Clubes

Codere retira su demanda contra el Real Madrid tras conseguir su patrocinio

El Tribunal Supremo avala el acuerdo extrajudicial entre las partes, después de que la casa de apuestas denunciara el acuerdo de patrocinio del club con Bwin.

M.Menchén

10 may 2017 - 05:00

real madrid presentacion patrocinio codere

 

El Real Madrid y Codere anunciaron un acuerdo de patrocinio por tres años el pasado 22 de noviembre. El contrato suponía algo más que una nueva fuente de ingresos para el club, ya que el mismo también sirvió para que ocho días antes se firmara un acuerdo transaccional por el que se ponía fin a la batalla judicial que la casa de apuestas inició en 2011 contra la entidad deportiva y su anterior patrocinador en este sector, Bwin. El pacto amistoso, según ha podido saber Palco23, fue avalado por el Tribunal Supremo el pasado 11 de enero, dos meses después de que la compañía española ya empezara a beneficiarse de la notoriedad mediática y el importante acceso a la base de seguidores blancos en redes sociales.

 

Se desconocen los términos del acuerdo entre el club y la compañía española, aunque en el auto del juez Francisco Javier Arroyo se aclara que “este acuerdo transaccional no comprende, ni se refiere a las pretensiones que en este mismo litigio” tiene Codere contra Bwin, “con la consecuencia de que las pretensiones ejercitadas en la demanda frente a dicha entidad y la impugnación de la sentencia de segunda instancia por las que han sido desestimadas quedan plenamente subsistentes, debiendo continuarse con el trámite de admisión de los recursos interpuestos”.

 

El origen del conflicto se remonta a 2011, cuando la compañía española presentó una demanda contra el operador austríaco y el club de fútbol por “actos de competencia desleal consistentes en la publicidad ilícita de sus servicios, relacionados con el juego on line, por carecer de autorización administrativa”. Su solicitud fue desestimada tanto por el Juzgado de lo Mercantil número 4 de Madrid como por la Audiencia Provincial, y el caso ya se había elevado al Tribunal Supremo, donde se volverá a dirimir ahora sólo el grado de culpa de Bwin.

 

Codere criticaba que el patrocinio entre las dos partes, que incluía acciones promocionales de todo tipo y la presencia de la marca internacional en el frontal de la camiseta, carecía de “las autorizaciones exigidas en materia de juegos de azar y apuestas”. Ello, debido a que la asociación se inició antes de que el Gobierno aprobara la regulación sobre el juego a través de Internet.

 

 

En su momento, los servicios jurídicos del Real Madrid se defendieron indicando que “las restricciones a la publicidad defendidas por la demandante resultarían arbitrarias” y que la Ley del Juego, que se aprobó en mayo de 2011, venía a “llenar un vacío normativo, desarrollándose estas actividades hasta entonces en situación de alegalidad”. Además, en una de sus disposiciones adicionales, “permite expresamente la conducta que las demandantes consideran ilícita”, ya que establecía que “los patrocinios deportivos podrán seguir desplegando sus efectos contractuales hasta la resolución del primer concurso de licencias sobre las actividades del juego objeto de patrocinio”.

 

Bwin defendía esta misma postura, ya que considera que “existía una situación de vacío legal en relación al juego on line, pero en un contexto de no prohibición”. También consideró que su rival “habría perdido la oportunidad de ejercitar su derecho por retraso desleal, ya que conocía los actos de publicidad desde 2010, cuando la asociación Anesar (de la que forma parte algún miembro de la familia que controla Codere) interpuso denuncias ante distintos órganos de la Administración contra Bwin”.

 

El Mercantil aceptó en su sentencia los argumentos del club y Bwin, al entender que “se trataba de una situación de alegalidad, derivada de un fenómeno novedoso, que presentaba características que la hacían distinta del juego presencial”, según se recoge en los fundamentos de derecho de la sentencia de la Audiencia Provincial, que avaló esta misma argumentación.

 

La compañía de juego austríaca ocupó el frontal de la camiseta del Real Madrid entre 2007 y 2013, año en el que Emirates se hizo con el patrocinio principal de la entidad deportiva y la casa de apuestas pasó a un segundo plano. El operador siguió como patrocinador hasta el pasado verano, cuando decidió no renovar algunas de sus principales alianzas, como la del propio Madrid o la Juventus de Turín. En cambio, a comienzos de 2017 y ante la fuerte competencia en España, decidió reactivar su promoción con asociaciones con Atlético de Madrid, Sevilla FC, Villarreal CF y Valencia CF.

 

La importancia que el sector de las apuestas da al fútbol no es casual, ya que es su principal motor de crecimiento en el país. En 2016, este negocio creció un 22,3% y superó la barrera de los 5.000 millones de euros, al mover 5.111 millones de euros.