Clubes

Agnelli (Juventus): “Los clubes somos los únicos que asumimos riesgos empresariales”

El presidente de la Juventus y ECA, Andrea Agnelli, pide racionalizar el número de ventanas para partidos de selecciones y defiende una tercera competición europea de clubes para dar más visibilidad a países pequeños.

M.Menchén

24 sep 2018 - 15:00

El presidente de la Juventus ha criticado que haya equipos que disputan hasta 53 partidos al año, diez más que muchos otros

 

 

Andrea Agnelli se ha convertido en una persona clave para la industria del fútbol. Miembro de la familia propietaria de Fiat y la Juventus, el ejecutivo italiano es hoy el presidente de la Asociación Europea de Clubes (ECA), y hoy ha sacado a relucir ese orgullo que tienen todos los miembros de cualquier saga familiar empresarial exitosa. “Los clubes somos los únicos que asumimos riesgos; antes valía lo de que esto es un juego, pero ahora es un negocio y hay que tenerlo en cuenta”, ha señalado para defender un papel más relevante de este colectivo en la toma de decisiones.

 

El empresario, que ha participado en World Football Summit (WFS), se refería a la definición del calendario y el impacto que eso tiene sobre todo lo demás. “Cuando miro al clúster de stakeholdersdel fútbol veo a ligas, federaciones y jugadores que no toman riesgos, mientras que somos nosotros los que invertimos en estadios, centros de entrenamiento, cantera, etcétera”.

 

La crítica al calendario, nada velada, cobra más sentido si se tiene en cuenta que como mínimo el 70% de los costes de cualquier equipo de fútbol son salariales. De ahí que Agnelli, en línea con el posicionamiento de la ECA, haya reclamado que se debe “armonizar el número de partidos que se juegan”, pues la actividad va de 43 a 53 encuentros por curso según lo lejos que llegue un equipo en competiciones nacionales e internacionales.

 

 

 

 

El año 2024 se ha convertido en el horizonte inmediato que analizan los grandes clubes, pues es cuando debe definirse el calendario internacional del próximo ciclo mundialista y podría marcar el futuro de las competiciones profesionales en Europa. Y aquí, Agnelli ha vuelto a reclamar más protagonismo para los torneos internacionales, con una tercera cita bajo el paraguas de la Uefa, y el desplazamiento de los partidos de selecciones a ventanas más restringidas y en la medida de lo posible al final de cada temporada.

 

El ejecutivo italiano ha insistido en este punto, porque “los jugadores no son máquinas y si lo fueran podrían estar a punto de romperse”. Muestra de la problemática sobre el calendario es la crítica del sindicato AFE a la celebración de partidos de LaLiga en el extranjero, pues consideran que supone añadir un riesgo adicional al estado físico de los futbolistas.

 

Es un debate que deberá ir parejo a la aprobación de esta hipotética tercera competición continental, que estaría por debajo de Champions League y una Europa League con menos participantes, pero de más nivel. “Su valor comercial sería pequeño, pero los clubes lo piden porque les daría más visibilidad internacional para poder activar otros ingresos”, ha opinado.

 

Agnelli, consciente de que LaLiga es una de las competiciones nacionales más críticas con los desequilibrios que puede provocar el crecimiento de la Champions League, también ha querido responder. “He oído que las competiciones Uefa generan desequilibrio competitivo, y en parte sí, pero no es relevante”, ha comentado, para añadir: hace unos años el peso de los ingresos por sus torneos en el fútbol europeo era un 10% en el caso de los grandes equipos y sigue exactamente en ese mismo porcentaje. “La mayoría del crecimiento de los grandes equipos ha sido por el área comercial, y para nosotros es crucial la exposición que podemos obtener a nivel global”, ha defendido.

 

 

 

 

Esa es la clave que, en su opinión, marca hoy las diferencias entre clubes, para lo que ha realizado un viaje en el tiempo con el que demostrar que siempre ha habido elementos distorsionadores. “En los años setenta y ochenta, una de las mayores discriminaciones fue el tamaño de las áreas metropolitanas, porque los ingresos por el estadio eran lo más importante”, ha recordado.

 

El dueño de la Juventus ha insistido en que siempre ha habido este tipo de generadores de brechas, aunque ahora ya no atienden a una cuestión demográfica, sino al puro negocio asociado al espectáculo deportivo. “En la transición de los noventa apareció la televisión de pago, un nuevo elemento discriminador, que son los grandes mercados”, ha resumido. Y ahí, el problema ha sido que el cambio ha dejado en el camino a clubes históricos como el Ajax o el Steaua de Bucarest, incapaces de competir en términos económicos y deportivos.

 

“Hemos visto como países con tradición futbolística como Holanda no tenían mercado para competir con las cinco grandes ligas, ha sido una ruptura tremenda”, ha admitido. De ahí su insistencia en defender esa tercera competición europea de clubes para elevar el nivel de los grandes equipos de países más pequeños, una idea que también ha destilado el presidente de la liga belga.

 

Otro elemento distorsionador señalado por Agnelli ha sido la tradición de comercializar activos de forma centralizada, que lidera la Premier League desde 1992 y que con el tiempo han asumido todas las competiciones, incluida LaLiga desde 2015. “Por eso nos llevan una gran ventaja”, ha señalado el ejecutivo sobre el alto volumen de ingresos que obtiene el fútbol británico por sus retransmisiones en el extranjero.

 

El margen para recortar distancias es escaso, pero Agnelli ha señalado que si hay un reto compartido por todos es el de entender a la próxima generación de consumidores. “¿Qué quieren ver los jóvenes del futuro?”, se ha preguntado. Y nadie le ha dado la respuesta, aunque él mismo se podría contestar con su afirmación previa: “Esto ahora es un negocio”, y añadiría: entretenimiento.