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Barça: elecciones a partir del 15 de marzo tras la debacle deportiva

El club, que ha organizado una junta directiva extraordinaria tras la derrota por 2-8 ante el Bayern de Múnich en la Champions League, ha anunciado que los comicios se celebrarán en marzo. Los directivos también han decidido destituir a Quique Setién como entrenador.

Palco23

17 ago 2020 - 19:00

La junta directiva del Barça ha decidido que las elecciones a la presidencia sean en marzo

 

 

Las elecciones a la presidencia del FC Barcelona serán en marzo de 2021. Así lo ha decidido la junta directiva tras celebrar una reunión extraordinaria días después de la derrota del primer equipo ante el Bayern de Múnich por 2-8 en los cuartos de final de la Champions League. El mal resultado deportivo ha acelerado la toma de decisiones, como la destitución de Quique Setién como entrenador. Los comicios serán a partir del 15 de marzo, coincidiendo con el primer partido que el Barça juegue como local a partir de esa fecha.

 

De este modo, se procurará hacer coincidir las elecciones con el encuentro para facilitar la mayor participación posible, aunque se desconoce si para entonces los encuentros podrán disputarse con público en las gradas.  La celebración de las elecciones a partir del 15 de marzo del año próximo, implica que la Junta directiva asume la plena responsabilidad en relación al cierre del ejercicio económico de la temporada 2020-2021.

 

El club debía celebrar elecciones a la presidencia entre el 15 de marzo y el 15 de junio de 2021, y sólo un adelanto electoral hubiera anticipado. Dicho adelanto hubiera sido posible si el presidente Josep María Bartomeu hubiera dimitido y lo hubiera hecho también el 50% de los miembros de la junta. También si el 75% de la junta hubiera presentado su renuncia, algo que no ha ocurrido. Al no dimitir ni adelantar las elecciones, la junta liderada por Bartomeu asume asumir el cierre de cuentas de 2020-2021, que será de gran importancia para compensar las posibles pérdidas de 2019-2020, año marcado por el Covid-19. La junta directiva también ha decidido que la asamblea de socios compromisarios se celebre en octubre.

 

La Junta entiende que la convocatoria de las elecciones de manera inmediata no es viable teniendo en cuenta que el campeonato de Liga comenzará el fin de semana del 12 de septiembre, y el marco derivado de la crisis de la Covid-19, tanto en el ámbito económico como social. En consecuencia, "el club continuará implementando el plan de choque para revertir la situación deportiva y económica, basado en cambios profundos en el primer equipo, y una redefinición presupuestaria para hacer frente a la nueva situación provocada por el Covid-19, antes de finalizar este mandato", ha explicado la entidad en un comunicado.

 

 

 

 

Son varias los candidatos que han afirmado estar dispuestos a presentarse a las elecciones del FC Barcelona, aunque sólo Víctor Font y Jordi Farré han anunciado su candidatura como tal. El expresidente Joan Laporta también ha afirmado su interés, aunque será a finales de año cuando anuncie si finalmente se presentará o no. Emili Rousaud, exdirectivo del Barça y fundador de Factorenergia, baraja la posibilidad de presentarse como candidato, así como Jordi Farré, que ya se presentó en los comicios de 2015.

 

¿En qué situación está el Barça desde la perspectiva deportiva, económica e institucional? Hacía doce años que el club no cerraba una temporada en blanco, es decir, sin conseguir ningún título. Fue en 2007-2008, una temporada que marcó el fin de la era de Frank Rijkaard y Ronaldinho, pero que supuso el inicio de la era con Pep Guardiola y la consecución de seis títulos en una única campaña.

 

La situación económica del club responde a una deuda al alza y una caída de la rentabilidad pese al incremento de los ingresos. Todo ello ha puesto en el punto de mira a Óscar Grau, director general, al que se ha criticado por la firma de operaciones discutirles en el mercado de traspasos y por la laxitud en la gestión económica.

 

La primera temporada de Grau como primer ejecutivo se cerró batiendo por primera vez la barrera de los 700 millones de euros, pero también con un recorte de casi el 50% del beneficio neto, hasta 18 millones. Esta tendencia se ha mantenido desde entonces, con un resultado neto que ha ido menguando a medida que el aumento de la facturación lo sostenía la venta de activos y los nuevos contratos de televisión.  

 

De hecho, en 2018-2019 el club presentó un beneficio de 4,5 millones de euros, un importe que se consiguió gracias a la venta sobre el pitido final del portero Jasper Cillissen al Valencia CF. Fue una operación mediante un trueque que ayudaba a ambos clubes a cuadrar sus respectivas cuentas de resultados sin exigir el desembolso de dinero

 

 

 

 

El gasto en salarios y en amortizaciones de fichajes ha disparado la deuda en un contexto en que el club esperaba destinar recursos y deuda al Espai BarçaLa financiación prevista para ese proyecto se va ya a 815 millones de euros y se hace necesario un nuevo referéndum para que los socios decidan qué hacer, si bien el diseño arquitectónico podría mantenerse y sobre todo apostar por fasear aún más los trabajos. A cierre de 2018-2019, la deuda neta culé ascendía a 602 millones de euros.

 

La situación deportiva y económica se ve agravada por la crisis institucional que ha afectado al club durante la última temporada a raíz del Barçagate, que puso el foco en el máximo órgano de gobierno del club, la junta directiva, entre acusaciones de corrupción, fraccionamiento de facturas para eludir los sistemas de control internos y sospechas sobre el servicio real que prestaron los proveedores de monitorización en redes sociales. Todo ello provocó la dimisión en bloque de seis miembros de la junta deportiva por disconformidad con la gestión actual, pero también elevó las críticas de la afición y de los socios del club.