Fitness

Altafit recupera terreno y reduce sus pérdidas un 27% en 2021, hasta ocho millones de euros

La cadena madrileña, propiedad de MCH y fundada en 2011, cerró el ejercicio 2021 con unos ingresos de 30 millones de euros, lo que representa un incremento del 30% frente a 2020. La compañía cerró el ejercicio con 123.000 socios.

Altafit recupera terreno y reduce sus pérdidas un 27% en 2021, hasta ocho millones de euros
Altafit recupera terreno y reduce sus pérdidas un 27% en 2021, hasta ocho millones de euros
La enseña ha remodelado y reorganizado el 50% de sus centros en los últimos dos años.

Miquel López-Egea

30 sep 2022 - 05:00

Altafit se recupera. La cadena madrileña, propiedad de MCH y fundada en 2011, cerró el ejercicio 2021 con unos ingresos de 30,4 millones de euros, lo que representa un incremento del 30,5% frente a 2020.

 

Este crecimiento ha permitido que las pérdidas de la compañía en el ejercicio se hayan reducido un 27,4%, hasta ocho millones de euros, según se desprende de las cuentas consolidadas depositadas en el Registro Mercantil.

 

Durante el periodo, la cadena incrementó su gasto de personal un 30%, hasta 11,2 millones de euros. A cierre del ejercicio, la cadena contaba con setenta gimnasios propios y once franquiciados, y mantenía una cartera de nueve locales firmados pendientes de inicio de obras, que restaban a la espera de la evolución de la compañía para decidir sobre su puesta en marcha o abandono. Asimismo, a cierre del ejercicio, tenía dieciséis marcas registradas, todas con patentes tramitadas o en tramitación en la Oficina Española de Patentes y Marcas, para ofrecer sus servicios, como G4Run o The Boxer Club.

 

 

 

 

Por otro lado, la deuda con entidades de crédito a cierre de 2021 ascendió a 45,1 millones de euros, un 1,3% menos que en 2020. Actualmente, MCH posee el 83% de la empresa, mientras que Vicente Olivenza tiene el 14% y José Antonio Sevilla el resto.

 

Altafit cerró 2021 con 123.000 abonados, cifra que representa un 83% más que a cierre de enero de 2021, mes afectado por los cierres y las restricciones derivadas de la pandemia. Sin embargo, según se desprende de la memoria de la compañía, está cifra aún está “lejos de los niveles prepandemia en gimnasios comparables, pero obviamente mucho mejor que a principio de año”. El número de empleados a cierre de 2021 era de 651 trabajadores, 22 más que en 2020.

 

Para hacer frente al impacto de la pandemia, la cadena apostó negociar la reducción de alquiler, aplicar expedientes de regulación temporal de empleo (Erte) y poner en marcha una reducción “significativa” de retribuciones variables, según reconoce en informe de gestión.

 

 

 

 

Además, el grupo puso el foco en reducir la gestión del circulante, mediante la ampliación del plazo de pago a proveedores y la recuperación de ingresos anticipados por la vía de cuotas de media y larga duración a los socios.

 

Asimismo, la compañía también se centró en la reducción de salidas de caja asociadas a inversiones tanto en gimnasios existentes como ampliaciones o nuevos centros y a repagos de deuda e intereses en los que, en algunos casos, se han renegociado carencias y extensiones. “El resultado de estas actuaciones ha sido que, a pesar de las dificultades, se ha logrado que el resultado bruto de explotación (ebitda) operativo recurrente haya sido positivo en aproximadamente 4,3 millones de euros”, señala Altafit.

 

La cadena también asegura que la recuperación de clientes ha sido rápida, especialmente en los segmentos de edad más joven, aunque, remarca que hay una tendencia en el mercado de orientación hacia al entrenamiento de fuerza, frente al cardio o las actividades dirigidas, lo que ha implicado un cierto rediseño de los espacios deportivos de los clubes. Concretamente, la enseña ha remodelado y reorganizado el 50% de sus centros en los últimos dos años.

 

 

 

 

Altafit también reconoce que los operadores más pequeños y los gimnasios de barrio tradicionales han sido los más dañados por la pandemia, por lo que espera reducción de la oferta de este tipo de instalaciones, así como falta de capacidad para invertir en el mantenimiento y renovación de sus instalaciones. Asimismo, anticipa una cierta desaceleración en los planes de expansión de alguno de los grandes operadores por falta de liquidez para el crecimiento.

 

Respecto al home fitness, Altafit recuerda que una vez que la situación epidemiológica se ha estabilizado, los clientes han vuelto al gimnasio físico, valorando la interacción social y la oferta de equipamiento y actividades por encima de las ventajas que en algún momento encontraron en el entrenamiento doméstico. Para dar respuesta a los clientes que prefieren este tipo de entrenamientos, Altafit tiene su propia app, que ha requerido “una inversión muy modesta”. “Todo esto combinado hace que seamos optimistas frente al futuro próximo”, sentencia.