Entorno

Javier Pérez (UPM): “Al deporte, a veces, le cuesta entender la inclusión”

El profesor de la Universidad Politécnica de Madrid asegura que las empresas sanitarias han de ver el apoyo al deporte inclusivo como más allá de un retorno y deben alinearse con la idea de que el deporte es un derecho. 

Javier Pérez (UPM): “Al deporte, a veces, le cuesta entender la inclusión”
Javier Pérez (UPM): “Al deporte, a veces, le cuesta entender la inclusión”
“El deporte y los problemas de salud mental han empezado a conocerse por lo que hemos sufrido durante la pandemia”

M. L-E.

22 sep 2022 - 05:00

La inclusión, a veces, un término desconocido. El sector del deporte, muchas veces, es reticente a apostar por la inclusión porque son “conceptos antagónicos”. Así lo defiende Javier Pérez Tejero, director de la Cátedra Fundación Sanitas de Estudios sobre Deporte Inclusivo en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), quien apuesta por la formación de los gestores del deporte y los técnicos. Por otro lado, asegura que las empresas sanitarias deben ver el apoyo al deporte inclusivo como un retorno y han de alinearse con la idea de que el deporte es un derecho.

 

Pregunta: ¿Se utiliza bien el deporte en las políticas públicas de inclusión?

 

R.: Hay mucho por hacer. Han surgido iniciativas y posibilidades, pero queda camino por recorrer en políticas públicas. La oferta municipal ha mejorado desde hace diez años y ahora, las personas con discapacidad tienen más posibilidades, en parte, porque las administraciones están más sensibilizadas y los técnicos, mejor formados.

 

 

P.: ¿Qué se hace bien y qué se hace mal?

 

R.: En España, somos un referente en reconocimiento social del deporte de las personas con discapacidad, especialmente en el paralímpico. Además, hay una serie de modelos en los que estas personas pueden reflejarse. Sin embargo, el acceso general de las personas con discapacidad al deporte es testimonial en comparación con el resto de la población.

 

 

P.: ¿Las empresas sanitarias deberían liderar en el desarrollo de políticas inclusivas?

 

R.: El acceso al deporte es un derecho de los ciudadanos. Se ha de que impulsar desde la escuela, desde el ámbito hospitalario y la rehabilitación, desde la administración, desde el ámbito del fitness, ocio y recreación y desde la alta competición. Hay que proveer de manera transversal y hacer énfasis en los colectivos desfavorecidos.

 

 

 

 

P.: ¿Cómo pueden implicarse más dichas empresas?

 

R.: Hay que pensar que es una inversión con un retorno y hay que alinearse con la idea de que el deporte es un derecho. Podemos hablar de responsabilidad social, de cómo las empresas proveen de experiencias a sus empleados o de cómo las empresas de salud se identifican con el rol de deportistas con discapacidad para que sean modelos en lo que identificarse no sólo sus futuros clientes, sino más allá. Es una posibilidad transformadora para su negocio y aporta mucho capital social.

 

 

P.: ¿Cuáles son los proyectos de referencia de deporte como vía de inclusión?

 

R.: El programa de Apoyo al Deportista Objetivo Paralímpico (Adop) y el programa Deporte Inclusivo, declarado acontecimiento de excepcional interés público. Es como Universo Mujer, que permite que entidades como clubes, empresas, universidades y federaciones puedan presentar proyectos con una financiación que derive en aporte de inversión privada. Otro proyecto es el Deporte Inclusivo en la Escuela (DIE), fruto del acuerdo entre la Fundación Sanitas y el Comité Paralímpico Español (CPE). Internacionalmente, el Comité Paralímpico Internacional tiene el programa I’m possible.

 

 

P.: ¿Las entidades deportivas están implicadas en el uso del deporte como vía de inclusión?

 

R.: El problema es que muchas veces, el término inclusión no está bien entendido. Al deporte, a veces, le cuesta entender la inclusión. Nos encontramos cierta reticencia por parte de las instituciones deportivas porque deporte e inclusión, a priori, son conceptos antagónicos. Deporte es sólo ganar, mientras que la inclusión es lo contrario. Pero el deporte es una manera de ejemplificar cómo incluso en un contexto tan exigente, aquellos con una discapacidad más severa pueden participar y tener un hábito de práctica deportiva en su estilo de vida.

 

 

 

 

P.: ¿Entonces cómo puede aumentar su implicación?

 

R.: Pasa por la formación de técnicos y personas con capacidad de decisión, los gestores del deporte. La nueva ley del deporte obliga a las federaciones deportivas a tener una comisión de deporte inclusivo. Es un paso importante.

 

P.: ¿Qué función puede tener el deporte para mejorar la salud mental?

 

R.: Todavía sabemos muy poco. El deporte y los problemas de salud mental han empezado a conocerse por lo que hemos sufrido durante la pandemia. La actividad física tiene beneficios para la salud y también en el mantenimiento de la salud mental. Aquellos que tienen un estilo de vida deportivo, tienen una vacuna contra un trastorno mental. Hay programas deportivos de atención a la salud mental con programas de actividad física para controlar la autoestima, ansiedad o reconocimiento de las emociones. O incluso relaciones con la propia medicación.  

 

 

P.: El patrocinio es una de las principales vías de financiación del deporte. ¿Tiene peso suficiente el deporte inclusivo en los planes de las empresas?

 

R.: Sí, pero debería tenerlo más. No debería ser visto como un patrocinio. No es sólo un intercambio económico porque los valores trascienden el propio intercambio.  

 

P.: Y además la inversión en deporte genera ahorro en otros gastos de salud.

 

R.: Así es. El propio Consejo Superior de Deporte ha asegurado en varias ocasiones que cada euro invertido en deporte, supone un ahorro de tres euros en el ámbito de la asistencia sanitaria. La inversión en actividad física tiene mucho que ver en la sostenibilidad del sistema social y sanitario. Hay que transferirlo a un modelo más preventivo.

 

 

P.: ¿Hay que apoyar fiscalmente al deporte inclusivo?

 

R.: España es el segundo país del mundo donde el deporte paralímpico tiene mayor reconocimiento social. Hay que aprovechar el movimiento asociativo del país y, a través de sus representantes, asociarse con el movimiento deportivo. Hay pueblos donde hay asociaciones y clubes deportivos y muchas veces no hay nexo que les una. Habría que favorecer que el gestor deportivo viera en esa colaboración un valor.