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Intercambios y sin estrellas: el fútbol español hace malabarismos para esquivar un techo salarial a la baja

Las estrecheces económicas derivadas de la crisis del Covid-19 conducen a un mercado de fichajes átono, plagado de intercambios y sin grandes estrellas. Sólo la salida de Messi del FC Barcelona podría alterar esta situación.

Miquel López-Egea

1 sep 2020 - 05:00

Intercambios y sin estrellas: el fútbol español hace malabarismos para esquivar un techo salarial a la baja

 

 

Malabarismos para esquivar un techo salarial a la baja y, aún así, mantener el ritmo deportivo. La crisis del Covid-19 ha provocado un mercado de fichajes átono, sin apenas movimientos, y, además, sin estrellas. El inicio de la temporada 2020-2021 del fútbol español está marcado por menos transacciones y de menor importe y sólo la salida de Leo Messi del Barça podría distorsionar las cifras de un mercado que se encoge.

 

En la temporada pasada, interrumpida por la emergencia sanitaria del Covid-19, el presupuesto conjunto en plantilla deportiva de los clubes de LaLiga se elevó un 11%, hasta 3.153,2 millones de euros, un récord histórico. En LaLiga Santander, el FC Barcelona lideraba la clasificación y en LaLiga SmartBank, esta posición la ocupaba el Girona FC. Este año, el récord no se batirá.

 

Entre mediados y finales de octubre, LaLiga publicará el techo de gasto de los clubes españoles, un mes más tarde de lo habitual. Cada temporada, la entidad gestora del fútbol español da a conocer esta cifra cuando se completa el mercado de fichajes, que este año se cerrará el 5 de octubre. Aunque depende del presupuesto del club y de su situación, habitualmente una entidad no puede destinar más del 70% de sus ingresos al personal deportivo.

 

Diferentes voces del fútbol español han asegurado que este año más del 80% de los clubs del fútbol profesional superarán el límite salarial, por lo que LaLiga decretó que sólo se puede destinar a fichajes un 25% del dinero ingresado a través de los traspasos y de lo ahorrado con las nóminas de los futbolistas que salgan de las plantillas.

 

Sin embargo, muchos equipos tienen los gastos comprometidos de los años anteriores y, por lo tanto, la máxima prioridad ahora es hacer caja de la mejor manera posible, es decir, realizando buenas ventas.

 

 

 

 

Por este motivo, para sortear este techo salarial, los clubes están optando por ser muy conservadores en el gasto (prudencia es la palabra utilizada por la mayoría de operadores), por hacer intercambios, facilitar las salidas, además de intentar sacar todos los beneficios posibles de sus plantillas (incluso si este hecho implica vender alguna pieza importante de su equipo), promocionar jugadores, fichar jugadores jóvenes o tener plantillas cortas. Los equipos que se salvan de esta situación son aquellos que tienen muchos integrantes de sus plantillas que acaban contrato.

 

A todo ello hay que sumar que muchos equipos no podrán desprenderse de algunos futbolistas por el coste de su despido y, además, si son despedidos, las indemnizaciones también cuentan para el techo salarial. En resumen: no será un año de salarios y traspasos astronómicos en la liga española.

 

El caso más destacado es del FC Barcelona, porqué perder a Leo Messi , significaría tener margen (y mucho) de maniobra. Dicho de otra manera, sin Messi, las cuentas del club cuadrarán. La entidad ha realizado el fichaje de Miralem Pjanic pero hay previstas o ya se han realizado las salidas de Luis Suárez, Ivan Rakitic, Samuel Umtiti, Arturo Vidal y Arthur Melo, que en total supondrían un ahorro de 220 millones de euros, contando los cien millones de Messi. De este importe ahorrado, 55 millones de euros, un 25%, se podrán destinar a pagar los salarios de la próxima temporada. Pero el Barça sigue teniendo el problema de dar salida a estos jugadores, que cuentan con salarios muy altos que no todos los equipos rivales pueden pagar.

 

 

 

 

Por otro lado, algunos equipos optarán por saltarse el límite del coste de la plantilla que autoriza LaLiga pero esta será benevolente con las sanciones deportivas y económicas, ya que la pandemia se considera una fuerza mayor. Pero está claro que los equipos no podrán fichar a nuevos jugadores que en el momento de registrarlos se exceda el límite impuesto.

En este sentido, por equipos, hay que analizar qué jugadores se han vendido, con quién no se cuenta por su salario, qué fichajes se pretendían hacer y no se han podido realizar por culpa del techo de gasto. En el caso del Alavés, por ejemplo, la operación salida ha sido considerable, ya que el club tenía demasiados jugadores en plantilla y necesitaba un poco de aire económico.

 

El equipo vasco junto al Real Madrid, Valencia CF, Real Sociedad, Athletic Club, SD Eibar, SD Huesca y Elche CF tienen muy poco margen de maniobra porqué cuentan con muchos jugadores en contrato y su única posibilidad es hacer ventas muy rentables en comparación con los fichajes para no rebasar el límite salarial.

 

Por el momento, los equipos han vendido jugadores con sueldos muy altos que complicaban los números a los clubes y que ahora, suponen un ahorro considerable, de entre uno y dos millones cada uno. El importe que los equipos han ingresado por ventas supera a su gasto como ha sido, por el ejemplo, el caso de Achraf Hakimi, del Real Madrid al Inter de Milán por 40 millones de euros, Ferran Torres, del Valencia al Manchester City por 23 millones de euros o de Mohammed Salisu, del Valladolid al Southampton por 12 millones de euros. La política es la misma para muchos otros equipos y, de hecho, de las grandes ligas, la española y la alemana son las que menos dinero se han gastado en fichajes.

 

 

 

 

La prioridad es clara: para fichar hay que vender o liberar jugadores. Ejemplo de ello son movimientos como el acuerdo entre Armando Sadiku y la UD Levante (por el que se marchaba libre pero el equipo se ahorrará 1,1 millones de euros por temporada), la decisión del Cádiz de rescindir el contrato a Sergio Sánchez, abonándole el año pendiente de contrato, el anuncio del Real Madrid de proponer una rebaja salarial a su plantilla o el tijeretazo del Valencia CF.

Este último equipo es quién lo tiene más complicado por su situación económica, aunque se ha aliviado con la venta de Rodrigo. La estrategia taronja pasará por tener una plantilla de menos de 90 millones en salarios, deshaciéndose de jugadores que están por encima de los 2,8 millones de euros como Kévin Gameiro y Geoffrey Kondogbia. Por ello, se les facilitará su salida, como se ha hecho también con Coquelin y Parejo, que estaban en la misma situación. El Celta es otro de los clubs que necesita deshacerse de fichas altas como las de Pione Sisto o Emre Mor.

 

En el caso de la Liga SmartBank, la línea es la misma, pero con situaciones mucho más complicadas porque muchos ingresos llegan procedentes de los abonos y la venta de entradas. Los equipos de Segunda tienen menos margen de maniobra, además de la obligación de negociar el traspaso de sus fichas más altas para evitar el límite salarial como es el caso, entre muchos otros, del Gijón, Zaragoza, Las Palmas o el Rayo Vallecano.

 

 

 

 

 

Un caso particular en esta categoría es el del Real Oviedo, que ha propuesto una rebaja a sus fichas más altas a cambio de más años de contrato. De hecho, José María Angresola Mossa y Sergio Tejera ya la han aceptado. Otro que ha destacado es el del Málaga, que ha aplicado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a catorce jugadores a los que se les pide o bien rescindir sus contratos o renegociar sus salarios para cumplir con el techo de gasto de unos cuatro millones de euros y ahorrarse unos cinco millones. El Girona CF también se tendrá que deshacer de una parte importante de la plantilla después de no haber conseguido el ascenso, por lo que sus ingresos y su techo de gasto se reducirán notablemente.

 

Por otro lado, hay casos de equipos modestos en la liga SmartBank, como el del Fuenlabrada, que tienen un cómodo margen de maniobra que se da, sobre todo, a causa de su estructura de club, es decir, los buenos resultados de la temporada, sumado al hecho de tener una estructura y unas instalaciones pequeñas. Esto le permite al club tener un techo salarial alto en comparación con otros equipos de Segunda División que han apuntado a Primera.