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Bilbao Basket: presupuesto de 3,1 millones de euros para volver a números negros en 2021-2022

El club tiene una deuda de 2,1 millones, pero ha conseguido una carencia de un año con Hacienda tras el Covid-19, por lo que no tendrá que devolver 1,7 millones hasta la temporada 2022-2023. En 2020-2021 cerrará en números rojos.

Miquel López-Egea

30 sep 2021 - 05:00

Bilbao Basket: presupuesto de 3,1 millones de euros para volver a números negros en 2021-2022

 

 

Bilbao Basket resiste el golpe del Covid-19. El club ha presentado un presupuesto de entre 3,1 millones y 3,2 millones de euros para la temporada 2021-2022, el mismo que en el curso pasado, con el objetivo de volver a números negros en esta temporada. El club espera cerrar el curso 2020-2021 con unos números rojos de 234.000 euros, derivados de la falta de ingresos de ticketing y abonos. Los beneficios en 2019-2020 fueron de 445.406 euros y los ingresos, de 3,4 millones de euros. El salario neto del primer equipo supone un tercio del gasto del club.

 

“Hemos confeccionado un presupuesto muy parecido al del año pasado, teniendo en cuenta que habrá una apertura de los aforos; seguimos trabajando en la misma línea en proyectos y espónsores, tratando de pagar la deuda y siendo sostenibles”, señala Isabel Iturbe, presidenta del club, a Palco23. Bilbao Basket también está pendiente de conocer qué importe podrá recibir de los ocho millones de euros prometidos por parte del Consejo Superior de Deportes (CSD) a los clubes de la ACB.

 

Actualmente, la entidad tiene una deuda de 2,1 millones de euros, de los cuales 1,7 millones de euros son con Hacienda, aunque tiene una carencia de un año. El resto de las deudas son con Caja Rural de Navarra y Fogasa y tendrá que hacerles frente en los próximos seis años.

 

“Tendremos un año y esto nos dará aire, porque hemos podido recalendarizar deuda”, explica. 2012, la deuda ascendía a 6,5 millones de euros, lo que arrastró al club al concurso de acreedores, del que salió en 2019. “Las pérdidas de la pandemia nos ha hecho reaccionar”, comenta la directiva, recordando que han utilizado herramientas como los créditos avalados por Elkargi.  

 

 

 

 

 

Bilbao Basket alcanzó un acuerdo de patrocinio con Surne este mes, por lo que sustituyó a Retabet como naming sponsor a causa de la nueva normativa actual, que prohíbe el patrocinio por parte de las casas de apuestas. “Con Retabet teníamos un acuerdo para diez años”, explica la directiva, detallando que “ha estado peleando hasta el final”. El acuerdo con Surne es por cinco años: “se han mantenido las condiciones, aunque en el aspecto cuantitativo, hasta hemos mejorado”, reconoce.

 

En una temporada normal, un tercio de los ingresos de la entidad se corresponden a ticketing y abonos, mientras que 700.000 euros proceden de derechos televisivos y el resto del patrocinio. Actualmente, el club ya ha renovado a 3.000 abonados y espera alcanzar 4.000 abonados, aunque el aforo en Miribilla es de 10.014 espectadores. La media de aforo en un partido es de 8.700 espectadores.

 

“En partidos contra el FC Barcelona, el Real Madrid o el Baskonia, alcanzamos el 100% del aforo permitido, mientras que, contra otros rivales, llegamos al 80%”, señala. “Actualmente, conseguir un 80% del aforo y mantener una distancia de un metro y medio entre aficionado es imposible, a menos que sean grupos de convivencia”, subraya. “Las instrucciones que nos han dado son contradictorias porque de cumplir lo que dicen, deberíamos tener siete pisos; hay mucha información que la administración no ha resuelto”, critica Iturbe. En este contexto espera poder alcanzar el 100% del aforo próximamente.

 

 

 

 

 

“Es muy difícil trabajar con indicaciones diarias y la gente ha perdido el hábito de venir a los partidos porque, entre otras cosas, ir a un partido significaba juntarte previamente con familia o amigos a tomar algo”, reflexiona. “El baloncesto quizás no sufrirá tanto como el fútbol porque más de la mitad de nuestros aficionados vienen en familia y quizás nos recuperemos más rápido”, comenta.

 

“Tenemos que trabajar día a día porque los equipos modestos dependemos de un equilibrio entre lo deportivo y lo económico con el presupuesto que tenemos, por lo que tenemos que optimizar al máximo los recursos y trabajar profesionalmente”, comenta. “Por suerte, tenemos gente fiel que lleva muchos años con nosotros, Bilbao no es una ciudad que se cierra al fútbol”, opina.