Entre la 'gamificación' y la alta intensidad: los nuevos conceptos de club al calor ‘techie’

Patricia López

6 abr 2017 - 04:55

El sector del fitness se encuentra en plena etapa de disrupción tecnológica a la que tratan de adaptarse los gimnasios tradicionales. Otros clubs, en cambio, surgen como consecuencia de los avances digitales y del cambio en los hábitos de consumo por parte del público millenial.

 

Se trata de nativos digitales que desean hacer deporte y controlar su evolución a través de la tecnología y, al calor de este tipo de cliente, han surgido nuevos conceptos que explotan el ámbito tecnológico para mejorar su servicio. Así se desprende de las opiniones recogidas por Palco23 para la serie de reportajes patrocinada por Life Fitness sobre la importancia que tiene la tecnología en la industria de la actividad física.

 

“No se trata de si la tecnología generará un impacto en la industria del fitness, sino de cómo genera ese impacto. En un futuro habrá tres tipos de clubs: los que se forjan a base de ladrillo y hierro, los que tienen una extensión digital y los que son puramente digitales”, explicó el presidente de Ihrsa, Rasmus Ingerslev, durante la jornada Motionsoft Technology Summit, celebrada en Baltimore el pasado septiembre.

 

En este contexto, se están desarrollando los estudios boutique con métodos de entrenamiento personalizados basados en la tecnología. En España, los ejemplos son Orangetheory Fitness y Burn Calories. “Nuestro método se basa en el entrenamiento de alta intensidad. Pedimos a los clientes que lleguen a su zona naranja, es decir, al 80%-90% de su capacidad, y él mismo puede visualizarlo desde las pantallas que tenemos instaladas. El entrenador le motiva a llegar al objetivo y eso engancha”, explica Carlos Ferrán, socio de la masterfranquicia de Orangetheory Fitness en España.

 

La cadena ha desarrollado Otbeat, un programa propio para monitorizar en tiempo real las métricas de los usuarios, que visualizan en múltiples pantallas su rendimiento y el de los otros participantes de la sesión. De ahí que se genere cierta competición, tanto del cliente a nivel individual, como contra otros abonados. La gamificación también es un factor clave y cada usuario dispone de una aplicación para consultar su evolución desde donde desee.

 

Se trata de una fórmula que ya anticipó Ingerslev al afirmar que “los nuevos gimnasios que integren el concepto techie ofrecerán un servicio más individualizado tanto en la atención presencial como digital, la aptitud será más social y el club tendrá relevancia fuera de sus cuatro paredes y durante las 24 horas del día”.

 

Burn Calories 650
Los expertos consideran que, en un futuro, existirán centros de 'fitness' púramente digitales.

 

Es un método que también ofrece Burn Calories, que ha apostado por la tecnológica MyZone para registrar el entrenamiento. “La tecnología nos ayuda a generar experiencias y ese es el valor diferencial que buscamos para desmarcarnos de otras cadenas más grandes y con cuyas instalaciones no podemos competir”, detalla Fran Gutiérrez, consejero delegado de la marca. En este sentido, de la “competición” que puede generarse entre varios usuarios se genera un sentimiento de pertenencia a una comunidad”.

 

Es algo que Pablo Foncillas, experto en comercio electrónico de la escuela de negocios IESE,  identifica con el término hiperservicio. “Consiste en modernizar el servicio que venían ofreciendo los gimnasios con ayuda de la tecnología y con el fin de, por ejemplo, mejorar la capacidad de conectar con tus clientes de una forma nueva, con el objetivo de crear una comunidad, de que interactúen entre ellos haciéndoles competir en una clase de cycling, por ejemplo”.

 

Chano Jiménez, consultor especializado en la industria de la actividad física, apunta a que "el éxito de estos conceptos radica en que han hecho un cóctel muy atractivo. Desarrollan un modelo de entrenamiento enfocado a las tendencias que triunfan en España, como la alta intensidad, las sesiones personalizadas en grupos reducidos y el uso de la tecnología". Según Jiménez, "que la actividad esté monitorizada permite un seguimiento más exhaustivo, un componente de motivación que unido a la estética del local y a su interiorismo atractivo invita a vivir una experiencia".

 

Los especialistas consultados coinciden en que el quantified-self, un movimiento basado en incorporar la tecnología para medir diversos aspectos dela vida diaria del usuario, ha sido interiorizado con éxito por parte de los centros boutique. Esta tendencia de cuantificar el número de calorías quemadas y el ritmo cardiáco también la pone en práctica Cycling Box, un estudio de Jaén que mediante la aplicación Polarbit registra los datos de entrenamiento de sus clientes y les permite visualizarlos a tiempo real.

 

“Los clientes que lo desean pueden ver sus datos durante la sesión, y los instructores controlan su actividad mediante un iPad”, detalla Antonio Cazorla, socio fundador de la compañía. Según el directivo, los resultados están siendo positivos. “La tecnología nos posibilita llevar a cabo el entrenamiento y nos ayuda a aportar este valor añadido. Los clientes que lo han probado admiten que disfrutan mucho más la clase con el sistema”, explica.

 

Así como algunos gimnasios están surgiendo al calor techie, otros centros ya consolidados están alcanzado acuerdos con empresas tecnológicas para ampliar su cartera de clientes. Es el caso de algunos estudios de yoga, barre, alta intensidad (Hiit), pilates y boxeo de Nueva York, que se han adherido a la tecnológica Fortë para que instale cámaras en sus boxes con el fin de emitir por streaming todas las sesiones grupales que lleven a cabo, de modo que cualquier usuario dado de alta en esta herramienta pueda realizar los ejercicios desde su casa.

 

Son muchas las estrategias que siguen los operadores para atraer al nuevo consumidor y para ampliar su ámbito de actuación más allá de las cuatro paredes, pero como ya anunció Rasmus Ingerslev, todas tienen un componente común: el uso de la tecnología en el gimnasio.

 

bannerebookpalco23_800x90