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Cádiz CF: de esquivar el descenso a Tercera por impagos a la élite del fútbol en cinco años

El club, que hace cinco temporadas consiguió el ascenso desde Segunda División B, ha logrado regresar a la primera categoría del fútbol nacional en cuatro temporadas.

P. López

14 jul 2020 - 04:59

El Cádiz CF ha vuelto a Primera División tras catorce años jugando en Segunda División y Segunda B

 

 

La historia del Cádiz CF en el último lustro se resume con el término ascenso. El que consiguió en 2015-2016, cuando estaba en Segunda División B y fue el último equipo en lograr subir de categoría hasta Segunda División. Fue el regreso de un club histórico al fútbol profesional y, en tan sólo cuatro temporadas, ha conseguido ascender a la categoría de oro, LaLiga Santander, catorce años después de su último encuentro en Primera División.

 

Han pasado justo cinco años desde que el club eludió el descenso a Tercera División por impagos. La entidad se puso al día con las obligaciones económicas con sus futbolistas y, desde entonces, el negocio del equipo gaditano no ha hecho más que mejorar en consonancia con sus resultados deportivos. A falta de cerrar un ejercicio 2019-2020 marcado por el Covid-19, el club ha pasado en cinco años de registrar de una cifra de negocio de 2,7 millones 2014-2015, cuando estaba en Segunda División B, a facturar 10,8 millones en 2018-2019.

 

A este negocio ordinario, dependiente de los 7,2 millones de euros que facturó el año pasado por televisión, se suman los 5,7 millones de euros de plusvalías por traspasos, que le permitieron cerrar 2018-2019 con beneficios por tercer año consecutivo. Y es ahí donde el Cádiz quiere centrarse, en la formación de talento para el primer equipo o para nutrir las arcas del club.

 

 

 

 

Por ese motivo la pasada temporada empezó a trabajar en su proyecto de ciudad deportiva ampliada, con una inversión que oscilará entre ocho millones y diez millones de euros, en función de cómo avancen las negociaciones con la Administración. De culminarse, sería la mayor inversión patrimonial de la historia del club. Lo que sí plantea el club es un plan dividido en fases para construir un campo de fútbol adicional, una residencia para la cantera y otros servicios.

 

Todo ello, mientras negocia con el Ayuntamiento de Cádiz la ampliación del aforo del Ramón de Carranza, un estadio con capacidad para más de 20.000 personas.  La idea del club es ganar 5.000 asientos, que permitirían mejorar los ingresos por abonos y ticketing por encima de los 1,6 millones de euros que ha facturado en las últimas dos temporadas.

 

Hasta febrero, el mes previo al parón por el Covid-19, el Cádiz había promediado 15.979 espectadores en las gradas de media, el mejor promedio de los últimos años, y la cuarta mejor cifra de la categoría. Es un volumen de asistencia que espera mejorar durante la próxima temporada siempre y cuando se pueda volver a jugar con público en las gradas y sin limitaciones de aforo. La primera declaración de intenciones ya la ha hecho, con el anuncio del fichaje de Álvaro Negredo como delantero para la próxima campaña.

 

 

 

 

El reto para la próxima temporada no es sólo mantener la categoría, sino también cumplir con el pago de su deuda, que en los últimos años ha ido aumentando hasta 15,8 millones de euros en 2018-2019, un 49,5% más que en 2014-2015.

 

Otro de los partidos pendientes por jugar en los despachos es el de la propiedad del club, tras el pulso que mantienen Manuel Vizcaíno, presidente, y Enrique Pina, detenido en febrero de 2018 por presunto blanqueo de capitales y fraude mediante la compraventa de futbolistas. El club revocó de forma indefinida los poderes que delegó en su día en Pina, que está protagonizando una batalla judicial por la propiedad del Cádiz CF.

 

En la actualidad, el 49,5% de las acciones son de Vizcaíno y Pina a través de la mercantil Locos por el Balón, y en marzo de 2020 se dio entrada a un grupo inversor norteamericano como accionista minoritario, aunque no trascendió el paquete de acciones que adquirió ni la identidad del accionista.