Entorno

Carpena (Rfen): “Las marcas no sólo se fijan en Belmonte, también en la natación formativa”

El presidente de la Federación de Natación explica los objetivos del organismo, que pasan por lograr resultados deportivos y alimentar la masa social de federados y clubes.

Patricia López

26 may 2017 - 04:57

 

Fernando Carpena llegó a la presidencia de la Federación Española de Natación (Rfen) en noviembre de 2008 tras ganar las elecciones por un único voto y, tras ser reelegido el pasado noviembre, encara su tercer mandato. Su objetivo es hacer crecer el organismo mediante los resultados deportivos y el incremento de la masa social de practicantes.

 

Los inicios no fueron sencillos. “Surgí de la oposición con una perspectiva general de cambio, pero tuve que adaptarme esa utopía a la realidad”, explica a Palco23 el presidente de la federación. Por un lado, el organismo focalizó su operativa en los resultados de los equipos nacionales, identificados por Carpena como “el principal activo de la federación”. Por otro lado, en la actividad deportiva llevada a cabo por la masa social, que son sobre los que se han venido sustentando los resultados deportivos.

 

“La propuesta inicial era buscar el equilibrio para hacer crecer la federación mediante los resultados deportivos, conseguidos gracias a la actividad de 70.000 federados y más de 500 clubes, pero tuvimos que matizar ese objetivo a raíz de la crisis económica”, explica Carpena. Según las cuentas del organismo, la financiación pública procedente del Consejo Superior de Deportes (CSD) cayó un 43,3% entre 2008 y 2015, un descenso que les obligó a reestructurarse. Con todo, la de natación fue la federación que más financiación pública recibió en 2016, con un total de 4 millones de euros.

 

 

“Tomamos medidas duras que llevamos a cabo gracias al esfuerzo de todos”, comenta el directivo, cuyo equipo decidió suprimir las ayudas económicas dirigidas a las federaciones autonómicas y a los clubes, que de pasar a ingresar recursos por competir en los campeonatos de España pasaron a pagar a la federación para poder disputar dichos torneos.

 

“Las subvenciones siguieron bajando, por lo que recortamos la plantilla de 21 administrativas a 14 mediante un ERE, congelamos y reducimos salarios, pero a pesar de todo en los Juegos Olímpicos de 2012 ganamos cinco medallas, más que en ningún otro certamen olímpico”, apunta. Hasta Londres 2012, la organización había conseguido ocho medallas olímpicas en total. “Sólo entre los JJOO de 2012 y 2016 ya nos hemos colgado siete metales”, comenta, al argumentar el objetivo más importante de la federación: “priorizamos el resultado a corto plazo”.

 

 

La crisis también obligó a la entidad a optimizar los gastos. “Los entrenadores son correa de transmisión con los atletas, por lo que antepusimos mantener el staff técnico y recortamos en gastos de actividad, reducimos salarios y buscamos alianzas con otras federaciones para abaratar costes”, detalla sobre el plan de ajuste del organismo. Como resultado, los equipos nacionales dejaron de viajar al extranjero para entrenar y establecieron las fases de preparación en los centros de alto rendimiento, mientras que los clubes vieron mermada su cuenta de ingresos.

 

Pero, ¿qué efecto tienen estas políticas de austeridad en el deporte formativo? “Tememos que los recortes afecten negativamente a los resultados deportivos de las próximas generaciones. Priorizamos el resultado a corto plazo, y las categorías inferiores son las que menos apoyo han tenido, admite el dirigente. El relevo generacional por el que está pasando la sincronizada tampoco ayuda, pero Carpena confía en que las “nuevas nadadoras se consoliden y progresen para volver a luchar para estar en lo más alto”.

 

La falta de recursos públicos ha provocado que el organismo redoblara esfuerzos para atraer el capital privado. “A día de hoy, ingresamos en torno a 1,5 millones a través de los patrocinadores y venimos de nuestro mejor año en ingresos publicitarios”, comenta.  ¿La clave? Apostar por las dos masas sociales: la natación infantil y la tercera edad.

 

 

“Nos hemos vinculado al colectivo infantil y a la gente mayor para hacer más atractivo nuestro producto deportivo a las marcas”, explica, aunque no todas las marcas que colaboran con la Rfen lo hacen destinando recursos económicos. Por ejemplo, Iberdrola impulsa el waterpolo femenino, La Liga está apoyando al organismo con el streaming y Disney ha cedido la imagen de algunos dibujos para fomentar la práctica de esta disciplina entre los más pequeños.

 

“Se trata de ir más allá de la actividad federada competitiva. Hablar de competición no siempre significa hablar de Mireia Belmonte, sino también de los niños que mediante la competición quieren superarse. Y eso llama mucho la atención de las marcas que quieren cuidar su responsabilidad social corporativa”, apunta, sobre la masa social de 63.644 federados que tiene el organismo.

 

Tras ocho años en el cargo, Carpena no se plantea ni encarar su último mandato ni confirmar su continuidad. “No quiero pensar en eso. Solo sé que quiero irme habiendo completado un ciclo y unos objetivos”, apunta.