Adiós a Manuel Ruiz de Lopera

El beticismo y todo el fútbol español despiden a uno de los nombres propios de la historia de este deporte. Manuel Ruiz de Lopera, expresidente de Real Betis, falleció la pasada madrugada del sábado a los 79 años. El sevillano, figura carismática y fundamental para entender el fútbol español de la década de los noventa, legó escenas imborrables dentro y fuera de los terrenos de juego.

Nacido en Sevilla en 1944, Lopera dio sus primeros toques en el distrito de Santa Justa, en el colegio Salesianos Santísima Trinidad. La relación con el club verdiblanco se materializó en 1991, cuando entró en septiembre como vicepresidente económico de la entidad bajo el mandato de Hugo Galera.

Un año después, el propio Lopera depositó los avales necesarios (alrededor de 850 millones de pesetas), mediante la empresa familiar Farusa, para que el Betis no se convirtiera en Sociedad Anónima Deportiva (SAD). De esta manera, la compañía pasó a ser la máxima accionista del club, con un 51% de la propiedad. En 1993, a través de un contrato de imagen con Heliopolitana, Lopera consiguió los 600 millones de pesetas que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) le demandaba al club.

Bajo el mandato de Lopera, el Betis levantó una Copa del Rey y logró su primera clasificación para la Liga de Campeones

Sin embargo, no fue hasta 1996 cuando llegó a ser presidente de la entidad verdiblanca. Durante su mandato, Real Betis consiguió llegar a dos finales de la Copa del Rey, siendo capaz de levantar el título en la temporada 2004-2005. Además, logró clasificar al equipo hasta en cuatro ocasiones para disputar competiciones europeas, destacando su participación en la Champions League (la primera de su historia) durante la misma temporada en la que alzó el título de la Copa del Rey.

Más allá de los resultados, Lopera amplió el patrimonio del club en 1997, construyendo una nueva ciudad deportiva. Ese mismo año, cambió el nombre del estadio bautizándolo como Estadio Manuel Ruiz de Lopera, aunque en 2010 el feudo verdiblanco recuperó la denominación anterior: Estadio Benito Villamarín.

No obstante, a principios de siglo, Lopera fue condenado por un delito contra la Hacienda Pública, que encontró irregularidades financieras entre los años 1996 y 1997. Durante el litigio, le llegaron a embargar sus acciones en el Betis, aunque las recuperó en julio de 2015.

Lopera marcó una época en los palcos del deporte rey, coincidiendo con figuras ilustres como Joan Gaspart, Jesús Gil, César Lendoiro o Ruiz Mateos, entre otros. El presidente sufría desde hacia años de diverculitis, una enfermedad del sistema digestivo que forma pequeñas bolsas en la pared del colon. El fútbol despide al presidente más carismático del beticismo.