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Liga Élite y Promesas, así es el fútbol femenino profesional que quiere Rubiales

La Federación negociará con los clubes una nueva pirámide con una máxima categoría formada por 16 equipos y un segundo torneo de 32 dividido en cuatro grupos, con varios requisitos mínimos.

Palco23

5 mar 2019 - 15:04

Liga Élite y Promesas, así es el fútbol femenino profesional que propone Rubiales

 

 

La Real Federación Española de Fútbol (Rfef) se ha propuesto que “en un plazo máximo de seis años el fútbol femenino tenga el máximo de licencias deportivas entre las chicas menores de catorce años”. Un desafío importante que, a su vez, puede suponer un vuelco importante al actual modelo competitivo. A partir de 2019-2020, y siempre que la asamblea anunciada para abril lo avale, se pondrá en marcha una nueva División Élite con entre 8 y 16 equipos, que reemplazará a la actual Liga Iberdrola como máxima categoría.

 

El nuevo torneo no será complementario a la Primera División Femenina, sino que lo sustituirá en la pirámide y será la única puerta de acceso a la Womens Champions League. “Estamos creando nuevo modelo en el que la Federación toma el liderazgo. Sería deseo que Iberdrola también sea el espónsor”, ha indicado el secretario general de la Rfef, Andreu Camps, tras la reunión de la junta directiva en la que se ha aprobado seguir trabajando en este proyecto.

 

El dirigente no ha aclarado si los actuales equipos de la Liga Iberdrola tendrán una plaza fija, ya que tampoco está claro que todos ellos estén dispuestos a entrar en una competición que les obligará a ceder derechos que hasta ahora poseen, como los de televisión o imagen y que hace unas semanas se negaron a ceder. “Es un nuevo modelo de adscripción voluntaria”, ha indicado Camps, evidenciando que el proyecto no es fruto del consenso, como sí lo fue meses atrás la idea de crear una división intermedia entre Primera y Segunda.

 

 

 

 

Los requisitos mínimos no se han hecho públicos, aunque de las palabras de Camps se desprende que, además de la cesión de los derechos, se incluirá el obligado cumplimiento de cuestiones más propias de un convenio colectivo que de las bases organizadoras de una competición, como un salario mínimo en función de la categoría. Además, se impondrá un cupo máximo de jugadoras extranjeras y mínimo de canteranas.

 

En este sentido, la Federación indica que “busca lograr el máximo nivel competitivo, garantizando el equilibrio económico de los clubes a través de un nuevo modelo, en el que los clubes y sindicato de las jugadoras colaboren”. Ello, en plena negociación de un convenio colectivo dentro de una mesa de negociación ya constituida.

 

“Si realmente todos somos conscientes de que la Selección es un objetivo esencial básico que debemos potenciar, debemos trabajar en una vertebración que permita esa estructura”, ha defendido Camps. Por esta razón, se animará a que los equipos que compitan en Élite también tengan un filial en la División Promesas, que sería el equivalente a Segunda División.

 

Si en la primera categoría habrá entre ocho y dieciséis equipos, en la segunda habrá de 8 a 20 equipos, ampliable hasta 32 equipos si hubiera interés de los clubes. A diferencia de Élite, que se disputará a lo largo de una temporada tradicional, este torneo constará de una primera fase con dos grupos territoriales y una segunda de ascensos y descensos con modelo de play off o liguilla de proximidad.

 

 

 

 

El regulador cree que la nueva categoría permitiría la presencia de filiales y que chicas jóvenes de entre 16 y 20 años puedan participar en la alta competición sin acusar en exceso el salto de las categorías inferiores a la absoluta. En todos los casos será requisito necesario que tengan licencia de la Federación, que es nueva y que se inspira en la licencia Uefa, aunque no será tan exigente. “Se podrán adquirir con el tiempo”, ha matizado Camps, sobre la graduación del cumplimiento de todas las condiciones.

 

La Rfef considera que este formato garantizaría “que la carrera de la futbolista tenga el recorrido suficiente”. Ahora, en cambio, está por ver si recibe el apoyo del sector, que a través de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (Acff) ya rechazó días atrás que fuera el regulador quien se encargara de la comercialización de los derechos de televisión.

 

A excepción de FC Barcelona y Athletic Club, esta entidad reúne a todos los equipos de LaLiga con sección de fútbol femenino y a más de cuarenta equipos independientes. Es decir, que es la entidad que aglutina los intereses de todas las organizaciones que podrían asumir un mayor volumen de inversión para asegurar la mejora de las condiciones laborales de las jugadoras y el desarrollo del fútbol base.

 

“La ACFF y sus clubes han acordado por unanimidad manifestar su más absoluto rechazo al proyecto de nuevo modelo de competición femenina que pretende ser implementada sin haber sido consultada ni consensuada con los clubes, fruto de una total improvisación y con evidentes síntomas de falta de rigor, transparencia y análisis profundo del proyecto y sus implicaciones”, indica en un comunicado. Además, amenaza con emprender acciones legales si se vulneran sus derechos.