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Bartomeu ‘arrincona’ a Freixa por si le disputa la presidencia del Barça

Palco 23

6 oct 2014 - 21:08

Josep Maria Bartomeu dejó claro que, tras relevar a Sandro Rosell en la presidencia del FC Barcelona, remodelaría el organigrama del club para adaptarlo a sus necesidades. Y uno de los grandes damnificados de los cambios ha sido Toni Freixa, que en pocos meses ha dejado de ser portavoz, responsable del área jurídica y secretario de la junta directiva. ¿Mal trabajo? Quizás, pero también tantear en el entorno del Barça sus opciones para ser presidenciable en las elecciones de 2016.

 

Nada más acceder a la presidencia, Bartomeu decidió relevar a Freixa como portavoz, cargo que fue asumido por el vicepresidente Manel Arroyo. En este caso, la decisión se tomó al considerar que las formas de Freixa a la hora de expresarse no habían sido las adecuadas en algunas situaciones y que habían ido en contra de los intereses del club.

 

Ha pasado el verano y, tras la decisión de hoy de Bartomeu, Freixa es el único directivo de la junta sin ninguna función asignada, ya que también ha perdido el control del área jurídica a favor de Jordi Moix. Este directivo, que ya es el responsable del área de patrimonio, ahora también deberá coordinar el área jurídica, para lo que contará con el apoyo de Jordi Calsamiglia, coordinador de la comisión jurídica y miembro de la comisión social del Barça.

 

Arroyo ha explicado en rueda de prensa que Freixa no dejará la entidad y se ha puesto a disposición de Bartomeu para lo que sea necesario. El directivo, muy cercano a Sandro Rosell, sabe que el actual presidente no puede cesarlo porque los estatutos del club no se lo permiten. Otra cuestión es si Freixa optará por marcharse si considera que su papel no es tenido en cuenta.

 

Uno de sus movimientos que más ha molestado, más allá de que pueda tener aspiraciones presidenciales, fue negociar con la junta de Joan Laporta una solución pactada antes de que arrancara el juicio por la acción de responsabilidad que interpuso el equipo de Rosell nada más llegar al club en 2010, al considerar que los gestores salientes generaron unas pérdidas de 48 millones de euros. Freixa no logró ningún pacto porque Laporta se negó, pero es que tampoco logró apoyos dentro de la junta.