En este sentido, recuerda que cada fin de semana en casa necesitan entre 600 y 1.000 asientos que no se venden, sino que se distribuyen, a través de la fundación, entre entidades colaboradoras y los 123 clubes convenidos que tienen en Navarra y La Rioja. “Es importante para fomentar el osasunismo”, defiende.

 

 

 

 

Muestra de la fuerte implantación social que ha logrado Osasuna es que sus ingresos por socios cayeron un 16,2% en 2017-2018, hasta 3,25 millones de euros. Es una caída a doble dígito, pero muy inferior al retroceso del 50% que suelen sufrir muchos equipos cuando pasan de Primera a Segunda División. La venta de entradas cedió un 7,9%, hasta 432.000 euros, según se recoge en las cuentas del último ejercicio.

 

El ejecutivo también confía en un nuevo paso en el área comercial, que en 2017-2018 aportó 1,75 millones de euros. Si bien en términos de activos están al límite (Kirolbet en la camiseta del masculino, Lacturale en la cantera y Euskaltel en el femenino), Canal admite que “nos daría un salto cualitativo brutal con los patrocinadores, porque les podremos dar mejores servicios VIP, que es una parte del atractivo para unirse a nosotros”.

 

La explotación comercial irá más allá, puesto que la fachada de El Sadar dispondrá de una pantalla en la que poder proyectar imágenes, corporativas o publicitarias, y en el interior se habilitará una mayor superficie para negocios. En concreto, habrá 4.050 metros cuadrados, distribuidos entre la planta baja y el primer nivel, en los que se podrán habilitar restaurantes, tienda oficial e incluso un museo. “Tenemos que acabar de definir cómo distribuimos estos nuevos espacios”, matiza Canal, sobre qué futuros negocios podrían habilitarse.

 

Todas estas iniciativas permitirán consolidar la buena salud de la que ha logrado dotarse un Osasuna que hizo bandera de la austeridad en el actual ciclo audiovisual para que el dinero de la televisión acelerara su saneamiento. “Cuando llegó la junta directiva actual en 2015 el club estaba descapitalizado y había un problema judicial muy complejo por el caso de los amaños; ahora, en cambio, ya podemos pensar en crecer y generar valor de marca”, resume el primer ejecutivo sobre el cambio que se ha producido.

 

 

 

 

Por el momento, los socios han rechazado dar un vuelco definitivo a la situación con la recompra de la propiedad del estadio, pero es una propuesta que no está descartada de forma definitiva. “Tenemos un plan para recuperar el patrimonio”, asegura Canal, sobre una propuesta que más adelante podría volver a someterse a votación entre los socios. “El único objetivo que podemos tener es crecer, no repartir beneficios”, añade, sobre la singularidad que tienen como club social junto a Athletic Club, FC Barcelona y Real Madrid.

 

Junto a la reforma del estadio, otra de las prioridades ha sido la potenciación de la ciudad deportiva de Tajonar, piedra angular para esa idea de crear osasunismo y, además, generar talento para el equipo. El ejecutivo asegura que la inversión económica en software de gestión y personal adicional de tecnificación ha sido muy elevada, ante la necesidad de competir en un territorio donde otros clubes de LaLiga también rastrean el talento mediante clubes convenidos.

 

“No podemos hacer un equipo de once foráneos, porque la presencia de canteranos es lo que hace que ellos también tengan una mayor implicación”. Aun así, admite la dificultad de poder retener el talento si no están en Primera. “Ahí podemos competir, pero asumimos que somos un equipo vendedor y que a algunos chicos también les llega el momento de dar el salto”, añade.

 

De hecho, el traspaso de futbolistas ha sido una de las claves del proceso de saneamiento, con unas plusvalías que de media han superado los cinco millones de euros durante las últimas siete temporadas. Aun así, la prioridad continuará siendo retenerlos el máximo de tiempo posible, porque hay una premisa clara: “el ascenso no se busca sólo para generar más dinero, sino para ofrecer un producto competitivo a tus socios”, concluye.