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El CB Breogán saca la tijera: recorta gastos hasta un 30% para afrontar el golpe del Covid

La entidad reduce el coste de la plantilla un 25% con un profesional menos para encoger el presupuesto hasta 1,1 millones de euros.

M. L-E.

18 nov 2020 - 04:48

El CB Breogán saca la tijera: recorta gastos hasta un 30% para afrontar el golpe del Covid

 

 

El CB Breogán saca la tijera y recorta su presupuesto entre un 20% y un 30%. El Leche Río Breogán tiene previsto un presupuesto de 1,1 millones de euros para la temporada 2020-2021. En la temporada anterior, el presupuesto fue de 1,4 millones de euros, aunque se vio ampliado a causa de la incorporación de tres nuevos jugadores.

 

“Hay que dejar el presupuesto abierto porque puede haber más ingresos y más gastos”, señala José Antonio Díaz, director general de la entidad, a Palco23. El club, fundado en 1966, es uno de los conjuntos históricos del baloncesto español, habiendo militado durante 24 temporadas en la máxima categoría. La última fue en 2018-2019, tras haber ascendido, aunque finalizó en última posición y volvió a LEB Oro, donde juega ahora.

 

Para este curso, el club ha reducido la plantilla un 25% y ha apostado por diez jugadores profesionales y cuatro jóvenes. Además, ha pasado de contar con dos fisioterapeutas a uno y ha recortado en salarios de los jugadores y de los técnicos y “hemos reducido la expedición en los viajes, pasando de veinte personas a quince personas”. El 70% de los gastos se corresponde a la plantilla. “Cerraremos probablemente en pérdidas, tendremos que ir compensándolo, la idea es adecuar los ingresos a los gastos”, sentencia.

 

“El objetivo es continuar siendo competitivos y ofrecemos bonos por el ascenso a los jugadores, hay una apuesta”, señala, recordando que el objetivo económico de la temporada es “continuar siendo viables y cubrir el presupuesto”. Por este motivo, la entidad ha hecho un plan de viabilidad económica para dos temporadas, ampliable a tres, aunque puede variar si consigue el ascenso.

 

 

 

 

El club también ha registrado un descenso del 30% en los abonados, pasando de 4.000 abonados a 2.400 abonados. “Hemos cobrado una cuota de reserva de localidad y de abono y hemos puesto un precio por partido”, señala.

 

El club se financia con patrocinadores públicos y privados y con abonados. Las aportaciones por parte del Ayuntamiento de Lugo, la Diputación de Lugo y la Xunta de Galicia suponen entre el 35% de los ingresos de la entidad, mientras que las de patrocinadores privados como Leche Río, Estrella Galicia o Cafés Candelas copan entre un 20% y un 25%.

 

Sobre el impacto de jugar a puerta cerrada, Díaz reconoce que “hay más visibilidad tras el acuerdo con LaLigaSportsTV” y que “la calidad de la imagen es muy buena, y las televisiones autonómicas están participando”. “El calor que falta por los aficionados se suple con este acuerdo”, añade.

 

La entidad recibió 71.000 euros por parte de la Federación Española de Baloncesto, que se corresponde a los partidos que no se pudieron disputar la temporada pasada, compensar que solo haya una plaza de ascenso a la ACB y la obligatoriedad de producir y retransmitir todos los partidos. “Es una ayuda importante, pero nos sentimos defraudados porque se nos avisó una vez teníamos el equipo constituido”, crítica.

 

Un positivo, un problema también económico 

Un positivo por Covid-19 supone un revés. “La liga se hace más cara con el protocolo anti Covid-19, ya que, si un jugador da positivo, hay que hacer PCR, por lo que los gastos se incrementan”, remarca. “El gasto dependerá de los positivos, porque los test semanales son un presupuesto pequeño ya que el test de antígenos es de 120 euros por partido”, subraya.   

 

En este sentido, un positivo supone un gasto de 3.000 ya que el equipo tiene que realizar 30 PCR. A principios de temporada, además, cribó a todo el personal.  “Somos muy escrupulosos con el protocolo, hemos hecho de más y estamos en un efecto burbuja, queremos que el equipo haga la menor vida social posible; es la realidad que nos toca”, apunta. “Lo peor de todo es la incertidumbre que crea la situación, con los aplazamientos y la suspensión”, reflexiona.