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El negocio de Chiruca 'escala' a niveles de hace cuatro años

Guillermo G. Recio

2 may 2016 - 05:00

Chiruca vuelve a la carga. Las botas que nacieron del fuselaje de un avión estrellado en los Pirineos catalanes durante la Primera Guerra Mundial es hoy una histórica marca española que pretende consolidarse en Europa en los próximos años. Para ello ha tenido que superar diversos obstáculos.

 

Tras un éxito rotundo hasta la década de los setenta, la empresa cerró ante la irrupción de las zapatillas deportivas, que hizo estragos en la compra de las botas Chiruca para su uso cotidiano. Pero en 1987, la empresa riojana Calzados Fal adquirió la licencia con el objetivo de volver a situar la marca en el mapa. Con una apuesta por un público familiar, la compañía creció hasta comprar finalmente la enseña en 1996.

 

La actual década llegó a representar los mejores momentos de Chiruca, pero entre 2011 y 2012,el negocio se resintió y las ventas pasaron de 13,97 millones a 11,04 millones de euros. Este retroceso coincide con el peor momento de la crisis económica, aunque el director general de Calzados Fal, Manuel Abad, explica a Palco23 que su "mayor crisis es la falta de lluvia".

 

Chiruca recurso 650
Calzados Fal facturó 13,4 millones de euros en 2015./ Chiruca

 

Ahora, han logrado recuperar el nivel de hace cuatro años al alcanzar los 13,4 millones de euros al cierre de 2015. Actualmente, un 70% de sus ventas están en España y el 30% restante son internacionales, por lo que uno de los objetivos para crecer "es incrementar la facturación extranjera".

 

Aunque están presentes desde hace años en países como Taiwán, Emiratos Árabes, Sudáfrica y Japón, Chiruca quiere consolidar su negocio en los países más cercanos. "Francia, Alemania, Italia, Polonia, Rusia y las antiguas repúblicas soviéticas son nuestro principal objetivo por proximidad", asegura. De hecho, los países de la Unión Europea, liderados por los principales mercados de la compañía, son los mejores territorios para las exportaciones deportivas españolas.

 

Y uno de los factores con los que competir en territorios con fuerte competencia como el alemán es la inversión a I+D+i. Botas calefactables, suelas de alto agarre, materiales menos pesados y acuerdos con Gore-Tex son un ejemplo de los frutos recogidos tras destinar más del 10% del presupuesto a investigación.

 

Abad explica que continuarán apostando por la distribución a través de terceros, donde ya cuentan con una red de 1.800 puntos de venta. La producción de Chiruca, que también tienen calzado trail running, sandalias y accesorios, se realiza íntegramente en la sede de la compañía en Arnedo (La Rioja), dando empleo a un total de 160 personas.